viernes, 5 de abril de 2013

EEUU, rumbo a su próxima crisis (Política, Economía. 1.403)

No puedo estar más de acuerdo con el artículo de Diego Sanchez de la Cruz sobre la crisis que se avecina en EEUU:

Artículo de su blog personal:

"Con el Dow Jones y el S&P 500 alcanzando máximos desconocidos desde el comienzo de la Gran Recesión, poca gente está dispuesta a escuchar las advertencias de quienes ven en esta tendencia un nuevo episodio de exuberancia irracional que precede un nuevo pinchazo. Por supuesto, hacer de aguafiestas nunca está bien visto, pero aún peor es quedarse callado mientras se alimenta una nueva fase de la crisis.

Como bien advirtió David Stockman en el New York Times, “esta nueva burbuja de Wall Street está inflada por un diluvio atroz de dinero falso creado por la Reserva Federal”. El ex director de presupuestos de la Administración Reagan lo tiene claro: “en vez de aplaudir, lo que debemos hacer es tener miedo de lo que puede ocurrir”.

Stockman recuerda que, entre marzo de 2000 y marzo de 2013, el balance de la FED se ha multiplicado por seis mientras el crecimiento económico se ha mantenido en un nivel medio del 1,7%. La inversión real del sector privado apenas avanzó a un ritmo anual del 0,8% durante dicho periodo, y la riqueza de los estadounidenses no solamente no va a más, sino que va a menos.
Uno de cada cinco estadounidenses recibe bonos de ayuda alimenticia. El desempleo oficial sigue en el 8%, y diversos análisis independientes estiman que esta cifra oculta un paro que, en realidad, está por encima del 15%. En palabras de Stockman, “el maná de liquidez no ha llegado a la economía, se ha quedado atrapado en Wall Street y está creando otra burbuja insostenible”.

Otra voz a la que deberíamos prestar atención es la de Jim Rogers, que esta semana afirmó lo siguiente:

“¿Qué más necesitamo saber? Por favor, hay que darse prisa, coger nuestro dinero y correr hacia las colinas (…). Ciertamente no estoy invirtiendo en EEUU porque la bolsa allí está haciendo máximos históricos basados en la impresión de dinero de la Reserva Federal. Si me das un billón de dólares, yo también puedo generar un buen momento y un clima de optimismo entre la gente … Soy más escéptico, pero porque esto va a terminar muy mal”

¿Qué medidas extraordinarias podrán aplicar la Casa Blanca y la Reserva Federal una vez se produzca ese pinchazo? Probablemente ninguna: el gobierno de Obama no se toma en serio la tarea de reducir el gasto público y la FED ya no tiene muchos más conejos en su chistera. Mientras tanto, la inflación real se va haciendo cada vez más aparente, por mucho que los datos oficiales de IPC intenten maquillar esta situación.

EEUU lleva años perdiendo competitividad y libertad económica. La nueva revolución energética del país norteamericano sirve de poco si se combina con impuestos, subsidios, sobrerregulación y demás excesos. En vez de volver a las raíces del capitalismo, los gabinetes de Bush y Obama han colocado a EEUU en una espiral decadente que la FED ha “suavizado” a corto plazo a base de alimentar nuevos problemas que cada vez son más evidentes.

Ahora que se cumplen ocho décadas de la confiscación del oro perpetrada por el Presidente Roosevelt, EEUU debe plantearse muy seriamente qué tipo de economía quiere tener. Más allá de los números, esta es una cuestión filosófica, pues no habrá recuperación sin una reflexión previa que recupere la defensa de aspectos como el esfuerzo, la competencia, la propiedad privada, la autonomía personal y la limitación del Estado.

Como este cambio de rumbo se antoja casi imposible, parece inevitable que EEUU camina ya rumbo a su próxima crisis. Lo que veremos entonces es el pinchazo brusco o paulatino de la madre de todas las burbujas, esa en la que nada está a salvo. Crédito universtario, préstamos inmobiliarios, deuda pública, bancos… Los efectos de tres lustros de tipos de interés bajo mínimos son tantos que es difícil precisar los elementos concretos del colapso. Pero el colapso se dará antes o después, de modo más o menos brusco, y acabará evidenciando a largo plazo que una economía no funciona a base de estímulos artificiales."

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