domingo, 25 de noviembre de 2012

La sanidad británica ensaya su privatización. (Salud, Educación. 115)

Reino Unido se plantea transformar un hospital que estaba a punto de cerrar y con una deuda de 40 millones de libras en un centro con menos tiempo de espera y que reporte beneficios de 31 millones de libras en los próximos 10 años.

"A principios de este año, Hinchingbrooke se convirtió en el primer hospital del Reino Unido en ser privatizado. Saltaron todas las alertas. El NHS -el sistema nacional de salud más grande del mundo financiado con fondos públicos- es como un hijo para los británicos y ante cualquier amenaza a uno le sale el instinto proteccionista. La noticia se englobaba en la nueva era abierta por David Cameron tras aprobar la polémica reforma sanitaria. Los ánimos no se calmaron especialmente cuando se supo quién estaba detrás de Circle Healthcare, la empresa que se quedaba a cargo del centro. Se trataba del carismático Ali Parsa, el que fuera banquero de Goldman Sachs.

La empresa quiere transformar un hospital que estaba a punto de ser cerrado y con una deuda de 40 millones de libras, en un centro con menos tiempo de espera que reporte a la compañía un beneficio de 31 millones de libras en los próximos 10 años. ¿Cómo se logra eso?

Vayamos por partes. Lo primero que hay que destacar es que la reforma de la sanidad que el Gobierno de coalición aprobó el pasado mes de marzo –tras 14 meses de intenso debate y más de mil enmiendas- sólo afecta a Inglaterra. Irlanda del Norte, Escocia y Gales tienen sus propias competencias en la materia. Aún así, la ley causó una gran polémica en las islas porque transforma radicalmente la estructura del Servicio Nacional de Salud, creado tras la II Guerra Mundial.

Cameron siempre ha defendido que el fin era reducir costes, eliminar las fundaciones que hasta ahora gestionaban el presupuesto sanitario y traspasar esos poderes a los médicos de cabecera en los ambulatorios, quienes, de preferir no asumir esa responsabilidad, podrán delegarla en empresas subcontratadas. Además, se abre la vía a que instalaciones del NHS sean utilizadas por el sector privado.

Según el líder tory, el paciente sólo tendrá beneficios. Pero los detractores han puesto el grito en el cielo, y entre otras cosas, dicen que sólo se aumentarán las listas de espera en detrimento de aquellos con menos recursos y que las empresas privadas primarán los beneficios a costa de reducir personal.

Esto es precisamente lo que denuncian los sindicatos con el caso del hospital Hinchingbrooke. La National Audit Office, el organismo regulador, señala esta semana en un informe que los ahorros planteados por Circle de 311 millones de libras en los próximos 10 años no tienen precedentes, en cuestión porcentual, con el volumen anual del NHS. Pero Unison, uno de los sindicatos más importantes del país, advierte que para alcanzar las cifras se perderán entre 270 y 300 puestos de trabajo.

Cuando se aprobó la reforma, el Gobierno confirmó que en los próximos dos años se recortarían más de 20.000 empleos de directivos y personal de administración. Los despidos costarán al ciudadano mil millones de libras, a los que habrá que sumar otros 400 millones para nuevos consorcios y programas informáticos. Con todo, el Ejecutivo dijo que el coste será compensado por el ahorro. Sólo con la reducción de personal se ahorrarán cinco mil millones de libras para 2015.

El miedo, por parte de los detractores, es cómo afectará toda esta reestructuración al paciente. Por el momento, los del hospital de Hinchingbrooke parece que se muestran satisfechos. Un estudio llevado a cabo por el doctor Stephen Dunn, director de estrategia del NHS en Midlands y Este, y publicado por la BBC en julio, reflejaba que nueve de diez pacientes recomendaban el centro a familiares y amigos.

En un principio, los vecinos fueron los más críticos con el programa de privatización. En 2006, cuando se hizo pública la deuda del hospital, miles de personas salieron a la calle y 55.000 escribieron a Downing Street exigiendo que el centro permaneciera abierto. Un rescate del NHS, al “estilo banco”, no se barajó nunca como una opción.

Fue entonces cuando la compañía Circle, junto a algunos de los mejores hospitales del NHS Foundation Trust en el país, planteó su proyecto. Tras un proceso de consulta en el que participaron los propios médicos y vecinos y finalmente la empresa quedó como finalista.

Si Circle no logra cumplir sus planes, el Gobierno ya ha dicho que existen salvaguardias para asegurar que los pacientes no paguen las consecuencias, ya que, al igual que cualquier otro hospital del NHS, el centro está sujeto a los controles de calidad y los reglamentos nacionales de seguridad. "

Fuente: El Confidencial

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