El siguiente artículo muestra los enormes estragos que conlleva el pensamiento mágico, tan ampliamente extendido hoy, consecuencia del crédito fácil y barato, y que se resume en creer que el crédito creciente es la solución a todos los problemas, y que no tiene graves consecuencias...
Artículo de El Bitcoin.org:
Fuente: Daily Reckoning
El crédito fácil y barato ha diseminado el riesgo moral y alimentado el pensamiento mágico en todo el mundo.
Según las encuestas, la mayoría de los ciudadanos griegos quieren los beneficios de formar parte de la zona euro / UE y el fin de la austeridad impuesta por la UE. La idea de que estas dos opciones son mutuamente excluyentes no parece estar siendo asimilada.
Es el encanto del pensamiento mágico: la promesa de un escape fácil de las dificultades propias de las decisiones difíciles, de la ruptura con los intereses creados, del desguace de la máquina de deuda que ha distribuido el botín entre prácticamente todos los que forman parte del sistema (en torrentes para los de arriba, en pequeños chorros para la mayoría de abajo –aunque no por eso deja de ser un botín–).
Si tuviéramos que resumir el insidioso encanto del pensamiento mágico, podríamos comenzar con el atractivo irresistible de utilizar el crédito para aliviar todas las dificultades.
¿Necesitas dinero para financiar estafas varias en el sistema de salud o de defensa nacional? Pide prestado. ¿Necesitas mantener empleos vinculados a la construcción en ciudades fantasma en el medio de la nada? Pide prestado dinero. ¿Necesitas seguir comprando acciones de la compañía para impulsar artificialmente su valor? Pide prestado dinero.
El problema con el crédito fácil y barato es que destruye la disciplina. Los eternos costos de la deuda contraída para financiar puentes a ninguna parte, fraudes en el sistema de salud o defensa nacional, ciudades fantasma, recompras de acciones, etc. nunca se calculan. Al igual que jamás se calculan los costos de oportunidad.
Cuando el crédito es caro y difícil de conseguir, los prestatarios de alto riesgo no pueden obtener préstamos y nadie se atreve a pedir prestado a altas tasas de interés para financiar proyectos de bajo rendimiento y alto riesgo. Cuando el crédito es caro y difícil de conseguir, lo que no es sustentable no obtiene financiación.
Cuando el crédito es barato y fácil de conseguir, cualquier timo obtiene financiación porque… oye, ¿por qué no? El costo es bajo (por el momento) y la ganancia podría ser fantástica.
Los economistas profesionales nos dicen que las economías nacionales funcionan bajo reglas fundamentalmente diferentes a las de las economías hogareñas. Pero esa no es más que otra falsedad que intentan pasar como verdad sofisticada y sólo accesible a unos profesionales cada vez más desacreditados por la realidad de sus políticas, teorías y predicciones fallidas.
Dado que la psicología humana sigue siendo la fuerza dominante en la economía, las economías familiares y las nacionales sólo pueden diferir en escala.
En la década de 1970, el crédito era escaso y difícil de conseguir. Los trabajadores jóvenes calificaban para una tarjeta de crédito con límites de USD 300, y era necesario gestionar cuidadosamente esa responsabilidad (siempre pagar a tiempo, etc.) para obtener un magro aumento a USD 500. Las tasas hipotecarias eran altas (10% +) y los ingresos y balances hogareños eran examinados antes de que cualquier prestamista se arriesgara a prestar decenas de miles de dólares para la compra de una casa. Después de todo, si el cliente dejeba de pagar el banco se quedaba con las pérdidas.
Luego vino la financiarización. Los bancos podían llevarse las ganancias de los préstamos empaquetados y descargar el riesgo de incumplimiento sobre los contribuyentes.
Pregúntate esto: si pudieras descargar el riesgo y las pérdidas sobre los contribuyentes, ¿cómo afectaría eso tu modo de invertir / apostar? ¿No tomarías riesgos mucho más altos, a sabiendas de que las pérdidas no caerían sobre ti sino sobre abstractos contribuyentes? Por supuesto que sí, y esta es la esencia del peligro moral: la desconexión entre riesgos y consecuencias.
El crédito fácil y barato ha diseminado el riesgo moral y alimentado el pensamiento mágico en todo el mundo. En el núcleo del pensamiento mágico yace la idea de que las consecuencias han desaparecido como por encanto financiero.
El interés de la deuda será pagado con el crecimiento.
Ganaremos tanto dinero con esta inversión / apuesta, que el pago de la deuda será fácil.
Con esta apuesta no podemos perder porque la Fed / el Banco Popular de China / el BCE / el Banco de Japón etc. nunca permitirá que el mercado colapse.
Cuando digo que el Banco Central de Marte emitirá quatloos para salvar el sistema financiero en bancarrota de la Tierra, todos entienden que estoy bromeando: el Banco Central de Marte y el Quatloo no existen.
Pero no hay ninguna diferencia entre creer en el crédito fácil y barato como solución a todos los problemas y creer que el Banco Central de Marte nos salvará de las consecuencias del crédito fácil y barato y de la destrucción de la disciplina fiscal.
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