lunes, 13 de julio de 2015

El ascenso de la izquierda radical es el gran riesgo para el crecimiento español

Pepa Montero recoge las conclusiones del informe de previsiones de Freemarket Corporate Intelligence. 


Artículo de El Economista: 
 
La recuperación de la economía española no está consolidada, todo depende de si el Gobierno que salga de las próximas elecciones generales mantiene o no la senda de rigor fiscal y avanza en las reformas. Nuestro país aún tiene riesgo de contagio por el embrollo griego, sobre todo si la UE acabara haciendo concesiones al Ejecutivo heleno, y es vulnerable ante un eventual agravamiento de la inestabilidad china.
Ese es el diagnóstico que realiza Freemarket Corporate Intelligence en su último informe de previsiones, donde demuestra que el ascenso de la izquierda radical es el mayor riesgo para la consolidación española.
 
"La experiencia de los pasados comicios locales y autonómicos en España ilustra los peligros de la incertidumbre", señala el presidente de Freemarket, Lorenzo Bernaldo de Quirós, quien advierte de que el próximo Gobierno español debe acometer reformas sustanciales en programas del Estado del Bienestar, modificar de manera radical el marco fiscal, presupuestario y financiero de las autonomías, además de culminar la reforma de las Administraciones para recortar el gasto. Y eso, según Freemarket, será imposible si de las urnas sale un Gobierno o una coalición de corte syriziano, es decir, al estilo de la encabezada por Alexis Tsipras en Grecia, que dará al traste con los logros conseguidos en los últimos años.
 
Tal y como destaca el informe, "será problemático sostener un ritmo vigoroso de creación de empleo sin corregir las insuficiencias que la reforma laboral de 2012 ha mostrado en su aplicación", lo cual exige un mayor impulso reformista, que las formaciones emergentes -léase Podemos y sus marcas blancas, ya con cotas de poder local y autonómico- no parecen dispuestas a dar.
 
Asimismo, el estudio de Freemarket afirma que "será complicado moderar la inflación y aumentar la productividad sin introducir mayor competencia en los mercados", para lo cual es imperativo mantener el rigor fiscal, no sólo por imposición europea sino por el saneamiento de las cuentas públicas. Tal y como detalla el presidente de Freemarket, Bernaldo de Quirós, "el error de diagnóstico es dar por cerrado el proceso de ajuste de las cuentas públicas y la agenda de cambios estructurales. Se ha avanzado, pero de un modo insuficiente para garantizar la pervivencia del actual ciclo expansivo".

Dos escenarios tras los comicios con resultados bien dispares

Con la vista puesta en las próximas elecciones generales, la consultora plantea dos alternativas, partiendo de la hipótesis de ausencia de mayorías absolutas en el Parlamento español: primero, una coalición pro-estabilidad, entendida por tal la organizada alrededor del desarrollo del programa aplicado por el actual Gobierno; y en segundo lugar, otra integrada por opciones partidarias de cambiar las líneas maestras de la política desplegada estos tres años.
 
En el primer caso, la previsión de Freemarket para 2016 situaría el crecimiento del PIB nacional en el 3 por ciento. Ello se sustenta en un incremento del gasto de los hogares del 3,5 por ciento propiciado por un aumento del empleo, de la renta disponible y de la riqueza financiera de las familias algo menor a 2015.
 
En el segundo caso, si España pasa a ser gobernada por un Gobierno rupturista, la consolidación de la reactivación será imposible y una desaceleración del PIB es una conjetura con altas probabilidades de producirse.

El abultado pasivo público exige recortes de gastos estructurales

La deuda de las Administraciones Públicas mantiene una tendencia alcista rampante, España está lejos de asegurar la sostenibilidad de sus cuentas y fía la disminución del déficit público a la evolución del ciclo económico, a tenor de las conclusiones del informe de esta consultora. La rebaja del déficit para los próximos años descansa en el alza de los ingresos derivados de un mayor crecimiento del Producto Interior Bruto. Sin embargo, en la actual legislatura no se han adoptado recortes del gasto estructural, que mantiene una imparable tendencia al alza.

La deuda corporativa que baja es casi únicamente la inmobiliaria

Según Freemarket, el desapalancamiento empresarial se ha producido tan sólo o principalmente en el sector inmobiliario, mientras que el resto de la deuda corporativa presentará una trayectoria creciente a medida que se reactiva la inversión y el crédito es más barato.
 
A su vez, la posición deudora de los hogares españoles sigue siendo más del doble de su renta neta disponible, y es previsible que se estabilice o crezca conforme su demanda de crédito se eleve y la oferta sea menos costosa y restrictiva. En este contexto, el estudio de la consultora Freemarket alerta de que el sector privado "podría entrar en un nuevo ciclo de deuda sin haber reducido sustancialmente el apalancamiento que traía acumulado antes de la crisis".

Ajustar el déficit y la política de devaluación interna son claves

Para volver a los niveles de empleo anteriores a la crisis, España necesita lograr durante los próximos cuatro años unas tasas de crecimiento del PIB entre el 2,5 y el 3 por ciento. Ello, según los expertos, exige profundizar en la agenda reformista y de recorte del déficit iniciada en 2011, así como convertir la estrategia de devaluación interna -alza de costes y salarios domésticos inferior al del núcleo duro de la eurozona- en un hecho estructural.
 
Al decir de Lorenzo Bernaldo de Quirós, "no existe margen para experimentos de otra naturaleza ni para aplicar programas con una filosofía diferente" a la consolidación fiscal. En este contexto, "la inestabilidad y el aventurismo pasarán una elevada factura a quienes los practiquen. Los agentes económicos toman sus decisiones conforme a las expectativas y una de las variables que contribuyen a forjarlas, quizá la fundamental, es la orientación de las políticas gubernamentales", remacha.

Aún existen demasiados obstáculos regulatorios y legales

En materia laboral, pero también para abrir o cerrar empresas, emprender negocios por cuenta propia, etc, persisten demasiadas barreras regulatorias y legales, según critica Freemarket.
Por ejemplo, perviven demasiados obstáculos para realizar convenios de empresa y para descolgarse de los de ámbito superior, además de que el coste de prescindir de los trabajadores fijos es mucho más elevado que el de los temporales, lo que incentiva la excesiva dualidad, que es una de las lacras que ralentiza la generación de puestos de trabajo.
 
Igualmente, para la consultora Freemarket, "las condiciones objetivas establecidas en la reforma laboral para sustanciar los despidos dejan un amplio margen de interpretación a los jueces de lo laboral", que a su vez entorpece la resolución de conflictos. Remover esas restricciones es básico para la competitividad y para sostener la creación de puestos de trabajo.


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