Guerrero iroqués escalpando |
"Aparecido en Executive
Alert, septiembre-octubre de 1999
Traducción de Jaime Luis
Zapata
Desde que Cristóbal Colón
alcanzó el Nuevo Mundo, los intelectuales occidentales han estado fascinados por
la idea de que, en alguna parte de la Tierra, la gente vive en una situación de
simplicidad e inocencia, libre de las influencias corruptoras de la civilización
occidental.
Pero la idea de que los pueblos
nativos son conservacionistas naturales que viven en armonía con la naturaleza
no está apoyada por los hechos. Por ejemplo, grandes poblaciones de animales de
caza han sido llevadas al borde de la extinción local en la mayoría de las
reservas indias occidentales.
Los activistas ambientales responden diciendo que los pueblos nativos vivían de un modo sostenible, hasta que el contacto con el hombre blanco destruyó las formas tradicionales. No obstante, la evidencia histórica sugiere que los pueblos nativos siempre han hecho un impacto masivo en sus ambientes, a menudo de formas perjudiciales.
-Los
indios americanos quemaron bosques repetidamente para crear las praderas que
luego serían los hogares de los animales que querían cazar.
-Los
aborígenes australianos llevaron a la extinción a muchas especies animales,
incluyendo los canguros gigantes.
-Cuando
los maorís llegaron a Nueva Zelanda, se comieron, a medida que avanzaban, a
todas las 12 especies de pájaros moa gigantes.
Los usos a los que los pueblos
nativos ponían su caza también podría mostrar el mismo amor por la ostentación
que supuestamente caracteriza a las sociedades consumistas occidentales. Por
ejemplo:
-Algunas
de las aves extintas de Hawái terminaron en hermosas capas de plumas, algunas de
las cuales contenían plumas de 80.000 aves.
-Las
mujeres de la tribu Indio Cuervo llevaban vestidos ceremoniales decorados con
700 dientes de alce, lo que quería decir que cada traje requería 350
alces.
A lo largo de los años, el buen
salvaje ha sido capturado por la propaganda agresiva para muchas causas
occidentales, desde la libertad política y la abolición de la propiedad privada
hasta el amor libre y la sociedad permisiva.
Estas fantasías pueden tener
serias consecuencias. A los indios Kayapó de Brasil y los Yuqui de Bolivia se
les entregaron derechos de tierra luego de ser dibujados como protectores del
paisaje. Cuando comenzaron a explotar los recursos naturales de manera muy
semejante a como cualquier persona lo haría, se llevaron a cabo esfuerzos para
quitarles sus derechos sobre la base de que no se estaban comportando como
buenos eco-salvajes.
Fuente: Robert Whelan, “In Wild Woods: The Myth of the Noble Eco-Savage”, Mayo de 1999, Institut of Economic Affairs, 2 Lord North Street, Londres SWIP 3LB, (O171) 799-3745.
Edición en español: Robert Whelan, Indómito
en los bosques. El mito del buen salvaje en el ecologismo, 1999, Universidad
Finis Terrae, Santiago."
Fuente: Propiedad Privada
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