Más de lo mismo de siempre. Emplear la coacción estatal para extraer a la fuerza el dinero del ciudadano y emplearlo en beneficio propio y de empresas cercanas al poder pero siempre vendiéndolo con un buen fin.
El robo siempre es más fácil cuando se le disfraza de solidaridad.
Es un denominador común de todas estas agencias (incluidas multitud de ONG, que no tienen nada de Organización No Gubernamental y sí mucho de Gubernamental pues actúan como lobby ante ellas para extraer más recursos del ciudadano), donde más de la mitad de los recursos son salarios propios y de la otra mitad solo una parte residual llega a su supuesto objetivo (cuando llega).
Pero es lo que ocurre, pues es el incentivo natural (que no se evita cambiando personas) de que el dinero del ciudadano pase de manera obligada (y cada vez quitándole más dinero) y sin capacidad de elección o decisión por manos públicas ocurra lo que ocurra...
Artículo de Libre Mercado:
Escándalo en el Banco Mundial. Una de las filiales del organismo multilateral (la Corporación Financiera Internacional) ha sido pillada aportando importantes cantidades de dinero al desarrollo de hoteles y resorts de lujo.
Los hechos se remontan a 2011, cuando esta entidad dedicada a prestar apoyo al desarrollo de los países más necesitados del Tercer Mundo comprometió importantes sumas de dinero para estos polémicos proyectos.
Como explicó ProPublica, un portal especializado en investigaciones periodísticas, "caso tras caso vemos que el veredicto es el mismo: los fondos para el desarrollo se consignan a proyectos con grandes corporaciones que acaban financiando hoteles de lujo o centros comerciales de alto standing".
La filial del Banco Mundial cuenta con una capitalización de 2.400 millones de dólares, inyectados por los contribuyentes de los países miembros de la organización multilateral. De acuerdo con las auditorías independientes que se han realizado, menos de la mitad de los proyectos están involucrados con la lucha contra la pobreza.
Estas evaluaciones llegan al punto de afirmar que apenas el 13% de los 500 proyectos gestionados por la Corporación Financiera Internacional "tienen objetivos explícitamente ligados a la ayuda al desarrollo de los más pobres". Analizando ese 13%, el informe subraya que el impacto de dichos proyectos en las economías locales fue "limitado".
Megaproyectos como el Hotel Mövenpick de Accra, ubicado en un exclusivo distrito de la capital de Ghana, han sido puestos como ejemplo por parte del Banco Mundial. En enero de 2012, la organización afirmó que hoteles como el Mövenpick "tienen un rol crítico en el desarrollo de los países".
Evidentemente, constituir una industria turística competitiva puede ayudar a sacar un país adelante, especialmente cuando la cualificación de la mano de obra no está a la altura de las economías más prósperas. Sin embargo, el director de la Corporación Financiera Internacional ha reconocido que el empleo generado por estos proyectos es limitado: en el caso del resort Mövenpick, apenas fue capaz de identificar la creación de seis puestos de trabajo entre las capas más necesitadas de la sociedad.
Tampoco se pueda decir que esta inversión pública haya podido abrir el camino para la llegada de actores privados, ya que en Accra hay más de una docena de hoteles de gran lujo que cumplen ese rol sin recibir por ello ningún céntimo de los contribuyentes de los países desarrollados que aportan los fondos para el funcionamiento del Banco Mundial y sus filiales.
El caso del Hotel Mövenpick no es un ejemplo aislado. La Corporación Financiera Internacional también ha reconocido que dedicó 20 millones de dólares a desarrollar "cinco hoteles de lujo en Kenia", incluyendo campos de golf, piscinas climatizadas y hasta un servicio de safari para los clientes.
No solamente vemos este tipo de operaciones en el ámbito hotelero. Otro caso que ha levantado revuelo es la operación de 115 millones de dólares que dedicó esta filial del Banco Mundial a un paquete financiero destinado a impulsar la expansión de Vodafone en Ghana. ¿Había o no un problema de cobertura telefónica en el país africano? No parece que fuera el caso: cuando se cerró la operación había al menos seis operadores nacionales en funcionamiento.
Los fondos de la CFI se triplican
De acuerdo con las cifras de la última década, la financiación que el Banco Mundial consigna a las actividades de la Corporación Financiera Internacional no solamente no se ha reducido, sino que se ha multiplicado por tres.En el año 2000, el 13% de todo el presupuesto de gastos del Banco Mundial terminaba en las manos de esta entidad. Sin embargo, las cifras de inversiones para 2013 elevan esta cuota hasta el 35%, un notable aumento que contrasta con las crecientes sospechas en torno a los proyectos financiados por esta vía.
Se calcula que más del 60% de la cartera de la Corporación Financiera Internacional está invertida en empresas financieras, en vez de estar consignada a proyectos que inviertan directamente en operaciones de desarrollo.
A pesar de las críticas, una portavoz de la entidad ha declarado que el trabajo de esta filial del Banco Mundial apoya "a millones de personas" y llega a "pequeñas empresas que, de otra forma, no podrían recibir ayuda".
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