miércoles, 15 de abril de 2015

Galeano rectifica y los idiotas pierden su biblia

Carlos Alberto Montaner al respecto de la retractación de Eduardo Galeano sobre su obra "Las venas abiertas de América Latina" que tanto ha marcado a la sociedad y clase política de Latinoamérica, y que tan profundamente erróneo fue, como mostró su autor, tras reconocer que lo escribió de joven cuando no tenía conocimientos de economía. 

Eduardo Galeano se retractó. Eduardo Galeano es un exitoso escritor uruguayo de 73 años, autor del libro de divulgación económica sobre América Latina más reeditado y citado: Las venas abiertas de América Latina. Este fue el libro que Chávez regaló al presidente Obama cuando se encontraron en Trinidad en 2009. En ese momento Chávez declaró que el libro de Galeano le había ayudado a entender la realidad latinoamericana. Galeano, sin embargo, hace unos días se retractó de su contenido. Explicó que cuando lo escribió, en una prosa que ahora le parece mala, era muy joven y no sabía nada de economía.
Celebro que Galeano haya tenido la gallardía de rectificar. En 1996, junto a Álvaro Vargas Llosa y Plinio Apuleyo Mendoza, escribí un libro, convertido luego en best seller, titulado Manual del perfecto idiota latinoamericano, que llegó a vender medio millón de ejemplares. Parece una cantidad grande, pero en realidad son muchos menos de los que ha vendido la obra de Galeano, que se utiliza como texto en varias universidades, lo que acaso explica la pobre perspectiva que prevalece en el mundo académico sobre nuestros problemas económicos. El tercer capítulo de nuestro Manual… se titula "La biblia del idiota" y está dedicado a explicar lo que ahora confirma el propio Galeano: que su autor sabe muy poco de economía, y lo poco que cree saber es totalmente erróneo.
El título de la obra de Galeano explica la tesis central de la misma: Las venas abiertas de América Latina. Galeano cree que América Latina es pobre y subdesarrollada porque los poderes imperiales, especialmente Estados Unidos, le chupan la sangre, es decir, la explotan. ¿Y cómo la explotan? Pues comprándole sus recursos naturales a precio de saldo, vendiéndole productos manufacturados muy caros y no dejándole desarrollarse.
Galeano, en este libro, creía en la Teoría de la Dependencia: el centro económico del planeta, suponía, asignaba al Tercer Mundo un papel secundario. Es decir, Galeano, como tantos izquierdistas, tenía –no sé si todavía tiene– una visión conspirativa de la historia. No se había detenido a pensar por qué otras naciones pobres de la periferia, como Corea del Sur, Taiwán, Singapur o Hong Kong, habían salido de la miseria sin que nadie lo impidiera. Algo que también podría decirse de Israel y, en América Latina, de Chile. La verdad es que el desarrollo y la prosperidad son electivos. Una sociedad puede elegir hacer las cosas bien durante un par de generaciones y logrará despegar; o puede elegir lo contrario y se hundirá.
Curiosamente, la rectificación de Galeano llega en el momento en que Plinio Apuleyo Mendoza, Álvaro Vargas Llosa y yo, de la mano de Planeta, publicamos en Colombia un nuevo libro, titulado Últimas noticias del nuevo idiota iberoamericano. Esta es la tercera secuela del Manual…, tras Fabricantes de miseria y El regreso del idiota.
Me gustaría creer que parte de la educación de Galeano y de su rectificación vienen del examen de estos libros. Si es así, ha valido la pena haberlos escrito.

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