viernes, 14 de febrero de 2020

El FMI avisa al Gobierno: la reforma laboral aceleró el empleo y redujo la desigualdad

Son numerosos los artículos en que he tratado los efectos de la reforma laboral aplicada en España, unos efectos positivos que permitieron aumentar la flexibilidad laboral (si bien aún de manera muy limitada), y que permitió reducir la sangría de la destrucción de empleo en primera instancia, para posteriormente aumentar la contratación y el aumento del empleo a partir del 2014, ayudando así a reducir la desigualdad de rentas en España (cabe destacar que precisamente el 80% del aumento de la desigualdad durante la crisis económica se debió a la destrucción de empleo). Además, redujo la tasa de paro estructural en España y redujo la tasa de crecimiento del PIB que necesita España para crear empleo (desde más del 2% a alrededor del 1,5%), así como el desempleo juvenil, una auténtica lacra en España. 
Las bondades de la reforma laboral las reconoce internamente el propio PSOE (otra cosa es la retórica y estrategia electoral para generar un relato con el que sacar votos y generar crispación de la que extraer rentabilidad política, y que irresponsablemente ha generado una ola de apoyo para revertir la reforma y ha alimentado al monstruo de la demagogia populista que es Podemos), como muestra en el informe de Actualización del Programa de Estabilidad que el Gobierno de Sánchez remitió a Bruselas. Ahora es el FMI quien lo confirma en su reciente informe. 
El problema es que la retórica del PSOE (no puede mantener una reforma que ha vilipendiado día tras día) y su alianza con Podemos (quien tiene además poderes en dicha cartera) van precisamente a revertir todos los avances llevados a cabo, especialmente, como muestra el FMI, los que mayores beneficios han producido. Y si se hace eso imponiendo nuevamente mayor rigidez laboral ante una desaceleración o parón económico, las consecuencias se dejarán notar para todos. 
"Progresistas y sociales" se hacen llamar...
Javier G. Jorrín se hace eco de las conclusiones del informe del FMI acerca del impacto y efectos de la Reforma laboral. 

Artículo de El Confidencial: 
Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está impulsando la contrarreforma laboral. (Efe)La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, está impulsando la contrarreforma laboral. (Efe)
La derogación de la reforma laboral es uno de los grandes mantras del Gobierno de coalición del PSOE y Unidas Podemos, sin embargo, en el seno del Ejecutivo existen discrepancias sobre los aspectos a eliminar, ya que se ha hecho mucha interpretación ideológica sobre la norma pero pocos análisis empíricos. Todavía está por determinar cuál fue el impacto de la reforma laboral sobre el empleo y la distribución de la renta, sobre todo porque el ciclo económico no se ha cerrado y es imposible anticipar cómo se va a comportar el empleo cuando se pase de la expansión a la recesión. El Fondo Monetario Internacional (FMI) arroja algo de luz sobre este punto con una investigación elaborada por Ara Stepanyan y Jorge Salas publicada este jueves. Su conclusión es contundente: "Las reformas laborales de 2012 ayudaron a mejorar el empleo y la igualdad de ingresos sin un impacto sustancial en el riesgo de pobreza general", apunta el informe.
El Fondo señala que la reforma laboral tuvo un "impacto positivo significativo" sobre la creación de empleo, lo que explicaría una parte del crecimiento diferencial de España durante los últimos años en comparación con el resto de países europeos. Esta evolución positiva del mercado laboral habría generado, a su vez, una reducción de la desigualdad al sacar a más población del desempleo. El análisis del índice de Gini, la principal herramienta para medir la desigualdad de ingresos, muestra una caída diferencial de la desigualdad a partir del año 2014, cuando comenzó la recuperación económica. Esto significaría que gracias al empleo adicional creado por la reforma laboral, habría aumentado la tasa de ocupación y, con ella, se habría reducido la desigualdad.
El Fondo ha comparado el comportamiento del mercado laboral español con un indicador sintético de otros países similares que serviría de escenario contrafactual sin la reforma laboral. Este escenario sintético muestra un comportamiento del empleo similar al de España hasta 2011 pero muy diferente a partir de 2012. Este comportamiento diferencial respondería principalmente a la reforma laboral, aunque el Fondo reconoce que también España aprobó otras reformas estructurales que podrían haber afectado al crecimiento y al empleo (el organismo explica que no se pueden aislar los efectos de la normativa laboral del resto). Lo que está claro es que el fuerte ritmo de creación de empleo experimentado a partir de 2014 evidenciaría que la reforma laboral tuvo que tener una incidencia positiva sobre la contratación, explica el Fondo.
"La evidencia empírica sugiere que las reformas de 2012 apoyaron la flexibilidad salarial y contribuyeron a la creación de empleo", explica el organismo dirigido por Kristalina Georgieva. El Fondo también ha analizado el comportamiento de la tasa de desempleo, centrando su estudio en el paro juvenil, que ha sido el grupo social más afectado por la crisis. Sus conclusiones son idénticas: el experimento muestra que "el impacto estimado sobre la tasa de desempleo juvenil es inusualmente alto cinco años después de las reformas".
Este impacto positivo de la reforma laboral sobre la creación de empleo habría permitido una mejor redistribución de la renta justo hacia el grupo social con mayor riesgo de pobreza: los parados. Esto explica que el índice de Gini muestre una evolución favorable a partir del año 2012. "El impacto estimado de las reformas del mercado laboral en el índice de Gini es sustancial", apunta el FMI. Sin embargo, el organismo sí ha detectado que durante los primeros años de la recuperación sí aumentó la brecha entre el 20% con mayores ingresos y el 20% con menores ingresos.
Una explicación puede ser que los ciudadanos que salieron del desempleo al paro abandonaron automáticamente el grupo del 20% más pobre, de modo que en este grupo se quedaron los desempleados, que todavía siguen siendo muchos. Este grupo social empezó a mejorar a partir de 2015, precisamente cuando comenzó a reducirse el desempleo de larga duración, aunque la tasa de desempleo todavía supera el 14% de la población activa.
En cuanto a la tasa de riesgo de pobreza, el FMI explica que el análisis "ofrece evidencia de que la tasa de población en riesgo de pobreza no se deterioró como consecuencia de las reformas". En todo caso, la evolución del riesgo de pobreza en España habría sido algo más favorable a partir de la reforma laboral, aunque de forma leve. De ahí que la principal conclusión es que el impacto fue neutro sobre la pobreza.

Efectos negativos

El FMI sí que encuentra un efecto negativo de la reforma laboral, el aumento de la parcialidad involuntaria. Las medidas de flexibilidad aprobadas en 2012 fueron encaminadas a que el ajuste de la demanda de trabajo se realizara por la vía de la intensidad laboral (horas de trabajo) y no por la vía del despido. Sin embargo, posteriormente muchas empresas optaron por contrataciones a tiempo parcial, lo que introdujo un importante elemento de precariedad en el mercado laboral.
El FMI explica que su análisis muestra "algún efecto negativo, pero no siempre estadísticamente significativo, de las reformas del mercado laboral sobre indicadores de margen intensivo del empleo". En concreto, el Fondo ha localizado que la jornada media de trabajo se habría reducido desde la aprobación de la reforma laboral. Sin embargo, este efecto estadístico podría estar influido por el hundimiento de la construcción y el auge de los servicios de menor valor añadido. El porcentaje de parcialidad en la construcción es muy bajo, sin embargo, en la hostelería, el comercio o los cuidados de mayores es muy alto. De ahí que el efecto composición tenga también una gran incidencia sobre esta estadística.
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Entre los aspectos más importantes de la reforma laboral, el Fondo señala precisamente aquellos que el Ministerio de Trabajo quiere derogar en los próximos dos meses. La prevalencia del convenio de empresa frente al sectorial, la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos y la flexibilización de los descuelgues de convenio son algunos de los principales puntos de la reforma laboral que ayudaron a mejorar la flexibilidad laboral para las empresas, explica el organismo. Todos ellos serán derogados (o revisados) en las próximas semanas, según ha adelantado el Ministerio de Trabajo.

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