martes, 17 de febrero de 2015

La perversión de la democracia y su sometimiento a las castas

La sociedad está llena de castas (políticas, funcionariales, empresariales, sindicales...). Es uno de las negativas consecuencias de la democracia actual, donde la ley y la justicia se tergiversa, el Estado asume más y más competencias de la sociedad civil y la ley se emplea no para defender derechos naturales que sean iguales para todos, sino para crear derechos artificiales (privilegios que atentan contra los derechos naturales de terceros). 

Esto conlleva un conflicto continuo de intereses entre distintos grupos organizados y castas, que luchan por el poder y por sus propios intereses respaldados por la ley (que articulan en su propio beneficio y en contra del resto de la sociedad. 
El truco es intentar venderlo como interés general para ganar aceptación, que se extiende a todo tipo de grupos de interés (lobbies). La corrupción es inevitable, pues el poder político sin freno ni control independiente legisla en beneficio de unos y otros pagando favores y apoyos políticos y evitando protestas y presiones para conservarse en el poder, fin verdadero y último del político.  
Las consecuencias son visibles. Democracias degenerativas, corrupción, ineficiencia, despilfarro, creciente deuda, gasto público e impuestos, conflicto social, desigualdad en el trato y descontento. 
La solución propuesta y exigida, lejos de ser cambiar todo esto para evitarlo es más de lo mismo y un cambio de político con la esperanza de que le de lo que pide haciendo cada vez más insostenible la situación.
El último ejemplo del despropósito de los sindicatos a costa del contribuyente es otra buena muestra...
Artículo de Libre Mercado: 
"CCOO gastó millones en viajes, asadores, marisquerías y eventos"
Entre los años 2008 y 2012 la federación de banca de Comisiones Obreras -que hoy ya no existe de forma independiente sino que se ha fusionado con las de comercio y hostelería-, gastó más de 14 millones de euros en viajes, reuniones y restaurantes como asadores y marisquerías.
Según la información que ofrece este lunes en su portada El País, se trató de la segunda mayor partida de gastos de la federación sindical durante estos años, menos de un millón de euros por debajo de la de "gastos generales": 14,06 millones por 14,99.
Dentro del global de gastos hay varios aspectos que llaman poderosamente la atención: por ejemplo, las decenas de miles de euros que la cúpula del sindicato gastaba cada año en asadores, marisquerías y otros restaurantes de precio alto –más de 50 euros por comensal- en los que algunos dirigentes comían hasta tres veces por semana. La segunda, los gastos millonarios que supusieron los frecuentes congresos y reuniones organizadas por la federación sindical, con eventos que, siempre según la versión del rotativo de Prisa, superan un coste de 300.000 euros.
Además, hay gran cantidad de apuntes contables registrados bajo términos como "varios" o "acción sindical" que suponen miles de euros engastos de los que es imposible conocer su destino y motivo.
Otros gastos curiosos que desvela El País son una multa de tráfico de 250 euros de un dirigente sindical o los tickets de parking de dos dirigentes en la huelga general del 29 S.

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