Un interesante análisis de José Luís González Quirós sobre el reciente terremoto electoral, y cuyas repercusiones serán profundas y duraderas.
Artículo de Libertad Digital:
"Las elecciones europeas que ayer se celebraron en España han supuesto un auténtico terremoto electoral cuyas repercusiones serán profundas y duraderas. El descalabro de los dos grandes partidos es mayor aún del que resultaba previsible y ninguna maniobra de maquillaje hará posible que se olvide. Ya pueden esforzarse la vicepresidenta y la secretaria general –y presidenta de Castilla La Mancha, que es mujer de inagotables capacidades– en disimular el descalabro, que la herida inferida al PP de Rajoy no se cura con monsergas. Tampoco el PSOE está para bromas, pero al menos no se empeña en presentar el resultado como un éxito.
El electorado español ha girado a la izquierda de manera espectacular y ese es un mérito que nadie podrá disputarle al Gobierno de Rajoy, que ha conseguido que el PP aparezca como un partido en liquidación, o al menos eso es lo que van a pensar desde esta noche los miles de cargos electos que se ven en la calle en los próximos meses, porque no cabe esperar que este desastre amaine por arte de birlibirloque. En Madrid, por ejemplo, donde se han perdido casi la mitad de los votos respecto a las elecciones europeas de 2009, se antoja punto menos que imposible mantener el Gobierno de la Comunidad y la victoria en los grandes ayuntamientos.
Si la derecha hubiese obtenido este resultado después de acometer reformas de auténtico calado, tal vez cabría una disculpa, pero conseguir el ascenso de una izquierda radical y el abandono de un altísimo porcentaje de los votantes propios por no haber hecho nada medianamente serio no es un mérito al alcance de cualquiera. El panorama se describirá como de crisis del bipartidismo, porque somos muy dados a repetir los tópicos, pero lo que es realmente espectacular es el destrozo de la sólida mayoría política del PP a cambio de nada.
Es verdad que aparecen pequeños partidos, pero sobre todo en la extrema izquierda. El Gobierno de Rajoy y sus habilidosas terminales mediáticas se han encargado de silenciar a Vox, consiguiendo dejarlo fuera de la Eurocámara por menos de dos décimas, y de potenciar a Podemos, seguramente con el astuto propósito de perjudicar a la izquierda. Dejando aparte que esto se parece a provocar un infarto para combatir un cáncer, muestra bien a las claras las delirantes maniobras que, al parecer, se enderezan exclusivamente a poder seguir diciendo que el PP ha ganado las elecciones.
Seguramente se dirá que las urnas expresan el desafecto de los ciudadanos por cualquier conjunto de razones, hay donde escoger, pero sería hacer un reconocimiento cicatero de los méritos del Gran Timonel, sea quien fuere, porque no conviene olvidar que el PP ha desaparecido prácticamente del País Vasco y de Cataluña, mientras que ERC gana por primera vez unas elecciones generales en esta última región. Se trata, por tanto, de algo más que un desastre, es un terremoto de proporciones desconocidas, aunque de causas bastante obvias. Resulta que, cuando las cosas se hacen mal y contra lo que se ha dicho que se haría, los propios te abandonan y los contrarios te toman por necio, porque les parece, con razón, que Montoro no es la persona más adecuada para hacer la política de izquierdas que ha venido haciendo. En esto, al menos, tendríamos que ponernos todos de acuerdo."
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