jueves, 29 de noviembre de 2012

Es diferente el comportamiento del Estado del de la mafia? (Política, Economía. 1041)


Ciertamente, las similitudes son muchísimas y todo lo que se rechaza de las mafias es realizado de igual manera por el Estado, eso sí, mucho mejor disfrazado: 

"El Estado: "Mama Lucha" recargada.
Una turba enardecida y armada entra a un banco y, bajo amenazas, se apodera del dinero ajeno. ¿Por qué asaltan un banco y no una librería? Porque en el banco hay más plata, pues.

Otra turba enardecida y mucho más armada, llamada Estado, aprueba una ley, y bajo amenazas de violencia, se apodera del dinero de los bancos. ¿Por qué los bancos y no los artesanos? Porque los bancos tienen más plata, pues.
En ambos casos el resultado es el mismo: apoderarse de lo ajeno, bajo amenazas de violencia. Razonan igual: buscan a quienes tienen más plata.
¿Por qué en un caso es delito y en el otro no? No hay diferencia alguna.
Permítaseme abundar. Imagine que es un comerciante de un mercado popular, y está dentro de la, digamos, “zona de influencia” de la banda de la Mama Lucha. Constantemente es sometido a extorsiones, a pagar altas sumas por “seguridad”.
No sólo eso; ahora también debe entregarle a la Mama Lucha TODA la información del dinero que usted gasta, para que ella sepa cuánto puede obligarlo a “redistribuir”.
Pues eso es lo que ha hecho la asamblea: obligarnos a entregarle en “bandejita” la información a aquellos que se dedican profesionalmente a quitarle el dinero al prójimo. Añaden el insulto a las heridas, como dicen los gringos.
Como decía Mark Twain, “ni la vida, ni la libertad, ni la propiedad de nadie están a salvo, mientras la legislatura sesiona”.
La “Mama Lucha” y otros extorsionadores exigen altas sumas para NO secuestrar o darle una paliza a usted o alguien de su familia. El Estado exige altas sumas para NO enviarte a la cárcel (para no secuestrarte, en otras palabras). ¿Hay alguna diferencia? La única es que en un secuestro nadie sabe dónde estás; en la cárcel, todos saben dónde estás, pero nadie te puede sacar. Y en la cárcel te violan, te dan palizas, etc. Para efectos prácticos, el secuestro estatal es peor.
Ambos ―estado y Mama Lucha― usan el dinero en lo que creen conveniente; gastos con los que Ud. quizá no esté de acuerdo. No importa; igual debe pagar, para evitarse daño a usted y sufrimiento a su familia.
Hace unas semanas leía un artículo en El Comercio sobre los extorsionadores en Quito. La semejanza del proceder de éstos con el estado, es desconcertante.
·         «A los comerciantes de víveres u otros productos les obligan a pagar dinero para que conserven los puestos y trabajen con “normalidad”». Deje de pagar los impuestos: verá cómo le hacen lo mismo, clausurándole el negocio.
·         Un ciudadano «denunció a una persona que permanentemente le exigía dinero a cambio de mantenerlo libre». ¿No nos encarcelan, si no pagamos los impuestos?
·         «Los extorsionadores operan con colaboradores. Un grupo cobra la plata, otros se encargan de dar seguridad (brazo armado), otros son tramitadores de documentos y finalmente otro grupo se encarga de lo logístico (conseguir autos, transportar a los colectores de dinero)». ¿Están hablando del Estado, o de los extorsionadores?
·         «Antes, la mayoría de afectados era comerciantes o empresarios y ahora son profesionales: médicos, abogados, arquitectos, ingenieros... este viraje delictivo se produce por “los ingresos económicos considerables” de las víctimas». El Estado “razona” igual que los extorsionadores.
·         «Tras cobrar el dinero, los grupos hacen giros y se reparten las ganancias». Como si hablaran de repartir el dinero de los bancos en “bonos de desarrollo”, que garantizan un electorado fiel.
Por lo menos, los asaltantes actúan de frente, y uno sabe a qué atenerse con ellos. El estado en cambio actúa hipócritamente. Mientras se hace pasar por benefactor de unos, es violento contra otros. Y si elegimos y reelegimos a los políticos que lo conforman, somos cómplices de esa violencia.
La rapiña («robo, expoliación o saqueo que se ejecuta arrebatando con violencia») nunca es lícita; ni siquiera para hacer el bien. No seamos cómplices de la violencia ejercida contra el prójimo. No se puede, por darle limosna a Juan, amenazar con quitarle la vida/libertad/propiedad a Pedro.
También los extorsionadores son generosos, y hacen obra social. La misma Mama Lucha lo hacía. Lo hace la mafia japonesa durante los desastres naturales. Los mafiosos pueden ser muy buenas gentes. Pero que eso no nos impida reconocer la naturaleza inmoral de sus actividades, lo ilícito de sus ingresos.
La sociedad se perjudica por la existencia de grupos que se dedican a extorsionar a ciudadanos pacíficos, llámense estado o “bandas de la mama lucha”. No los apoyemos. Avergoncémonos de su existencia.
«Todo hombre decente se avergüenza del gobierno bajo el cual vive» ~Mencken."
Fuente: Mises Ecuador

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