miércoles, 24 de abril de 2013

El Estado se queda como mínimo con al menos el 40% (alcánzandose mucho más) de lo que una empresa invierte por cada trabajador. (Política, Economía. 1.481)

Este es una muestra de lo que supone el Estado y sus impuestos sobre el empleo y la capacidad adquisitiva de los ciudadanos, creando una tremenda barrera a la creación de empleo, encareciéndo la creación de empleo, la produción, la competitividad y el ahorro de manera drástica.

Solo hay que observar cuánto podría cobrar un trabajador y por tanto disponer, o cuántas personas más podrían trabajar si el Estado no metiera sus manos e impusiera a la fuerza muchas obligaciones.

Como publica  El Economista:

"Una de las principales fuentes de recaudación de impuestos que tiene el Estado son los empleos, lo que a su vez dificulta su creación. De hecho, el Gobierno se queda mensualmente con el 40% de la cantidad total que una empresa invierte en un trabajador. Y esto sucede mediante dos vías: los impuestos que directamente paga el trabajador y que se descuentan del sueldo bruto y los seguros sociales que la empresa paga directamente por el empleado.

El pago directo a la Seguridad Social es un gasto cconsiderable para las empresas, ya que tienen que desembolsar por este concepto entre el 31% y el 35% del salario bruto mensual del trabajador (incluyendo las pagas extras).

Así, si se toma como ejemplo un sueldo bruto mensual de 1.750 euros (con las pagas extras prorrateadas), resulta que una empresa tendrá que pagarle de Seguridad Social por ese trabajador entre 542 a 612 euros todos los meses. De este modo, si se suman el sueldo bruto y este impuesto, la empresa tendrá que gastar al mes 2.292 euros por ese trabajador (teniendo en cuenta el pago mínimo del 31% en Seguridad Social).

¿Cuánto recibe el trabajador?

Y de esos 2.292 euros que invierte la empresa en un trabajador, ¿cuánto recibe realmente éste? Pues descontando todos los impuestos que a su vez tiene que pagar el empleado y que se descuentan del salario bruto (IRPF, Seguridad Social, aportación al desempleo y aportación a la formación), solo llegan a su bolsillo 1.393 euros netos.

Es decir, que el empleado realmente recibe el 60% de lo que la empresa tiene que desembolsar por él todos los meses en conceptos relacionados con su sueldo.

Los otros costes

Por otro lado, existe una norma genérica y que no está escrita que señala que el coste de un trabajador para una empresa es un 66% superior al coste mensual con las pagas extras incluidas. Así, y siguiendo el mismo ejemplo que antes, un empleado que tenga un salario bruto mensual de 1.750 euros pude suponer un coste mensual para la empresa de 2.900 euros.

Al coste del pago a la Seguridad Social hay que añadirle otros que son mucho más pequeños pero que también suman tales como los seguros obligatorios, la formación o los servicios de salud (como los reconocimientos médicos).

También se incluyen en estos otros conceptos las provisiones para despidos, bajas médicas y seguros obligatorios, así como el coste de la propia actividad del trabajador como el emplazamiento, las herramientas necesarias, el trasporte..."

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