martes, 9 de abril de 2013

Un pequeño tributo a la Dama de Hierro (Política, Economía. 1.413)


Tras el reciente fallecimiento de una de las mujeres más carismáticas de la política mundial, Diego Sanchez de la Cruz recoge en el siguiente artículo un resumen y pequeño tributo a la Dama de Hierro:

Artículo de Diego Sanchez de la Cruz:

"De familia humilde, Thatcher llegó a lo más alto a base de esfuerzo, trabajo y pasión por la libertad. Llegó a lo más alto prometiendo ser un soplo de aire fresco… y acabó siendo un vendaval. Se la recordará, merecidamente, como una de las mujeres más importantes de la Historia. Cometió errores, pero la lista de aciertos es tan abrumadora que ni sus adversarios se atreven a discutir su legado.

No debería extrañarnos que así sea. No titubeó cuando la dictadura militar argentina invadió las Malvinas, como tampoco le tembló el pulso cuando tuvo que plantar cara al comunismo. En esta última tarea, su liderazgo del mundo libre es inseparable de las figuras de Juan Pablo II y Ronald Reagan.

Era una buena esposa, como recuerdan todos sus colaboradores, pero también una excelente líder. Thatcher se mantuvo del lado de los principios, mostrando una alergia crónica al consenso por el consenso. Su compromiso no era con el poder sino con los ciudadanos, esos que le dieron tres victoriales electorales, un hito sin precedentes.

No le tembló el pulso a la hora de abordar las reformas que necesitaba Gran Bretaña. Bajó el tipo máximo del Impuesto sobre la Renta del 83% al 40%, al tiempo que recortó el tipo general del 33% al 25% y aumentó el umbral mínimo de cotización de dicho gravamen.

Bajo su gobierno, se multiplicó por cuatro el número de británicos que atesoraban participaciones bursátiles. Esa era la “sociedad de propietarios”, el “capitalismo popular” que quiso promover desde el primer día.



La productividad de la economía británica se multiplicó por dos, y dos de cada tres empresas públicas pasaron al sector privado. El poder de los sindicatos se vio reducido y controlado. El Reino Unido pasó de estar a la cola de Europa en cuanto a su tasa de paro a ser el país con menos desempleo de todo su entorno. El crecimiento de las islas en los años 80 duplicó al de la Alemania democrática y recuperó buena parte del terreno perdido tras la II Guerra Mundial.

La deuda pública se redujo notablemente, cayendo del 45% al 25% del PIB. Los presupuestos estatales cerraron su mandato en equilibrio. El gasto público cayó del 46% al 34% del PIB durante su paso por Downing Street. Durante ese mismo periodo, la creación de dos millones de trabajos y el nacimiento de medio millón de nuevas empresas revitalizó un país estancado antes de su llegada al poder.

Combatió el socialismo con talento y con desparpajo, firmando brillantes intervenciones parlamentarias y desmontando uno a uno los argumentos de sus adversarios. Thatcher no solamente cambió los números del país, sino que también desplazó el corazón de los británicos hacia las ideas y los principios de la libertad.



Luchó contra la deriva intervencionista de la Unión Europea. No quería un proyecto federal basado en más burocracia y menos mercado, sino una apuesta intergubernamental basada en más flexibilidad y más apertura económica. Anticipaba que el proyecto de integración acabaría mal, y el tiempo le ha dado la razón.

Sus mayores adversarios acabaron rendidos ante ella. Su planteamiento político, basado en confiar en las personas y en reducir el peso de la política sobre sus vidas, rompió esquemas y aún hoy sigue siendo digno de recuerdo. El paso del tiempo ha engrandecido su figura, matizando carencias y acentuando aciertos.

Se va Lady Thatcher, y nos deja un legado de prosperidad y libertad que bien puede servirnos como guía. La echaremos de menos. Descanse en Paz.

ENLACES RELACIONADOS

1. Thatcher y la integración económica europea.
2. Un homenaje a Lady Thatcher (por Mario Vargas Llosa).
3. Las cartas de Thatcher, Hayek y Friedman.
4. Thatcher, consensos y circunstancias (por Tom Burns Marañón).
5. Retrato de una Dama (por John Blundell).6. Discurso en Brujas sobre el futuro de Europa, 1990.

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