Domingo Soriano muestra la típica manipulación en el último informe de UGT sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres. Una manipulación que interesa políticamente pero que los propios datos (incluso del mismo informe) desmienten.
Y es que efectivamente, no se puede hablar de manera seria cuando no se comparan elementos y variables comparables, puesto que comparar salarios a lo bruto entre hombres y mujeres sin considerar, el tipo de contratos de cada uno, las distintas profesiones, la experiencia en el puesto, los años trabajando, la duración de la jornada y demás variables no sirve absolutamente para nada, más que para sacar titulares demagógicos por distintos intereses.
Si además, no haces este estudio serio, reconoces que no tienes datos de ello (pero con los que tienes ya te desmientes) y hablas de que comparas "trabajos de igual valor" solo tiene un nombre, o varios: manipulación y mentira.
Y es que efectivamente, no se puede hablar de manera seria cuando no se comparan elementos y variables comparables, puesto que comparar salarios a lo bruto entre hombres y mujeres sin considerar, el tipo de contratos de cada uno, las distintas profesiones, la experiencia en el puesto, los años trabajando, la duración de la jornada y demás variables no sirve absolutamente para nada, más que para sacar titulares demagógicos por distintos intereses.
Si además, no haces este estudio serio, reconoces que no tienes datos de ello (pero con los que tienes ya te desmientes) y hablas de que comparas "trabajos de igual valor" solo tiene un nombre, o varios: manipulación y mentira.
Artículo de Libre Mercado:
"Las mujeres ganan, de media en España, un 23,93% menos que los hombres por un trabajo de igual valor". Es posible que hayan leído un titular parecido en los últimos días. Este lunes, UGT presentaba su informe "Trabajar igual, cobrar igual". Y la mayoría de los medios han repetido las conclusiones más llamativas del documento:
- "La brecha salarial en España se situó en 2012 en el 23,93%, la más alta de los últimos cinco años"
- "Las mujeres en España, para percibir el salario que recibirían si su trabajo fuera reconocido en términos económicos con el mismo valor que el de los hombres, tendrían que trabajar 79 días más al año"
- "Para percibir las mismas retribuciones por trabajos de igual valor los hombres necesitan trabajar doce meses y las mujeres dieciséis"
- "Ello equivale a lo largo de una vida laboral de 35 años, a 11 años y medio más de trabajo para percibir las mismas cantidades por trabajos de igual valor"
El problema es que estas frases no son ciertas. No lo decimos nosotros. Lo dicen los propios autores del informe. No de forma explícita, porque sería como tirar piedras contra su tejado. Pero en los datos recogidos en sus tablas cualquiera puede ver que estos titulares no reflejan la realidad. El 23,93% al que se hace alusión constantemente no hace referencia a "trabajos de igual valor" sino que es una media de todos los salarios que se pagan en España.
Los datos
Los autores del informe repiten una y otra vez que están hablando de"trabajos de igual valor". Esto puede llevar al lector de buena fe a pensar que para llegar a ese 23,93% han medido cuánto cobran los hombres y las mujeres españoles en función del sector en el que están empleados, su experiencia, formación, categoría profesional y tipo de jornada laboral. Es decir, han buscado situaciones más o menos equivalentes y han medido qué diferencia hay entre los dos sexos.
Pues bien, no es verdad. Cuando dicen que la brecha salarial es del 23,93% lo que hace es recoger los datos de la Encuesta de Estructura Salarial del INE que, en su última edición recoge que en 2012, "la ganancia media anual bruta fue de 25.682,05 euros para los hombres y de 19.537,33 euros para las mujeres".
Pero para dar estos datos, la encuesta del INE no mide trabajos "de igual valor". Lo que hace es medir cuánto ganan de media españoles y españolas a lo largo de un año, sin tener en cuenta otras consideraciones. De hecho, en la nota de prensa del INE se recoge en la primera página (segundo párrafo) que "la diferencia entre la remuneración de hombres y mujeres se reduce si se consideran situaciones similares respecto a variables como ocupación, tipo de jornada o contrato, entre otras".
Es decir, que si se miden situaciones "similares", la brecha ya no es del 23,93%. O por decirlo de otra manera, por "trabajos de igual valor" la diferencia no es del 23,93%, ni de 79 días al año, ni de 11 años a lo largo de la vida laboral.
Algo parecido a lo que ocurre en el resto de las tablas del informe de UGT, que diferencia la "brecha" en los diferentes sectores o por ocupación. Los autores recogen sin más los datos del INE. Pero decir que en la hostelería la brecha salarial es del 18% es como no decir nada. Es el dato que sale de calcular el salario medio que cobran hombres y mujeres en ese sector. No mide cuál es la jornada de cada uno, si son fijos o temporales, su puesto en la empresa, experiencia,... Nada.
Como apuntamos anteriormente, estos datos sólo tienen valor si se cruzan y se introduce alguna variable que sirva para calcular qué parte de esa cifra corresponde a razones objetivas y qué parte no. El INE no hace nada de esto (no es su labor) y UGT tampoco, aunque al hablar de "trabajos de igual valor" pueda dar a entender que sí lo ha hecho.
La jornada
En la página 9 comienza el capítulo 3, dedicado a la brecha salarial "en relación al tipo de jornada laboral". En este epígrafe, se comparan los ingresos anuales de hombres y mujeres según si su contrato es a tiempo completo o parcial.
Los datos están en las dos siguientes tablas. Como puede verse, la retribución media anual de las mujeres que trabajan a tiempo completo es de 23.674 euros y de 27.898 euros en el caso de los hombres ("brecha" del 15,14%). En el caso de los trabajadores a tiempo parcial, las cifras son 9.988 y 11.032 euros respectivamente ("brecha" del 9,46%).
Brecha salarial jornada a tiempo completo
Brecha salarial jornada a tiempo completo
Brecha salarial jornada a tiempo parcial
Por ejemplo, la OIT dedica una parte de su informe salarial 2014/2015 a esta cuestión. Este estudio divide la brecha salarial en dos partes "explicada y no explicada" (página 51 y siguientes). Los autores informan de que "la parte explicada toma en consideración la experiencia; la educación; la categoría profesional; la actividad económica, la ubicación regional (urbana, rural); y las horas trabajadas". Y su conclusión es que incluso tras tomar en consideración esas variables, sigue habiendo "brecha salarial". Esto es discutible. Se puede uno preguntar si realmente se están teniendo en cuenta "todas" las variables importantes o no. Desde hace años, los expertos discuten sobre qué razones hay detrás de las diferencias salariales, si estamos ante discriminación o es simplemente una cuestión de los diferentes tipos de carrera entre hombres y mujeres. Pero al menos lo que plantea la OIT puede servir como punto de arranque del debate. Hay un soporte estadístico que intenta medir situaciones similares o equivalentes. La discusión sería más bien si esa estadística recoge realmente todos los factores relevantes.
En España, con los datos que da el INE y reproduce UGT podríamos decir que "los hombres con contrato a tiempo completo cobran de media a lo largo del año un 15% más que las mujeres con contrato a tiempo completo". Sería incompleto como explicación, pero cierto. Está claro que no es eso lo que hemos visto en los titulares que se han publicado esta semana.
Dos situaciones diferentes
Con esta frase se cierra el primer párrafo del informe:
"En España, y teniendo como referencia el salario hora, alcanzamos una de las cotas de brecha más elevadas de la Unión Europea (19,3%) situándose a los niveles de 2002 (20,2%), año en que se produjeron las diferencias retributivas más elevadas de los últimos años entre las trabajadoras y los trabajadores españoles. Y muy por encima del 16,5 % de la media europea"
Para empezar, llama la atención que al mismo tiempo que se afirma que "la brecha salarial" por un trabajo de "igual valor" es del 23,93%, se admita que la diferencia en el salario/hora medio entre hombres y mujeres es del 19%. Es decir, que por el mismo tiempo de trabajo (60 minutos) el margen es inferior al 20%. Pero se sigue dando como dato general de brecha salarial por "trabajos de igual valor" el 23,93% ¿Cómo encajan las dos afirmaciones? Pues no es fácil.
El problema es el que apuntamos anteriormente. Se están mezclando trabajadores con condiciones muy diferentes. De hecho, ya hemos visto que la brecha salarial anual es del 15,14% para contratos a tiempo completo y del 9,46% para el tiempo parcial. Quizás se podía haber calculado una brecha salarial total que tuviera en cuenta sólo este factor (el tipo de contrato), ponderando cuántos hombres y mujeres están en esta situación. Como apuntamos antes, tendría también un sesgo (porque no incluiría otras circunstancias muy relevantes) pero al menos sería más preciso.
La clave de todo está en que en España el salario/hora que ganan los trabajadores a tiempo completo es muy superior al salario/hora de los que tienen empleo a tiempo parcial. Y hay muchas más mujeres que hombres con contrato a tiempo parcial. Así, las mujeres son sólo el 40,48% de los empleados a tiempo completo pero el 75% a tiempo parcial (ver tabla inferior, también del estudio).
Trabajadores por tipo de contrato
Trabajadores por tipo de contrato
Así, cuando decimos que los hombres cobran de media 25.682 euros al año hay que tener en cuenta que el 94% de ellos tiene un contrato de 40 horas semanales. Es decir, casi todos trabajan a tiempo completo. Y los empleados a tiempo completo cobran más por dos motivos: porque tienen más horas trabajadas y porque el salario/hora también es superior.
Del mismo modo, la cifra de lo que las mujeres ganan (19.537 euros), tiene mucha relación con el hecho de que casi el 24% tiene contrato a tiempo parcial.
Otra cuestión es por qué hay tanta diferencia entre los dos sexos a la hora de acceder a un tipo de contrato. ¿Por qué hay tantas mujeres que trabajan a tiempo parcial y tan pocos hombres? ¿Por que los sectores tradicionalmente femeninos pagan menos que los masculinos? ¿Por qué ciertas ocupaciones reciben una remuneración inferior? Habrá quien lo achaque a diferencias en las preferencias laborales entre los dos sexos, mientras que otros culparán a cuestiones sociales o culturales. Hay un gran espacio de debate en este campo. Pero tiene que quedar claro que ya no estamos hablando de "trabajos del mismo valor". Son ocupaciones, sectores, contratos o condiciones laborales muy diferentes. Cuando alguien hable de "brecha salarial" debería tenerlo muy presente.
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Nota del autor: para la realización de este artículo llamé a UGT y solicité hablar con la responsable del informe. Me atendió de forma muy amable Elisa García, responsable del Departamento Confederal de la Mujer Trabajadora de UGT, con la que conversé durante más de media hora. Fue paciente y atenta, incluso aunque estaba claro desde el principio que yo no compartía las conclusiones de su informe y que mi artículo tendría un enfoque crítico.
Mi intención era incluir sus afirmaciones en el artículo pero, sinceramente, no entendí sus explicaciones y creo que García podría interpretar que manipulo sus palabras si introdujera los textuales de los que tomé nota. Le pido disculpas por ello y emplazo al lector a que lea el informe (o al menos las conclusiones) si quiere conocer la postura de sus autores.
Lo que yo entendí de nuestro diálogo es que cuando hablan de "trabajos de igual valor" no se refieren a ocupaciones iguales, sino a trabajos que deberían estar igual remunerados y no lo están porque hay muchos más hombres que mujeres (o al revés) que se dedican a los mismos. "Si los hombres trabajaran con los mismos tipos de contratos, condiciones o sectores", me dijo, "la brecha salarial se reduciría".
Entiendo la frase, pero no entiendo cómo eso explica que se diga que actualmente por hacer "trabajos del mismo valor" los hombres cobran un 23,93% más. Parecería como si estuvieran admitiendo que es cierto que en estos momentos no hacen esos "trabajos del mismo valor" y que el objetivo es que en un futuro hombres y mujeres se repartan de forma más equitativa las tareas. Nuestra conversación giró constantemente alrededor de esta cuestión. Y como ni ella parecía entenderme a mí, ni yo entiendo dos afirmaciones que me parecen contradictorias, prefiero no incluir una frase suelta que podría entenderse mal. Desde aquí, mis disculpas.
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