viernes, 11 de noviembre de 2011

El oscuro recibo de la luz. Todo lo que siempre quiso saber sobre la factura y nadie se atrevió a contárselo. (Energéticas. 52)

Todo lo que siempre quiso saber sobre la factura y nadie se atrevió a contárselo. Un sencillo desglose de la factura de la luz, y de dónde viene el coste de la misma y qué se paga por cada cosa:

"Pocas facturas son tan oscuras en España como el recibo de la luz. Para la mayoría de los usuarios, un recibo eléctrico es como un jeroglífico lingüístico. Está lleno de términos incomprensibles: término de potencia, término de energía, kwh, emisiones de CO2, etcétera.

Y pocas cosas han sido tan políticamente maleables como una factura eléctrica. Estas son algunas de las sorpresas, trampas, trucos o demagogias que existen en torno al recibo.

1. ¿Los españoles pagan mucho de luz?

Las eléctricas dirán que poco, sobre todo si se compara con lo que se paga de móvil, o de gasolina. Un hogar estándar paga alrededor de un euro al día de luz.

2. ¿Entonces, por qué se monta un drama cada vez que sube la luz?

Primero, porque la electricidad es posiblemente el servicio imprescindible que afecta a mayor número de usuarios. Hay 27 millones de contratos en España. Si alguien se queda sin luz en casa, es una tragedia. Si alguien se queda sin móvil, lo pasa mal, pero sobrevive. Al menos, no pierde todos lo que está en el congelador.

3. ¿Por qué se llama recibo de luz, y no de carbón, o de renovables, o de impuestos?

La factura total eléctrica del pasado año sumó en el conjunto de España 35.000 millones de euros. Pero de esta cantidad, producir y distribuir la luz, en realidad no llegó a la mitad. El resto son las partidas que acompañan al sistema eléctrico, y que podrían sacarse de él, o que en algunos casos, nada tienen que ver. Y no hay que olvidar los impuestos.

4. ¿Sabía Vd. que 6.500 millones fueron impuestos? ¿Y sabía que paga impuestos dos veces?

En el recibo de la luz, aparece primero el llamado impuesto de la electricidad, que va a parar a las comunidades autónomas. Una vez que se aplica, sobre la cantidad total del recibo se aplica el IVA correspondiente. En total, de los 35.000 millones de factura eléctrica del pasado año, 1.440 millones fueron impuesto eléctrico, y 5.300 millones fueron el IVA.

5. Entonces, ¿cuánto cuesta realmente la luz?

Generar la luz, por las centrales tradicionales, supuso el pasado año 9.900 millones. Es decir, el 28% de todo el recibo eléctrico.

6. ¿De dónde sale el resto de la factura?

De mil sitios. En primer lugar, está el coste del transporte (esos cables de alta tensión que se suelen ver desde las carreteras atravesando media España). Resulta que España es un país fatalmente distribuido en este sentido. La luz se produce en abundancia en algunos sitios, pero se consume en otros. El transporte cuesta 1.300 millones. En segundo lugar, está la distribución (los cables que van hasta la casa del abonado, de media y baja tensión). Eso costó en 2010 un total de 5.200 millones. Y a partir de ahí, el resto de partidas, comprensibles para algunos, perversas para otros.

7. Carbón, renovables, seguridad… ¿lo queremos todo?

Una de las partidas del recibo de la luz es lo que se llama pagos por capacidad, un tecnicismo que el pasado año se llevó 876 millones y que esconde subvenciones al carbón nacional, para que no se cierren las minas, o pagos a las centrales térmicas de gas, para que estas estén disponibles por si no existe viento y no funcionan las eólicas, o no hay sol, y no funcionan las fotovoltaicas.

Otra partida son las llamadas restricciones, que el pasado año se llevaron 600 millones. ¿Qué son las restricciones? Es cuando hay que echar mano de una central eléctrica en un momento muy concreto porque se necesita, aunque esa central hubiera decidido no trabajar ese día. Entonces, la central pone el precio que considera, y no el del mercado.

Con todo, la partida más llamativa es la que se denomina diversificación y seguridad de abastecimiento, que el pasado año se llevó más de 7.000 millones. Aquí están recogidas las subvenciones a todas las renovables. El usuario posiblemente no sabe que el 20% de su factura eléctrica son esas subvenciones, que se necesitan para que las renovables puedan funcionar, porque aún no tienen madurez suficiente para operar con reglas de libre mercado.

8.Menos demagogia, más realismo

Tanto el PP como el PSOE han hecho demagogia con el recibo de la luz. El debate hasta ahora era si se subía o no. Uno y otro lo subieron. Y si no lo han subido más es porque han hecho la trampa de generar el llamado déficit de tarifa.

Legalmente se ha reconocido a las eléctricas que estaban cobrando por debajo de costes, y que tenían derecho a recibir la diferencia. Por eso no han quebrado. Pero ahora tiene que recuperar una deuda que suma 20.000 millones, y que hay que irles abonando a plazos. De hecho, 1.700 millones de euros de la factura eléctrica de 35.000 millones del pasado año eran esos pagos y los intereses de los créditos bancarios que se han utilizado para realizarlos.

Resulta curiosa esta paradoja. Los españoles exigen que no se suba la luz pero el pasado año terminaron pagando 1.700 millones de euros por subidas que no se realizaron anteriormente, y además, con intereses. Posiblemente el debate no debería enfocarse a si los españoles quieren o no que la luz suba, sino a que sean conscientes de qué es lo que están pagando y por qué. Posiblemente así, saldrían de la oscuridad eléctrica.

Fuente: Expansión

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