sábado, 31 de agosto de 2013

Seis razones de peso por las que Madrid no debería organizar los Juegos Olímpicos. (Economía, Política. 1.911)

Tengo muy claro el error que supone la celebración de los Juegos Olímpicos en España, con un gasto que se dispararía, unos presupuestos finales muchas veces por encima de los presupuestado, un incremento del gasto estructural año a año tras los mismos por mantenimiento de inversiones e infraestructuras sin uso y de personal para ello, con aumento del déficit, con recortes en otras áreas más importantes, con más subidas de impuestos para sufragarlos, con más pérdidas de empleo en el sector privado (y más insostenibilidad en el público que seguirá inflándose), en definitiva, con recesión, que no es otra cosa que lo que han experimentado aquellos países en donde se han realizado.
Pero son un escaparate político tan bonito...
Artículo de El Confidencial:
"La aventura olímpica de Madrid 2020 podría costar mucho más de lo que sus organizadores dicen. Sobre el papel, los organizadores de la candidatura española aseguran que se gastarán 2.400 millones de euros, pero los Juegos traerán unos beneficios de más de 2.000 millones de euros. Además, la candidatura cuenta con invertir otros 1.500 millones en sedes deportivas, la villa olímpica, infraestructuras y el despliegue de seguridad.
El comité evaluador del COI reconoció que la apuesta española es sólida, viable, ajustada. Igual que sus predecesoras, y las previsiones casi siempre fallaron. Para muestra, unos datos: en 2004, los organizadores de Londres 2012 dijeron que se gastarían 2.400 millones de libras, y el presupuesto final se disparó hasta los 9.300. Atenas presupuestó en 1.600 millones de dólares unos Juegos que acabaron costando 16.000. "El dinero fue dilapidado de una manera irreflexiva”, contó años después una exdiputada griega, para quien aquel dispendio fue “el germen de la gran crisis griega actual”. ¿Está España y Madrid preparadas para albergar unos Juegos Olímpicos? El Confidencial se hace eco de las voces que ven los Juegos Olímpicos como una pérdida de dinero para el país y no como una inversión.
1. Dinero mal empleado. El portavoz municipal de UPyD, David Ortega, insiste en que los presupuestos olímpicos se disparan con enorme frecuencia, “como se ha demostrado en el caso de Londres 2012 y en la propia ciudad de Madrid”, donde la construcción de la Caja Mágica, una instalación construida para las Olimpiadas y a la que el Ayuntamiento no sabe cómo sacarle partido, pasó de un presupuesto de 120 millones de euros a 290. “La cuestión no es si es posible gastarse ese dinero, sino en qué debe emplearse”.
2. Seguridad disparatada. El presupuesto en Seguridad de Londres 2012 pasó, al cambio, de 338 millones de euros a 664. No fue el único caso espectacular de desvío presupuestario: el gasto par las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos pasó de 51 millones a 103. Ortega avala la teoría de que sí que es cierto que 1.670 millones de euros de dinero público serán asumibles, "pero estarían mejor destinados a otra partida". Dicho de otra forma, "entre las tres administraciones y en un plazo de siete años podemos comprarnos un Ferrari, ¿pero no deberíamos dedicarnos como país a otra cosa?”.
3. Edificios sin usar. Tras los hipotéticos Juegos, Madrid podría encontrarse con más Cajas Mágicas, más elefantes blancos a los que alimentar y de los que apenas sacar provecho. "¿A qué se dedicaría el Centro Acuático, por ejemplo?" Hoy ya "se podría hablar de exceso de recintos deportivos": Palacio de Deportes, Caja Mágica, Madrid Arena y Palacio de Vistalegre, que han competido durante años por acoger eventos deportivos semejantes, como la Liga y la Euroliga de Baloncesto.
4. Un país en bancarrota. El economista Daniel Lacalle, pese a "adorar los Juegos Olímpicos", cree que la aventura olímpica tiene más efectos negativos que positivos, principalmente por el enorme endeudamiento del país. “Estamos en un entorno en el que se han tenido que tomar medidas muy drásticas para contener el déficit, y no se ha conseguido del todo”. Unos Juegos Olímpicos generan un efecto placebo, “cuestan muchísimo dinero y rara vez se recupera la inversión” como en Londres, que “no han mejorado ni el déficit, ni el crecimiento ni el paro”. “Si España no tuviese una situación tan dramática de deuda, se justificarían unos JJOO”. Además, el coste de operar las instalaciones una vez construidas se prolonga a futuro. “Viajar a Johannesburgo y ver los estadios vacíos y los costes del Mundial aún amontonándose, o el Reino Unido en recesión tras los juegos de este verano, deberían ser elementos de reflexión”.
5. Rehenes. Un estudio sobre los Juegos Olímpicos para la cátedra Pasqual Maragall de la Universidad de Barcelona, firmado por Joaquín Pasqual, Eloi Serrano y Francesc Trillas, recoge que “los organizadores son rehenes de las entidades patrocinadoras, los operadores de televisión, los arquitectos, los profesionales e industria del deporte”. El presupuesto inicial para los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi (Rusia) que se celebrarán en 2014 fue de 12.000 millones de dólares. La última revisión le atribuye ya 33.000, un 175% más de gasto. Otro ejemplo que ponen es el de los Juegos de la Commonwealth de 2010 en Delhi, India, que se presentó con 6.200 millones de rupias y cuyo presupuesto final fue 11 veces superior.
6. Negocios parados. El columnista de Financial Times, Simon Kuper, reconocido por sus investigaciones sobre temas deportivos, sociales y económicos, reconoció tras la experiencia de Londres 2012 que la ciudad perdió dinero. “Muchos dicen que por los Juegos están viniendo muchos turistas, pero también un alto porcentaje de gente de negocios que normalmente viene durante esta temporada de verano a invertir, no entra, se queda lejos de la City”. Kuper recordó que Londres ha sido sede olímpica en tres ocasiones, las otras dos en 1908 y 1948, y asegura que no ha quedado ningún legado. “No hay instalaciones que todavía sigan en uso”."

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