martes, 24 de marzo de 2020

Filtrar las preguntas en las ruedas de prensa del Covid-19, «impensable» en otros países y otras derivadas totalitarias

Javier Chicote muestra otra variante totalitaria y antidemocrática del gobierno, que no ocurre en otros países, como bien se ejemplifica, que no es otra cosa que no permitir la libertad de prensa y preguntas libres al gobierno y sus representantes en sus comparecencias al obligar a pasar las preguntas previamente y elegir ellos filtrando a quiénes contesta y cuáles. 
Es todo un sin fin de desvergüenza y tomadura de pelo al ciudadano, aumentando constantemente su poder. Primero amordazando a la oposición eliminando inconstitucionalmente el control del congreso, y a su vez, eliminando el control de la prensa, o ahora también, monitorizando los teléfonos para controlar la movilidad en el estado de alarma. El problema, como bien expone a lo largo de sus trabajos Robert Higgs, es que el Estado siempre aumenta sus poderes y controles y restricciones de libertad aprovechando situaciones de crisis, para no devolverlas cuando éstas desaparecen (como mucho da dos pasos hacia delante y retrocede uno), lo que lleva cada día a aumentar su poder liberticida y restringir nuestras libertades. 

Artículo de ABC: 
Captura de la señal del video institucional de La Moncloa de la rueda de prensa del domingoCaptura de la señal del video institucional de La Moncloa de la rueda de prensa del domingo - EFE
El Gobierno ha aprovechado la crisis del Covid-19 para que toda pregunta que la prensa quiera hacer a Pedro Sánchez o a los ministros y técnicos afectados pase antes por las manos del secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, a quien los medios envían el texto. Con la excusa de que los periodistas no pueden estar en la rueda de prensa para evitar contagios, el sistema elegido garantiza que solo se escuchen y se respondan las preguntas que el Gobierno decide, y sin posibilidad de repregunta. Esto es algo «impensable» en los países de nuestro entorno geográfico, cultural y democrático.
«Aquí la Casa Blanca limita el acceso de periodistas a un tercio de los asientos de la sala de prensa por motivos de seguridad para no infectarse. Pero quién entra y quién no lo decide la asociación de corresponsales, no la Presidencia», relata nuestro corresponsal en WashingtonDavid Alandete. «Una vez dentro, nadie, insisto, nadie filtra preguntas a Donald Trump, quien desde hace más de diez días comparece cada día», añade. Trump va dando uno a uno la palabra según le parece, pero sin dejar a nadie fuera del turno.
«No hay filtros»
«En Italia no se filtran las preguntas», nos dice tajante Ángel Gómez Fuentes. El director de Protección Civil, Angelo Borrelli, que forma parte del comité técnico que asesora al gobierno, ofrece diariamente una rueda de prensa, informa nuestro corresponsal en Roma. Le acompaña siempre un profesor o un médico, y los periodistas pueden hacer las preguntas que deseen directamente al profesor o al director de Protección Civil. Si un periodista no queda satisfecho con la respuesta, puede insistir. No se filtran las preguntas. El primer ministro, Giuseppe Conte, continúa Ángel Gómez Fuentes, se ha dirigido al país para dar explicaciones siempre que ha aprobado alguno de la larga serie de decretos, seis en total por ahora, y al final ha admitido preguntas de los periodistas.
No hubo rueda de prensa en el último discurso, el pasado sábado. Conte habló al país a las 23:30 a través de Facebook y se conectaron en directo las televisiones. En este caso, varios medios lo criticaron por no hablar directamente por televisión, sin la mediación de Facebook. Cabe destacar que el primer ministro italiano se prodiga en entrevistas a los medios italianos. «Han sido muy numerosas desde que se inició la emergencia por el coronavirus», zanja nuestro corresponsal.
«¿Filtrar preguntas? Aquí es impensable», nos informa desde París Juan Pedro Quiñonero, que divide las comparecencias en Francia en cuatro bloques. A diario, a última hora de la tarde, comparece el director general de Sanidad acompañado -no siempre-, por el ministro. Dan las cifras del día y caben preguntas libremente.
Por su parte, el presidente, Emmanuel Macron, hace declaraciones grabadas a la Nación y sale a visitar centros, hospitales... Se le suelen hacer un par de preguntas aleatorias, sin criba alguna. El tercer bloque son las comparecencias del primer ministro, Édouard Philippe. Puede intervenir como declaración gubernamental o en un informativo, donde fue entrevistado libremente. Por último, los ministros están a diario muy presentes en los medios, a los que conceden «entrevistas a tumba abierta», nos relata Juan Pedro Quiñonero.

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