Este martes, el PSOE se quedó afortunadamente solo en el Congreso y la ley Sinde no ha sido aprobada, aunque sea solo cuestión de tiempo. Aquí un interesante artículo sobre lo producido, y de qué manera se ha querido aprobar esta ley:
De Elentir: Sinde, la derrota de los tramposos.
"Ayer el Congreso de los Diputados vivió uno de sus días más bochornosos desde el golpe de estado del 23-F. Obedeciendo a las presiones de la Embajada de Estados Unidos, como revelaron filtraciones a Wikileaks, el gobierno había incluido de tapadillo un añadido en su Ley de Economía Sostenible para autorizar el cierre de webs sin que mediase un proceso judicial. El PSOE quiso aprobar esta cafrada totalitaria sin debatirla ni votarla en el pleno del Congreso, valiéndose de una fórmula legal muy poco usada, la competencia legislativa plena, destinada para leyes con un amplio consenso (que desde luego no era el caso). Si el contenido liberticida e inconstitucional de esa ley ya provocó un fuerte rechazo en la red, recurrir a medios tan irregulares para aprobarla acabó generando un escándalo que ha hecho circular la palabra “pucherazo” entre los internautas.
Objetivo: que los españoles no se enteren
Pero como tantas trampas no les debieron parecer suficientes a los socialistas, ayer el PSOE consiguió que la votación de esa norma se aplazase cuatro veces (el presidente de esa comisión es el socialista Antonio Gutiérrez) y se retrasase ocho horas. Retrasar así una votación para beneficiar al partido del gobierno es algo muy grave y que en términos democráticos deja a nuestra Cámara Baja a la altura de la asamblea de una república bananera. Ayer se hizo eso, inicialmente, para negociar a la desesperada los posibles apoyos para sacar adelante la Ley Sinde, y al final, cuando se vio que la ley no saldría adelante, el objetivo del PSOE ya sólo fue poner sordina a su sonoro fracaso. Y en parte lo consiguió: las votaciones de la LES empezaron a las 21:40h, con todos los informativos nocturnos de TV ya terminados. Hoy miércoles la noticia en España será el sorteo de Lotería de Navidad, con lo que este fracaso del gobierno pasará todavía más desapercibido. De hecho, hace una semana se supo que se votaría esta ley en plenas fiestas, un calendario con el que se pretendía pasar inadvertida esta votación en unas fechas en las que la mayoría de los españoles están distraídos con las compras navideñas.
Algunos nos deben unas cuantas explicaciones
A pesar de todo, la Ley Sinde fue finalmente tumbada por 20 votos en contra y 18 a favor, quedándose el PSOE en la más absoluta soledad frente al rechazo de los demás grupos políticos de la Cámara Baja. Estamos, sin duda, ante la derrota de una forma tramposa y rastrera de hacer política. Ciertamente, el rechazo de esa norma indigna de un país democrático y el fracaso de los sucios medios usados por sus promotores es un hecho que debemos celebrar quienes defendemos los derechos individuales. Ahora bien, no podemos conformarnos con celebrarlo. Aquí ha ocurrido una serie de cosas gravísimas que exigen explicaciones por parte del PSOE, del gobierno, del presidente de la Comisión de Economía del Congreso -el citado Antonio Gutiérrez- y también de todos los legisladores. Para empezar: ¿cómo es posible que haya fórmulas legales que permiten aprobar leyes sin debatirlas en el Congreso? No es esto lo que la clase política nos vende bajo la etiqueta de “democracia”, y no me trago que los grupos que han votado contra la Ley Sinde se presenten como los valedores de la ciudadanía. Si esa fórmula legal está ahí es porque los legisladores la han aprobado y la han mantenido. Ahora que hagan el favor de abolir la competencia legislativa plena.
Ángeles González-Sinde debe dimitir ya
En el terreno de responsabilidades por lo ocurrido ayer también es necesario abrir el capítulo de dimisiones, empezando por la Ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. Esta señora ha utilizado su cargo para privilegiar a un grupo de presión con el que simpatiza y a costa de recortar, por la puerta de atrás, los derechos del resto de los ciudadanos. Y además de hacerlo y de no conseguir su propósito tras la derrota de la Ley Sinde, sus maniobras y sus trampas han quedado a la vista de todo el mundo. Es un escándalo que una persona que ha hecho eso siga siquiera 24 horas más cobrando un sueldo público que pagamos todos los españoles. Por lo demás, el gobierno también debe explicarnos quién diseña su hoja de ruta en materia legislativa. El año pasado, y en una de sus habituales muestras de demagogia, Bibiana Aído afirmó que “en este país no se legisla desde los púlpitos”. Ahora es evidente que no: por lo visto, se legisla desde la Embajada de EEUU y desde ciertos grupos de presión que pretenden liquidar la libertad en la red para mantener modelos de negocio que la tecnología está dejando obsoletos."
Efectivamente, el negocio tal y como esta planteado ha caducado. Debemos de felicitarnos por este primer rechazo...
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