lunes, 27 de julio de 2015

Las autonomías rompen la hucha tras las elecciones y se olvidan del déficit

José Luís Bajo muestra la nueva carrera hacia la irresponsabilidad (pero muy aplaudida) por parte de las distintas autonomías tras las elecciones autonómicas.

Una nueva "carrera de promesas y anuncios millonarios" que volverían a aumentar intensamente el déficit de las regiones (que ya de por sí estaban en déficit), con los graves riesgos que ello implica.

Con soluciones además, que están lejos de ser las correctas en muchos de los casos, pues en ningún caso solucionarán los problemas que pretender solucionar, sino que los aumentarán y convertirán en estructurales.

Artículo de El Economista:
Los resultados de las elecciones autonómicas han dibujado un mapa muy distinto al que había hasta mayo de este año. Once nuevos presidentes han cogido el testigo de sus predecesores y se han lanzado a una carrera de promesas y anuncios millonarios que, de llevarse a cabo, elevarían con intensidad el déficit de las regiones para este año y para el próximo. Algo muy peligroso teniendo en cuenta que el desvío en 2014 sobre el objetivo que marcó el Ministerio de Hacienda superó los 6.600 millones de euros.
La iniciativa que más nuevos gobiernos han anunciado nada más tomar posesión es la llamada renta básica, algo a lo que se ha apuntado también el PSOE a nivel nacional. Así, el nuevo presidente de Aragón, Javier Lambán, ha prometido un plan de este tipo para satisfacer las necesidades más básicas de las personas en situación más desfavorable, y para ello gastará 110 millones de euros según sus cálculos. Uxue Barkos en Navarra y Francina Armengol en Baleares también aplicarán esta iniciativa (en el caso balear, su coste superará los 60 millones y se aplicará a partir de 2016).
Hay otras comunidades autónomas que, sin adoptar el mismo nombre, han anunciado medidas similares. Desde el rescate ciudadano y habitacional que ha prometido el nuevo barón castellano manchego, Emiliano García Page, a los planes de choque anunciados por Ximo Puig, nuevo presidente de la Generalitat Valenciana, una mayoría de regiones en las que ha habido pacto con la participación de Podemos se están decantando por reservar una cantidad mensual para personas sin ningún tipo de ingreso.
Más allá de quiénes componen los pactos de gobernalibilidad, casi todos los ejecutivos autonómicos se están comprometiendo públicamente a terminar con los desahucios (es el caso de Castilla-La Mancha, Extremadura y Baleares, entre otras) y la pobreza energética.

Desempleo e impuestos

El desempleo es el otro enemigo a batir. Juan Vicente Herrera, que repite mandato en Castilla y León, ha anunciado un plan de empleo joven por valor de 120 millones de euros, y Ximo Puig, aún sin concretar cifras por sus duras negociaciones con el Ministerio de Hacienda, también aseguró durante su discurso de investidura que aprobaría un ambicioso proyecto para frenar y combatir el desempleo entre los jóvenes y los parados de larga duración.
El más ambicioso este sentido es García Page, que en su discurso de investidura anunció un plan transversal contra el desempleo y la desigualdad que costaría, en sus cuatro años de gobierno, algo más de 500 millones de euros.
Pero la hucha parece dar para más. Al margen de las medidas referentes al gasto, en las que se pueden incluir las becas comedor de la madrileña Cristina Cifuentes o el plan de apoyo familiar del murciano Pedro Antonio Sánchez, algunos nuevos gobiernos han prometido rebajas fiscales de distinta intensidad. Llama la atención precisamente el caso de Murcia, habitual incumplidora del límite de déficit que fija el Ministerio de Hacienda, y que promete una suerte de deducciones y bonificaciones que afectan a casi todas las figuras impositivas en las que puede intervenir un gobierno autonómico. "Murcia será la comunidad con los impuestos más bajos de toda España", llegó a decir en campaña electoral.
Juan Vicente Herrera también ha hecho anuncios en este sentido, pero ha optado por una mayor prudencia y no desglosará su plan hasta que el ministro Montoro fije los límites de déficit en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera, a celebrar el día 30 o el 31 de este mismo mes.
Será en ese encuentro cuando muchos de estos anuncios entren, probablemente, en vía muerta.
Montoro ha advertido por activa y por pasiva que el límite de déficit para 2015 se situará en el 0,7 por ciento del PIB y en un 0,3 por ciento para el próximo año. No es descartable que termine permitiendo algo más de margen o un déficit a la carta para las regiones con más problemas, pero sí parece difícil que dé el visto bueno a algunas de las iniciativas que los nuevos barones y baronesas están anunciando para congraciarse con su electorado.

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