domingo, 17 de septiembre de 2017

PSOE y Podemos quieren acabar con la libertad de horarios comerciales en las grandes ciudades

Diego Sánchez de la Cruz muestra como PSOE, Podemos y otros grupos (Compromís, PNV y ERC) pretenden acabar con la libertad horaria en las grandes ciudades con la reciente proposición no de ley. 

¿La consecuencia? Más paro, más familias sin trabajo, más impagos de deudas y gente sin llegar a final de mes, más impuestos para pagar ayudas sociales (más destrucción indirecta de empleo por el menor poder adquisitivo y consumo del resto) y mucha menos satisfacción de necesidades de los consumidores, y menor libertad en los intercambios entre comprador y vendedor.
Artículo de Libre Mercado:
Pedro Sánchez | EFE
Entre los años 2012 y 2014, el gobierno de Mariano Rajoy aprobó diversas normas enfocadas a ampliar la libertad de horarios comerciales en ciudades con más de 100.000 habitantes. El nuevo marco vigente, diseñado por el ministerio de Economía, exige que toda localidad que rebase dicho umbral de población deberá declarar al menos una zona de gran afluencia turística.
La liberalización de los horarios comerciales no fue plena. Por ejemplo, aunque al población sea superior a 100.000 habitantes, también se requiere que las ciudades reciban al menos unos 600.000 turistas extranjeros cada año. Pero, para numerosas capitales españolas, los requisitos de la Ley de Horarios Comerciales se cumplen con facilidad, de modo que el marco vigente permite un muy alto grado de libertad comercial.
Pero ese paradigma está en peligro. Este verano, la Comisión de Economía, Industria y Energía del Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición no de ley impulsada por Compromís y apoyada por los representantes del PSOE, Podemos, ERC y PNV. Aunque esta proposición no fue vinculante, los grupos que la acordaron ya trabajan para lograr sacar adelante una modificación efectiva de la legislación que, esta vez sí, acabe con la libertad de horarios comerciales en las grandes ciudades.

Simancas, también en el ajo

Entre las filas socialistas, la voz cantante la lleva Rafael Simancas. El que fuera candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid opina que los horarios comerciales deben ser determinados por los ayuntamientos, para "favorecer la conciliación laboral y personal de los trabajadores del sector" y "poner freno a las horas extra que no se están pagando".
Pero Simancas no se quedó aquí. También declaró que liberalizar horarios lleva al "abuso de los contratos temporales y de las jornadas parciales". Por esta razón, el PSOE no solo aboga por restringir la libertad de horarios comerciales, sino que también defiende "un plan de lucha contra la explotación y la precariedad laboral".

Madrid, modelo de libertad

La Comunidad de Madrid aprobó en 2012 la Ley para la Dinamización de la Actividad Comercial, que liberaliza los horarios comerciales y permite que sean las empresas las que decidan sus días y jornadas de apertura. Según un estudio de Analistas Financieros Internacionales, esta normativa ha apoyado la creación de 15.500 empleos, ahorrando a cada ciudadano madrileño unos 700 euros.
Aunque la liberalización ha disparado en 2.682 millones el PIB de la región madrileña, la Asamblea autonómica ha acordado crear un grupo de trabajo en el que se analizarán los "efectos negativos" de esta norma. PSOE, Podemos y Ciudadanos sumaron fuerzas contra la libertad de horarios comerciales, mientras que el PP defendió la norma vigente.

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