lunes, 27 de abril de 2015

Gráficas para el optimismo: El desarrollo económico, en perspectiva

Diego Sánchez de la Cruz en el siguiente artículo diversas gráficas sobre la evolución de la economía global/calidad de vida en los dos últimos siglos/décadas.
Artículo de su blog personal
A menudo escuchamos que la pobreza va en aumento y que el rumbo que sigue la economía global tiene un impacto negativo en la calidad de vida de las personas. En realidad, aunque estamos lejos de vivir en un mundo perfecto, lo cierto es que los dos últimos siglos han permitido una gran transformación que, de hecho, se ha acelerado en las últimas décadas.
A nivel mundial, el alcance de la pobreza ha pasado de los niveles del 80-90% que se registraban en 1820 a las tasas inferiores al 20% en las que nos movemos en la actualidad, de acuerdo con los estudios del Banco Mundial y de los economistas Bourguingnon y Morrison.
Región por región vemos que este descenso es generalizado: aunque vayamos a los continentes más afectados por la miseria, caso de África o Asia, el rumbo de las últimas tres décadas arroja una evolución francamente positiva. Así lo muestran los datos del Banco Mundial:
Conforme la miseria va a menos, la distribución de ingresos a nivel mundial refleja un auge de la nueva clase media y una caída progresiva en el número de personas que caen en los umbrales de renta más modestos. Lo vemos en la siguiente gráfica del proyecto Our World in Data:
A pesar del crecimiento continuado de la población, la caída de la pobreza se mantiene incluso en términos absolutos. Esto significa que no solamente hay menos pobreza “relativa”: también si contamos el número de personas con un ingreso inferior a los umbrales de miseria comprobamos que la incidencia ha ido a menos desde 1970. Lo vemos en la siguiente gráfica de Xavier Sala i Martín:
El rápido desarrollo de muchos países empujó al alza la tasa global de desigualdad. Su ritmo creciente, apreciado desde los años 80 hasta finales de los 90, ha ido corrigiéndose en la última década. Así queda reflejado en la gráfica siguiente, compilada por Peter Larson:
Estos avances socioeconómicos permiten que el número de horas trabajadas vaya a menos. Como vemos, en los años 50 el empleado medio pasaba 2.250 horas al año en su puesto de trabajo; la media global actual ronda las 1.800 horas. Lo vemos en la gráfica que sigue, elaborada con datos de la OMT:
En el campo de la mortalidad infantil también hay avances importantes. El mapa superior de los dos que vemos a continuación muestra su incidencia en 1960, con colores azulados allí donde los niveles eran bajos y tonos rojizos en los países que salían peor parados.
Felizmente, la situación actual es mucho más positiva: de un mundo en el que la mortalidad infantil era generalizada para muchos continentes hemos pasado a uno en el que esta lacra está presente en cada vez menos países. Lo vemos en el segundo de los dos mapas que se muestran a continuación, ambos elaborados por Max Roser, de la Universidad de Oxford.
Esto permite que la esperanza de vida haya aumentado de forma significativa. La gráfica siguiente muestra su evolución entre los años 1000 y 2000: en azul oscuro vemos la media global, en azul claro la de las economías de la OCDE y en naranja la del resto de países del mundo. Los datos forman parte del libro “Poverty and progress”, de Deepak Lal:
También las enfermedades tienen una incidencia mortal cada vez más baja. La revista médica The Lancet ha medido el número de años perdidos anualmente debido a la mortalidad derivada de afecciones tan dispares como la malaria, la tuberculosis, el sida o las enfermedades del corazón. A pesar del crecimiento de la población mundial, la cifra total ha caído de 37.500 a 26.000 entre 1990 y 2013:

Esta revolución quedaría incompleta si no fuese de la mano de un aumento del uso de la tecnología. Como vemos en la gráfica que sigue, la tasa global de acceso regular a internet ha llegado ya al 30%, mientras que en EEUU y la Unión Europea alcanza el 70%.


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