sábado, 15 de marzo de 2014

Una nueva muestra de incongruencia ideológica y falta de principios.

La incongruencia e hipocresía está a la orden del día entre amplios sectores de la sociedad, para los cuales la libertad, la propiedad privada (o el derecho a elegir) solo es válida cuando les interesa o cuando les beneficia o afecta, pero no para terceros o para lo que no les gusta a ellos.

Sorprendente estos días es escuchar el argumento en el tema relacionado con el aborto, en el cual cada madre tiene derecho a elegir, puesto que se trata de su cuerpo, de su propiedad ("si es mi cuerpo, es mi decisión" es su eslogan), y nadie, y por supuesto tampoco el Estado, tiene derecho a elegir por ella y decidir lo que tiene que hacer con su cuerpo.


Lo sorprendente no es el argumento en sí, con el que no puedo estar más de acuerdo en cualquier ámbito siempre que no se violente o agreda a un tercero (de ahí la controversia y la dificultad del asunto motivado por el conflicto de derechos entre la propiedad privada o derecho a elegir de la madre y el derecho a la vida del bebe, la parte débil, y cuya discusión y problemática es extensa en razones de unos y otros).

Pero este artículo no trata sobre dicho debate, sino sobre el argumento empleado y la incongruencia mostrada. Y es que resulta harto curioso, que los mismos que defienden para este caso el derecho a decidir sobre el fruto de su cuerpo, sobre su propiedad privada, del que nadie debiera obligarle a hacer lo que no quiera, nunca es tenido en cuenta (todo lo contrario, ya que no se respeta y se exige su abolición obligándote a hacer lo que no quieres en otros tantos temas.

Pongamos por ejemplo el caso de la renta, fruto de tu trabajo. En dicho caso, exigen y defienden que una parte creciente de dicho fruto, de dicho trabajo efectuado sea a la fuerza empleado no en lo que el propietario decida libre y voluntariamente, sino en lo que ellos (a través de la coacción del Estado) decida mediante obligación y uso de la fuerza y violencia en caso de negarte. Una muestra de hipocresía e incongruencia en la que aquí sí pueden decidir por ti y obligarte a dar (y cada vez más) más parte de dicha renta. ¿Decides sobre el fruto de tu cuerpo en el caso del aborto, pero no sobre el fruto de tu cuerpo (o de tu mente según la tarea) en el caso de tu trabajo?

Es el caso también de los que defienden las expropiaciones forzosas quitándole la propiedad (la vivienda o terrenos por ejemplo) a su legítimo propietario porque así lo deciden ellos y deciden quedárselo ellos (o el Estado) en tu lugar pese al esfuerzo que te haya costado pagarlo/hacerlo. Pero verdad que obviamente no verían bien ni defenderían que te quitaran al niño (por x motivo)?

Lo mismo para el caso de los que defienden las nacionalizaciones de empresas o servicios (relacionada con las anteriores) por las que es el Estado el que debe gestionar tal o cual empresa, no permitiéndose la propiedad privada en tal caso. Pero por el contrario, no defenderían que el Estado decidiera por ti "nacionalizando" tu hijo dirigiéndole y educándole él (aunque esto ya ocurre en cierta medida...) sin tener tu decisión alguna sobre el mismo y pagando a la fuerza dicha gestión.

Otro ejemplo claro de dicha hipocresía es el de la prostitución. ¿Decide la mujer en el caso del aborto porque es su cuerpo pero no puede decidir qué hacer con su cuerpo una prostituta, siempre y cuando lógicamente sea de manera voluntaria? (puesto que si es obligada a ello es un tema bien distinto puesto que obligas y empleas la coacción y violencia contra un tercero, lo que es inaceptable). ¿Puede un hombre o mujer cobrar por el uso de su cuerpo (un obrero por ejemplo) o mente (un científico), pero no una mujer/hombre por el uso de su cuerpo, en un trabajo además que satisface las necesidades de un tercero con la misma intención de ganarse la vida y dar sustento a su familia? ¿Alquilar tu cuerpo para unas cosas sí pero para otras no? Un tema, ciertamente lleno de prejuicios sociales.

Lo mismo podría aplicarse a los vientres de alquiler (prohibidos en España), la eutanasia voluntaria o al siguiente ejemplo mostrado por Barcepundit , comparando el caso del aborto y la donación/venta de órganos:


"SI “ES MI CUERPO, ES MI DECISIÓN”, esto no debería ser un problema, no? “Nueve inmigrantes aceptaron donar parte de su hígado por 40.000 euros”; “Uno de cada diez trasplantes en el mundo procede del tráfico ilegal”. ¿O acaso el cuerpo es sólo el útero? ¿Imponer la moralidad sobre los demás es sólo malo cuando se trata del aborto?"

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