El PP ha presentado un plan de subidas salariales para contentar al lobby funcionarial. Es más, tras esta noticia, ha subido aún más su oferta otro 0,50% extra, lo que rondaría un incremento del 8% en los próximos tres ejercicios.
¿Cuánto nos supondría esta subida arbitraria del sueldo del empleo público al contribuyente (que recordemos cobra en promedio muchísimo menos y trabaja bastantes más horas, y que ha sufrido una merma en desempleo, salarios y poder adquisitivo y condiciones de vida mucho mayor al empleado público?
¿Es justo que mientras la masa salarial del trabajador privado ha decrecido considerablemente, mientras que su esfuerzo fiscal ha aumentado a máximos históricos tenga que desembolsar decenas de miles de millones extras en los próximos años para pagar salarios y dar un puesto de trabajo a gente que vive mucho mejor que él, y que supuestamente trabaja a tu servicio? Y todo esto teniendo en cuenta que el dinero destinado a pagar salarios del empleo público durante la crisis (pese a los recortes de que se quejan) ha aumentado en 11.600 millones de euros desde el 2007 (que salen de los impuestos del ciudadano de a pie, y que supone que muchos vayan a la calle por dejar de ser rentable ante tanto impuesto y deuda.
Y hay que añadir que se reintegró la paga extra eliminada en un año concreto y se ha anunciado más de 20.000 nuevas plazas para el 2017 (con los miles de millones de costes estructural adicional que cargará sobre los hombros de los trabajadores del sector privado y las consecuencias diversas que de ello se deriva.
Tampoco hay que olvidar que se exige reducir aún más (manteniendo el salario) las horas trabajados por los funcionarios (muchos mantienen esas horas hoy), lo que implica mayores salarios reales, peor atención al ciudadano y más costes para él si hay sustitución.
¿Es esta la solidaridad de la que se suele hablar, precisamente por quienes más apoyan todo esto, en muchos casos, afectados positivamente de manera directa? No tendría que ir justamente en la dirección contraria si fuera coherente?
Y todo ello en el país con el mayor déficit de Europa (4,54% en 2016), que sigue incumpliendo año tras año. Es decir, seguimos gastando cerca de 50.000 millones más cada año de lo que ingresamos (pese a alcanzar el récord de recaudación históricamente más alto, tras haberse subido los impuestos a niveles nunca vistos. Pero nada, gastemos mucho más lo que no tenemos y destruyamos el tejido productivo y el ahorro (en mínimos desde 1999, primer año de medición de la serie histórica) y capacidad adquisitiva de los ciudadanos, haciéndonos cada vez más dependientes de la teta estatal (el camino perfecto a la miseria y a la falta de autonomía, independencia, libertad y progreso).
Y por último, no se puede obviar que la deuda pública española "oficial" (pues es mayor al no contabilizarse como tal diversas partidas que son deuda) sigue marcando nuevos máximos mes tras mes , sin ninguna intención de hacer nada al respecto, mientras se sigue torpedeando los pilares que sostienen la economía española con más y más partidas de gasto y con más y más compras de votos con el dinero ajeno (mientras hundes en la miseria poquito a poco a ese ajeno).
Un déficit y una deuda que siguen creciendo sin control pese a todos los vientos de cola (crecimiento del PIB por encima del 3%, fuerte y mayor al esperado crecimiento del empleo, caídas de partidas contracíclicas como gasto por desempleo), tipos de interés en mínimos históricos a costa de la gestación de una brutal burbuja de deuda y activos financieros), petróleo en niveles bajos, récord de turismo y exportaciones...
Cuando vengan mal dadas, el balance de los bancos centrales no sea controlable, la inflación suba y en consecuencia los tipos de interés, hay algún fuerte shock externo (Korea del Norte, deuda china, implosión deuda, desconfianza en divisas, shock petróleo, recesión EEUU...?) volveremos a ver al rey desnudo, y volveremos a pagar muy muy caro todo el despropósito político de todos los partidos (pues desgraciadamente todos reman en la misma dirección ya sea en mayor o menor grado).
Las justificaciones, por supuesto, serán las mismas de siempre, al igual que los chivos expiatorios.
Manuel Llamas expone el plan en el siguiente artículo.
¿Cuánto nos supondría esta subida arbitraria del sueldo del empleo público al contribuyente (que recordemos cobra en promedio muchísimo menos y trabaja bastantes más horas, y que ha sufrido una merma en desempleo, salarios y poder adquisitivo y condiciones de vida mucho mayor al empleado público?
¿Es justo que mientras la masa salarial del trabajador privado ha decrecido considerablemente, mientras que su esfuerzo fiscal ha aumentado a máximos históricos tenga que desembolsar decenas de miles de millones extras en los próximos años para pagar salarios y dar un puesto de trabajo a gente que vive mucho mejor que él, y que supuestamente trabaja a tu servicio? Y todo esto teniendo en cuenta que el dinero destinado a pagar salarios del empleo público durante la crisis (pese a los recortes de que se quejan) ha aumentado en 11.600 millones de euros desde el 2007 (que salen de los impuestos del ciudadano de a pie, y que supone que muchos vayan a la calle por dejar de ser rentable ante tanto impuesto y deuda.
Y hay que añadir que se reintegró la paga extra eliminada en un año concreto y se ha anunciado más de 20.000 nuevas plazas para el 2017 (con los miles de millones de costes estructural adicional que cargará sobre los hombros de los trabajadores del sector privado y las consecuencias diversas que de ello se deriva.
Tampoco hay que olvidar que se exige reducir aún más (manteniendo el salario) las horas trabajados por los funcionarios (muchos mantienen esas horas hoy), lo que implica mayores salarios reales, peor atención al ciudadano y más costes para él si hay sustitución.
¿Es esta la solidaridad de la que se suele hablar, precisamente por quienes más apoyan todo esto, en muchos casos, afectados positivamente de manera directa? No tendría que ir justamente en la dirección contraria si fuera coherente?
Y todo ello en el país con el mayor déficit de Europa (4,54% en 2016), que sigue incumpliendo año tras año. Es decir, seguimos gastando cerca de 50.000 millones más cada año de lo que ingresamos (pese a alcanzar el récord de recaudación históricamente más alto, tras haberse subido los impuestos a niveles nunca vistos. Pero nada, gastemos mucho más lo que no tenemos y destruyamos el tejido productivo y el ahorro (en mínimos desde 1999, primer año de medición de la serie histórica) y capacidad adquisitiva de los ciudadanos, haciéndonos cada vez más dependientes de la teta estatal (el camino perfecto a la miseria y a la falta de autonomía, independencia, libertad y progreso).
Y por último, no se puede obviar que la deuda pública española "oficial" (pues es mayor al no contabilizarse como tal diversas partidas que son deuda) sigue marcando nuevos máximos mes tras mes , sin ninguna intención de hacer nada al respecto, mientras se sigue torpedeando los pilares que sostienen la economía española con más y más partidas de gasto y con más y más compras de votos con el dinero ajeno (mientras hundes en la miseria poquito a poco a ese ajeno).
Un déficit y una deuda que siguen creciendo sin control pese a todos los vientos de cola (crecimiento del PIB por encima del 3%, fuerte y mayor al esperado crecimiento del empleo, caídas de partidas contracíclicas como gasto por desempleo), tipos de interés en mínimos históricos a costa de la gestación de una brutal burbuja de deuda y activos financieros), petróleo en niveles bajos, récord de turismo y exportaciones...
Cuando vengan mal dadas, el balance de los bancos centrales no sea controlable, la inflación suba y en consecuencia los tipos de interés, hay algún fuerte shock externo (Korea del Norte, deuda china, implosión deuda, desconfianza en divisas, shock petróleo, recesión EEUU...?) volveremos a ver al rey desnudo, y volveremos a pagar muy muy caro todo el despropósito político de todos los partidos (pues desgraciadamente todos reman en la misma dirección ya sea en mayor o menor grado).
Las justificaciones, por supuesto, serán las mismas de siempre, al igual que los chivos expiatorios.
Manuel Llamas expone el plan en el siguiente artículo.
Artículo de Libre Mercado:
España ya está en precampaña electoral -si es que alguna vez deja de estarlo- y se nota en las medidas y promesa que empiezan a esbozar las distintas formaciones políticas de cara a los comicios locales y autonómicos que tendrán lugar en 2019. El Gobierno del PP no es ajeno [...] y [...] pretende recuperar el apoyo que perdió en su día entre los funcionarios, tras la polémica suspensión de la paga de Navidad en 2012 [...]
Primero reintegró la extra previamente eliminada, luego anunció una histórica oferta de empleo público, con más de 20.000 nuevas plazas para 2017 a las que hay que añadir, además, el plan para convertir en funcionarios a más de 250.000 interinos hasta 2019, así como garantizar una tasa de reposición del 100% en la mayoría de servicios públicos [...] Y ahora le toca el turno a los sueldos y la jornada laboral.
[...] Cristóbal Montoro, ofreció [...] plan de subida salarial a tres años (2018-2020) vinculado al Producto Interior Bruto (PIB). Partiendo de las previsiones que maneja el Ejecutivo, la economía nacional crecerá un 2,6% en 2018, un 2,5% en 2019 y un 2,4% en 2020, de modo que la subida salarial rondaría el 7,5% en los próximos tres ejercicios. [...]
Los sindicatos insisten en la necesidad de recuperar el poder adquisitivo perdido durante la crisis y, puesto que la inflación prevista oscila entre el 1% y el 1,5%, la vinculación al PIB satisfaría, al menos inicialmente, las demandas de los funcionarios. Además, los sueldos públicos subirían en 2018 muy por encima del 1% que se ha venido aplicando en los últimos años.
[...] ¿cuánto costaría el plan del PP para contentar a los empleados públicos [...]
el dinero público destinado a la remuneración de funcionarios y empleados públicos fue de 119.125 millones de euros en 2015, de modo que una subida del 7,5% se traduciría en un coste adicional de casi 9.000 millones de euros hasta 2020 para el conjunto de los contribuyentes.
el dinero público destinado a la remuneración de funcionarios y empleados públicos fue de 119.125 millones de euros en 2015, de modo que una subida del 7,5% se traduciría en un coste adicional de casi 9.000 millones de euros hasta 2020 para el conjunto de los contribuyentes.
Sin embargo, los funcionarios piden más. Los sindicatos alegan que la pérdida total de poder adquisitivo durante al crisis asciende al 20%. Así pues, el Estado tendría que desembolsar cerca de 24.000 millones extra en los tres próximos años en caso de atender tales exigencias.
Pese a ello, cabe recordar que la masa salarial, lejos de reducirse durante la crisis, ha aumentado en unos 11.600 millones de euros desde 2007. De hecho, la partida destinada a remuneraciones públicas siguió creciendo con fuerza hasta 2010, cuando España ya estaba en plena crisis, y sólo descendió a partir de ese momento, especialmente en 2012, cuando se eliminó la extra y se apostó por revertir el aumento de plantillas públicas acometido entre 2008 y 2011, tal y como refleja el siguiente gráfico.
Además, [...] las organizaciones sindicales demandaron la necesidad de recuperar la jornada de 35 horas para aquellas administraciones que así lo decidan, como ha sido el caso de Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, País Vasco o el Ayuntamiento de Madrid. También pretenden aumentar las plantillas públicas por encima de las jubilaciones "en los ámbitos donde sea necesario".
Hacienda, por el momento, no se cierra a nada y se muestra dispuesta a negociar.[...]
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