NADA que no hubiera advertido y criticado en decenas de artículos durante los años de expansión, y que ha sido aún más sangrante los últimos años, donde lejos de aprovechar como he advertido, los años de fuerte crecimiento económico, por encima del crecimiento potencial y el viento de cola de la economía internacional para eliminar el déficit y acometer reformas estructurales imprescindibles, precisamente para impulsar nuestra economía de manera sostenible y prepararla frente a una recesión posterior (que iba a llegar de una u otra manera), aquí se hizo caso omiso, se frenaban las reformas, y se volvían a presupuestos de derroche e impulso del gasto público y del déficit, lo que nos iba a dejar en una situación de desnudez e incapacidad cuando vinieran mal dadas.
Y eso lo pagarían precisamente el pueblo (todos) y los más débiles se verían más afectadas (por la menor capacidad de respuesta, por la menor intención y capacidad de bajar impuestos, por la nula intención de recortar el gasto público (y aumentar los desequilibrios), por la mayor destrucción del tejido empresarial, y las menor capacidad posterior para salir adelante, ahogados con la menor solvencia del Estado...
Pero exigir eso (como en el cuento de la hormiga y la cigarra) que uno se prepare en verano para tener reservas en invierno y no morir de hambre, era malo malísimo, era de fachas por lo menos, de gente no preocupada por el "pueblo", de egoístas y de insolidarios, y toda la estupidez demagoga y falaz de los gobernantes irresponsables que solo se saben mirar su ombligo, gastar lo que no tienen y pensar en el más corto plazo (el tiempo que ellos gobiernan) como si no hubiera un mañana.
Ahí se ve nuevamente quien es honrado, quién es un político de altura, quién mira responsablemente por el interés de su pueblo, y no por el suyo, quién no envenena con sus discursos propagandísticos la política diaria generando estados de alarma continuas donde no los hay para justificar su políticas de gasto y derroche y asfixia a impuestos continuos a la población civil...
Alejandra Olcese expone que dice el reciente informe del Banco de España en el siguiente artículo.
Y eso lo pagarían precisamente el pueblo (todos) y los más débiles se verían más afectadas (por la menor capacidad de respuesta, por la menor intención y capacidad de bajar impuestos, por la nula intención de recortar el gasto público (y aumentar los desequilibrios), por la mayor destrucción del tejido empresarial, y las menor capacidad posterior para salir adelante, ahogados con la menor solvencia del Estado...
Pero exigir eso (como en el cuento de la hormiga y la cigarra) que uno se prepare en verano para tener reservas en invierno y no morir de hambre, era malo malísimo, era de fachas por lo menos, de gente no preocupada por el "pueblo", de egoístas y de insolidarios, y toda la estupidez demagoga y falaz de los gobernantes irresponsables que solo se saben mirar su ombligo, gastar lo que no tienen y pensar en el más corto plazo (el tiempo que ellos gobiernan) como si no hubiera un mañana.
Ahí se ve nuevamente quien es honrado, quién es un político de altura, quién mira responsablemente por el interés de su pueblo, y no por el suyo, quién no envenena con sus discursos propagandísticos la política diaria generando estados de alarma continuas donde no los hay para justificar su políticas de gasto y derroche y asfixia a impuestos continuos a la población civil...
Alejandra Olcese expone que dice el reciente informe del Banco de España en el siguiente artículo.
Artículo de Voz Pópuli:
Fachada del edificio del Banco de España en Madrid. Eduardo Parra / Europa Press
El Banco de España ha publicado este miércoles su informe trimestral sobre la economía española, en el que lanza un duro reproche a los Gobiernos que ha tenido el país durante la recuperación económica, y en especial al de Pedro Sánchez, que no ha aprovechado la época de bonanza para crear un colchón económico que ahora nos serviría para enfrentar esta crisis económica.
"La información más reciente apuntaría a que en 2019 no se habría avanzado en la corrección de los desequilibrios en las cuentas públicas españolas y se habría registrado una ratio de déficit público sobre PIB similar a la del año anterior. Ello implicaría un déficit estructural en línea con el de 2015, lo que lleva a concluir que la fase expansiva no fue aprovechada para construir un colchón presupuestario que habría permitido afrontar desde una posición más sólida la actual crisis sanitaria", recrimina el supervisor.
La institución que gobierna Pablo Hernández de Cos pone de manifiesto que si España hubiera aprovechado la época de 'vacas gordas' para corregir su déficit público, ahora dispondría de munición para hacer frente a la crisis sanitaria y económica.
Sin embargo, como a cierre de 2019 mantiene un desfase presupuestario de más de 30.000 millones de euros y una deuda pública sobre PIB del 95,5% (lejos del umbral razonable del 60% que pide Bruselas), sólo ha podido inyectar en la economía ayudas públicas por valor del 0,5% del PIB, ya que los 100.000 millones de euros prometidos en avales públicos -aunque suponen un 8% del PIB- sólo se pagarán si los deudores no pueden pagar sus préstamos.
"En España se ha actuado en diversos frentes, de modo análogo a lo observado en otros países. El volumen de fondos públicos movilizados alcanzaría el 8,8% del PIB. De este volumen total, un 0,5% del PIB supone un aumento directo del gasto, mientras que el resto está destinado a la concesión de avales y líneas de crédito a empresas", puntualiza.
El supervisor comparte la preocupación que ya ha expresado la Comisión Europea por "la falta de disciplina en fases expansivas, durante las cuales los países no han recompuesto suficientemente sus márgenes de maniobra fiscal", lo que ha "limitado la capacidad del marco para coordinar las políticas fiscales nacionales, con una diferenciación apropiada por países, y para alcanzar un tono fiscal adecuado para el conjunto de la Unión Económica y Monetaria".
"La Comisión resalta la persistencia de elevados niveles de deuda pública en algunos países, que se encuentran lejos de cumplir sus objetivos fiscales a medio plazo y que han moderado su impulso reformista", como España.
Prorrogar las medidas de contención perjudicará la economía
En esta ocasión, el supervisor no se atreve a hacer una previsión de cómo va a afectar la pandemia del coronavirus en el PIB de España, pero sí advierte de que si se tiene que prorrogar más allá del 11 de abril el Estado de Alarma y las medidas de contención, la economía sufrirá un fuerte efecto adverso.
"Cabe la posibilidad de que las necesarias medidas de política sanitaria destinadas a mitigar la epidemia se tengan que prolongar durante un período de tiempo dilatado, con el consiguiente efecto adverso sobre la actividad. Además, incluso aunque la epidemia pueda ser controlada rápidamente, es posible que una perturbación de esta magnitud, aun siendo transitoria, genere ciertos daños duraderos sobre el tejido empresarial, la confianza de los agentes y el empleo", alerta.
La institución reconoce durante todo el informe que el coronavirus "ha hecho descarrilar de modo abrupto, en apenas un mes, la evolución de la economía mundial", pero dado el "extraordinario grado de incertidumbre" que existe sobre cuánto durará la epidemia, cuánto tiempo serán necesarias medidas de contención (y, por tanto, cuánto durará el parón económico) y cómo de efectivas serán las medidas activadas por los países, la Comisión Europea y el BCE, no se atreve a poner cifras a la crisis.
"En las circunstancias de incertidumbre inusualmente elevada que se han descrito, este Informe no contiene, a diferencia de lo que es habitual, unas proyecciones macroeconómicas de medio plazo de la economía española", reconoce, aunque admite que "la magnitud del impacto de la pandemia, incluyendo el procedente de las necesarias medidas de contención adoptadas, sobre la actividad económica y el empleo será muy pronunciada en el corto plazo".
Seguro europeo de desempleo y 'coronabonos'
Aunque el Banco de España valora positiviamente las medidas fiscales de los países, las decisiones de Bruselas y también la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), considera que serán necesarios más estímulos. En concreto, cree que la Comisión Europea debería plantearse movilizar 500.000 millones más, emitir bonos para el conjunto de la Unión, los llamados 'coronabonos', y activar un seguro de desempleo europeo para compartir riesgos.
"La actual crisis sanitaria desborda las fronteras nacionales, constituyendo, por tanto, un reto común a todos los países del área del euro y del conjunto de Europa. Contener el coste humanitario, social y económico de esta crisis requiere una acción coordinada y solidaria que haga uso de las herramientas presupuestarias y financieras ya existentes a escala europea —incluida la eventual movilización de los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, por un volumen potencial del orden de 500.000 millones de euros", pide el supervisor.
Además, pide a Bruselas que "considere la posibilidad de introducir elementos de compartición (mutualización) de riesgos presupuestarios, a través de instrumentos de deuda con respaldo común y del despliegue de instrumentos de cobertura económica y social mancomunados, como pueda ser un fondo de desempleo europeo".
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