domingo, 25 de mayo de 2014

Otra de las razones para temer un crash inmobiliario en China

Otro motivo de preocupación para temer un crash inmobiliario en China...


Artículo de La Carta de la Bolsa: 
"Otra de las razones para temer una crisis inmobiliaria china: el 14% de los empleos urbanos de China son en el sector inmobiliario. Hay al menos una cosa muy buena en China en estos momentos: el empleo. Los salarios siguen subiendo, y China se encuentra en una tendencia donde cada vez hay más empleos que trabajadores. Pero eso podría cambiar rápidamente.
La inversión inmobiliaria crea por lo menos el 14% de los empleos urbanos de China. Ya que los alicaídos precios de las viviendas están lastrando la inversión, decenas o tal vez cientos de millones de trabajadores chinos podrían perder sus puestos de trabajo.
Lo hermoso de cualquier boom de la vivienda es que necesita un montón de trabajadores para inflarla. Ese impulso del empleo ha servido también a los líderes chinos. Después de que la crisis financiera de 2008 amenazara con despidos masivos, las autoridades empujaron a los bancos a conceder préstamos a promotores inmobiliarios y de infraestructura. Y funcionó. “En el año 2011, la construcción creó más de la mitad de los nuevos puestos de trabajo de los trabajadores inmigrantes”, escribe Gwynn Guilford de Quartz.
“Es por esto que, aun cuando el crecimiento del PIB de China se desaceleró del 14,2 % en 2007 al 7,5% el año pasado, las oportunidades de empleo todavía son abundantes.
Pero tanta facilidad en la creación de empleo puede acabarse. La caída de las ventas de viviendas puede hacer que esto pueda ocurrir pronto.
¿De cuántos puestos de trabajo estamos hablando? El FMI cree que el 14% del "empleo urbano total", que incluye tanto a los residentes como a los trabajadores inmigrantes, depende de la inversión inmobiliaria. Eso es más o menos 90 millones de personas.
Pero el FMI también calcula que la inversión inmobiliaria impulsa un 12,5 % del PIB. Esa parece una cifra baja según Zhang Zhiwei, economista de Nomura, que sugiere un 16 %, mientras que el analista de Société Générale, Wei Yao, argumenta que el sector de la vivienda por sí solo genera el 20% de la producción de China. Si fuera así, la proyección de empleo del FMI puede haberse quedado corta, lo que significa que podrían perderse decenas de millones más de puestos de trabajo.
Más allá de los números absolutos, otra preocupación es que los trabajadores más afectados serían los menos cualificados, los trabajadores con una menor educación, sus 269 millones de "inmigrantes rurales".
Aunque la mayoría de los inmigrantes trabajan en las ciudades, bajo el sistema de registro de hogares de China, o hukou, su nacimiento en el campo los clasifica como "rurales". Eso hace que tengan más limitaciones para recibir servicios sociales que los residentes "urbanos”, como servicios de salud o educación.
El año pasado, "los trabajadores rurales inmigrantes" ganaron una media de 11,7 yuanes (1,37 euros) por hora. Menos del 1% tenía una vivienda en propiedad.
Por eso es preocupante que estos inmigrantes dependan en gran medida de la construcción para trabajar,

La construcción no sólo se ciñe a los apartamentos de lujo; también hay desarrollo de infraestructuras. Pero las infraestructuras están estrechamente relacionadas con las viviendas. Las autoridades locales necesitan vender terrenos para financiar proyectos de infraestructura para reactivar el empleo.
La caída de la demanda significa que ya están en apuros para vender nuevas parcelas. Si esto continúa, la financiación de infraestructuras se agotará.
En 2005, en el pico del boom inmobiliario en EE.UU., la construcción residencial soportaba directamente el 5,1% del empleo total, o 7,4 millones de puestos de trabajo. En 2008, se habían perdido una tercera parte de esos puestos de trabajo.
Desafortunadamente para China, la experiencia de Estados Unidos es probablemente el mejor de los casos. No sólo es que China tenga al menos tres veces más dependencia de la inversión inmobiliaria, sino que el gobierno ya ha agotado las medidas de estímulo que podrían ayudar a que suavizar los efectos de la crisis inmobiliaria al estilo estadounidense. China también es más grande. Puede parecer obvio, pero 3 millones de frustrados trabajadores sin  empleo no son tan temibles como 30 millones.”
Fuentes: Gwynn Guilford - Quartz

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