sábado, 29 de febrero de 2020

El Gobierno pone límites a las promociones en los supermercados

Lo de este gobierno no tiene nombre. El grado de instrusismo contra todas las libertades y derechos de las personas y de sus relaciones con terceros alcanza cada día un nuevo nivel. Socialismo pasito a pasito en lo privado, en lo económico y en lo social. 

Pero la propaganda y la manipulación de términos no tiene fin. Y cómo no la hipocresía. Se presentan como defensores de la libertad y de los derechos de las personas, pero limitan crecientemente las libertades, imponiendo qué puede hacer uno y qué no y prohibiendo la libre interacción entre las partes (cliente y vendedor), el derecho a la propiedad...Tu no tienes derecho a elegir. Ellos te imponen cómo puedes actuar. 

Se presentan como enemigos de los privilegios, de las injusticias impuestas a la fuerza, de la desigualdad, pero imponen privilegios a la fuerza en favor de un lobby de turno (o eso se cree el lobby porque las consecuencias a largo plazo de tal medida es drámatica para su sector en un mundo globalizado y tendente a la exportación) y contrario al último eslabón de la cadena de valor del producto y por supuesto, contra los consumidores. Actúan como árbitros favoreciendo a unos frente a otros, no siendo neutrales. Corrupción legislativa. 


Y por supuesto se presentan también como defensores de los menos pudientes, de los más necesitados, con discursos diarios de que la gente no llega a fin de mes y del aumento del coste de la vida (debido precisamente a las políticas monetarias de manipulación del dinero y de emisión monetaria de la que tan a favor están mientras se quejan de sus consecuencias, porque les permite comprar votos, enriquecerse y endeudarse más a costa de la gente que sufre de dicha inflación). Y a la vez, no se les cae la cara de vergüenza mientras aumentan por ley los precios de los productos (para sufragar costes de productores y prohibiendo los descuentos, ciertas ofertas, prohibir por debajo de coste de producción de otro eslabón previo...) y de los impuestos para sufragar subvenciones crecientes (rebajas de PER de 35 a 20 jornadas de trabajo al año para cobrar el subsidio, lo que dispara el fraude, los impuestos, la improductividad, el desempleo, el clientelismo, el regreso social, la pésima asignación de recursos...) y de algo tan básico como los alimentos, afectando a decenas de millones de personas que verán más caro una parte esencial de su cesta de la compra. Y algunas de las consecuencias de estas medidas son destructivas para los incentivos a la mejora de la productividad, la eficiencia, la competitividad...lo que a largo plazo llevará a problemas irresolubles para el sector agrario, haciéndole más caro, costoso, dependiente, clientelar y ruinoso para todos. Populismo en vena con la podemización política...Es lo contrario a la economía del bienestar. No pones al productor a las órdenes del consumidor (un proceso de libertad), sino al revés, al consumidor a las órdenes del productor (bajo la coacción). Y las consecuencias y los incentivos perversos de todo esto son enormes. 

Y luego, conforme la vida va siendo más difícil con cada medida inoculada, la culpa de todo, no nos preocupemos que será del chivo expiatorio que se quiera elegir echando balones fuera, menos lo que es. 

La Argentinización de España en el día a día, con el aplauso y aceptación de la propia población...y de esa maraña ideológica y clientelar no se sale.




Artículo de Libre Mercado: 
"Que se vendan dos cajas de detergente y se regale una botella de aceite con ellas va a quedar prohibido", ha explicado Luis Planas.
El ministro de Agricultura, Luis Planas | Cordon Press
Golpe del Gobierno a las promociones en el supermercadoEl Ejecutivo de Pedro Sánchez ha aprobado en Consejo de Ministros un real decreto ley de medidas urgentes en materia de agricultura, que va a poner coto a determinadas rebajas de alimentos en las tiendas.
Con la excusa de favorecer a los agricultores, que llevan varias semanas de protestas en las calles, los socialistas van a regular aún más a un sector hiperregulado y van a obligar al consumidor final a rascarse el bolsillo para ello. "Que se vendan dos cajas de detergente y se regale una botella de aceite con ellas va a quedar prohibido porque es una devaluación de nuestro aceite" ha asegurado el ministro de Agricultura, Luis Planas. La limitación de las promociones comerciales va a ser uno de los cuatro pilares de la nueva norma, que pasa por modificar la Ley de la Cadena Alimentaria.

Prohibición de la venta a pérdidas

Entre las principales medidas aprobadas figuran la prohibición de la venta a pérdidas. "Se prohíbe la destrucción de valor en cada elemento de la cadena, ni la industria ni la distribución podrá vender por debajo del precio que haya costado producirlo, con la excepción de productos perecederos para evitar el despilfarro alimentario", ha afirmado Planas.
La nueva norma también obliga a que cada operador abone al inmediatamente anterior un precio igual o superior al coste de producción del producto. Asimismo, se previene que el operador que realice la venta final del producto al consumidor pueda repercutir a ninguno de los operadores anteriores su riesgo empresarial derivado de su política comercial en materia de precios ofertados al público.
También se prevé como novedad destacada la inclusión del coste de producción en el precio como elemento mínimo de los contratos. En la Ley originaria se tiene en cuenta en la composición del precio, el conjunto de factores objetivos, verificables, no manipulables que deben ser expresamente establecidos en el contrato, si bien no incluye expresamente un factor que se considera esencial para determinación como es el coste de producción.
Con el fin de asegurar el cumplimiento de esas premisas, la norma incorpora una lista ejemplificativa de elementos a considerar para las explotaciones agrarias -tales como semillas, fertilizantes, pesticidas, energía o maquinaria- e índices que, entre otros, puedan emplearse para asegurar esa objetividad en su determinación, como los publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Asimismo, la norma recoge una fiscalidad más fraccionada en los pagos de los jóvenes agricultores por las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC), que ahora podrán abonar en cuatro años. En consecuencia, se adapta la normativa del IRPF para permitir en este supuesto al igual que ya sucede en otros análogos, tributar en varios ejercicios.

Menos peonadas en el campo

Por otro lado, el Gobierno también ha aprobado reducir a 20 el número de peonadas exigidas en Andalucía y Extremadura para el subsidio por desempleo, una bonificación de los contratos indefinidos en el campo y medidas para facilitar el acceso de la Inspección de Trabajo a los alojamientos de los temporeros.
La rebaja de las peonadas y la bonificación de los contratos indefinidos se han incluido en el Real Decreto Ley de Medidas Urgentes para la Agricultura, Pesca y Alimentación.
Aparte, el Gobierno ha aprobado facilitar el acceso de la Inspección de Trabajo a viviendas y locales de descanso puestos a disposición de los trabajadores, para "dar respuesta" a la denuncia del relator de Naciones Unidas sobre la situación de "extrema pobreza" que viven los eventuales del campo, según la misma fuente.
Para ello, se permitirá a la Inspección entrar y revisar las condiciones de estas viviendas, aunque se encuentren fuera del lugar laboral.
El cambio normativo, "totalmente respetuoso con la inviolabilidad del domicilio, puesto que no altera la necesidad de consentimiento expreso de las personas que habiten en el mismo o la autorización judicial", va en la línea de garantizar unas condiciones laborales dignas y reforzar la idea del trabajo decente, según Trabajo.
La autorización no solo se limita a albergues para los temporeros agrícolas, sino que se amplía al ámbito de actuación de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
En el caso de la reducción de las peonadas para acceder al subsidio por desempleo y para la renta agraria en Andalucía y Extremadura, bajarán de 35 a 20.

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