lunes, 30 de septiembre de 2019

Los desastres ecológicos del comunismo que ahora se propone salvar el planeta

Elentir analiza la patética manipulación y engaño que está llevando a cabo la izquierda radical tratando de instrumentalizar el medio ambiente para ir hacia el comunismo, haciéndose eco de quién hay detrás (y qué exigen y dicen) de los organizadores de las recientes manifestaciones estudiantiles y cómo está cayendo tanta gente (con toda la buena voluntad del mundo) en este engaño. 
Finalmente expone los brutales desastres ecológicos perpetrados por los regímenes comunistas, que tratan de presentar ahora como la solución para "salvar" el planeta, tras mentir vilmente sobre la alerta climática y destrucción inminente del planeta...

Este viernes hubo movilizaciones en España con la excusa del cambio climático. Los mensajes me resultaron muy familiares: ya vi algo así hace años en las manifestaciones de “Nunca Máis”.
Unos charlatanes engañando a un montón de gente: como con ‘Nunca Máis’
Yo fui uno de los muchos gallegos que participaron en aquellas movilizaciones, pensando que su objetivo era otro. Sin embargo, lo que me encontré fue unas manifestaciones pastoreadas por la extrema izquierda en las que el medio ambiente era sólo la excusa. Entonces el que movía los hilos era un partido separatista, el BNG, cuyo objetivo era culpar del accidente a sus rivales políticos y usarlo como trampolín electoral. La última vez que asistí a una manifestación de “Nunca Máis”, había un tipo soltando un montón de majaderías en clave apocalíptica por la megafonía: la misma clase de discurso que ahora usa el movimiento ecocatastrofista orquestado por la izquierda. Ahora el clima vuelve a ser la excusa y el objetivo real es muy distinto: acabar con el capitalismo y promover el comunismo como alternativa, con la colaboración de un montón de gente que -como nos pasó a muchos con “Nunca Máis”- desconoce para qué la están utilizando.
El Sindicato de Estudiantes pide una economía planificada al estilo soviético
Para comprobar quiénes están jaleando esas movilizaciones basta con ver el cartel publicado por el Sindicato de Estudiantes para la convocatoria de anteayer, afirmando que “el capitalismo mata el planeta” y pidiendo una “revolución”:
Como ya expuse aquí en 2012, el Sindicato de Estudiantes es un grupo vinculado a una organización comunista trotskista denominada Corriente Marxista Internacional (CMI). La propia web de ese sindicato enlaza en su columna derecha la web del partido de la CMI en España, Izquierda Revolucionaria (IR). El sindicato y el partido parecen estar muy coordinados. Prueba de ello es que el SE publicó en junio el mismo recetario “ecologista” que IR publicó anteayer. En él se pide la nacionalización de multitud de empresas (energéticas, automovilísticas, aeronáticas, navales, ganaderas, alimentarias…) y también la nacionalización de la tierra.
Ese sindicato apoya a la dictadura chavista que ha arruinado Venezuela
El mensaje final del SE no deja lugar a dudas: “Por una producción sostenible planificada democráticamente por el conjunto de la clase trabajadora y la juventud. Por la transformación socialista y ecológica de la sociedad. Cada vez que una organización comunista usa el término “democrático”, lo que quiere decir es que la élite comunista imponga su voluntad y sus caprichos y los demás obedezcan, que es exactamente lo que ha pasado en todas las dictaduras comunistas. Obvia decir que esa propuesta de economía planificada y de apropiación de toda la industria por el Estado es el típico programa comunista de siempre. Buscando un poco en la web de dicho sindicato, no extraña encontrarse con el apoyo del SE a la dictadura chavista venezolana. Al fin y al cabo, las recetas que propone ese sindicato comunista son las mismas que han conducido a Venezuela al desastre social y económico en el que se encuentra ahora.
Los anzuelos de la marca electoral del Partido Comunista de España
Otra de las organizaciones que ha apoyado esas movilizaciones ha sido Izquierda Unida (IU), la marca electoral creada en 1986 por el Partido Comunista de España (PCE). El 25 de septiembre, IU publicó este mensaje en su Twitter oficial arremetiendo directamente contra el capitalismo con la excusa de salvar el planeta:
No es la primera vez que la formación comunista recurre a esa demagogia tan barata. En agosto también culpó al capitalismo de los incendios forestales:
Lo que estos charlatanes quieren es hacernos creer que el capitalismo es la fuente de todos los males y que la solución es el comunismo, aunque enmascaren esa receta hablando de nacionalizaciones masivas, conscientes como son de que sigue siendo una ideología impopular después de las masivas atrocidades cometidas por las dictaduras comunistas. Lo peor es que algunos incautos, especialmente los más jóvenes, pican ese anzuelo, tal vez porque han olvidado la historia, porque ni siquiera se la han explicado o porque se la han contado de forma manipulada.
Los desastres ecológicos provocados por dictaduras comunistas
El cinismo de organizaciones marxistas como las citadas queda aún más en evidencia si tenemos en cuenta que las dictaduras comunistas han sido las causantes de algunas de las peores catástrofes ecológicas de la historia:
  • El accidente nuclear de Chernóbil en 1986: el peor accidente nuclear de la historia ocurrió en la Unión Soviética. Afectó directamente a varios cientos de miles de personas, que se vieron seriamente afectadas por la radiación. Todavía hoy hay una zona de exclusión en Bielorrusia y Ucrania para marcar la zona afectada.
  • El desastre del Mar de Aral: es uno de los mayores desastres ecológicos de todos los tiempos, provocado por la Unión Soviética al desviar el cauce de los ríos Amu Daria y Sir Daria para el riego de cultivos de algodón. Por culpa de ello, el Mar de Aral tiene hoy la décima parte de la superficie que tenía a comienzos de la década de 1960.
  • El gran desastre del río Tetcha. Ocurrió entre 1949 y 1956 en la Unión Soviética, cuando la central nuclear de Mayak vertió 76 millones de metros cúbitos de aguas residuales radiactivas al río Techa. Unas 40 aldeas y 28.000 personas se vieron afectadas en el momento. Aún hoy medio millón de personas sufren los efectos de aquel vertido contaminante. Aún hoy el río Techa está afectado por la radiación.
  • El vertedero nuclear de Karachay: convertido por la URSS en el lugar más contaminado del mundo. La Unión Soviética empezó a usar el lago Karachay como vertedero de residuos radiactivos de la central nuclear de Mayak en 1951. El agua del lago acabó desapareciendocomo se puede ver en Google Maps. La desaparición del lago dejó al descubierto grandes cantidades de polvo radiactivo, que acabaron sembrando la muerte en los alrededores al ser arrastradas por el viento. Hoy en día basta con estar una hora en ese lugar para morir a causa de los altos niveles de radiación. Tenéis más información sobre este lago aquí (muchas gracias a @DoloLpez y a @ferncans por la información).
  • El accidente biológico de Sverdlovsk: el peor accidente biológico de la historia. Ocurrió el 2 de abril de 1979 en la ciudad de Sverdlovsk (hoy Yekaterinburgo), en la Unión Soviética, cuando una fábrica de armas biológicas liberó accidentalmente esporas de ántrax. Hubo al menos 105 muertos, entre ellos la mayoría de los trabajadores de la fábrica. Las autoridades no dieron aviso a la población. El alcance real del desastre aún se desconoce, pues la dictadura comunista ocultó los hechos y su servicio secreto, el KGB, destruyó todos los registros de los hospitales a los que acudieron los afectados. Hoy se conoce este accidente como el “Chernóbil biológico” debido a su enorme alcance.
  • El accidente nuclear de Kyshtym: el tercer peor accidente nuclear de la historia, ocurrido en la URSS el 29 de septiembre de 1957, concretamente en Mayak, en una fábrica que producía el plutonio para armas nucleares, a causa de una explosión química de residuos nucleares. Como consecuencia de ello, 22 poblaciones se vieron expuestas a la radicación y no fueron alertadas sobre el accidente. Unas 10.000 personas fueron evacuadas una semana después del accidente sin recibir ninguna explicación. El régimen soviético ocultó el desastre, que sólo se conoció en abril de 1958 cuando la prensa occidental empezó a informar sobre ello.
  • El incendio forestal del “Dragón Negro”: el mayor incendio del mundo en los últimos siglos, ocurrido en China y la URSS. Empezó el 6 de mayo de 1987 y arrasó más de 60.000 kilómetros cuadrados de bosque en la Unión Soviética y más de 12.000 kilómetros cuadrados en China en un solo incendio, unos daños que se debieron, en gran medida, a la actitud negligente de las autoridades soviéticas ante el incendio. Di más detalles sobre este desastre aquí.
  • El incendio de Kursha-2: fue el incendio forestal con más muertos del siglo XX y ccurrió en la Unión Soviética a comienzos de agosto de 1936. Murieron unas 1.200 personas: casi todos los habitantes del pueblo de Kursha-2, en la región de Moscú. El desastre se produjo cuando se dio prioridad a la evacuación de madera frente a la evacuación de personas ante un incendio forestal. Di más detalles sobre lo ocurrido aquí.
  • La Bomba Zar: la mayor explosión atómica de la historia, realizada por la Unión Soviética. La bomba tenía un peso de 27.000 kilos y una potencia de 50 megatones, es decir, el equivalente a más de 3.000 bombas como la Little Boy que fue lanzada sobre Hiroshima en 1945. La Bomba Zar, el explosivo más potente que se ha detonado en todos los tiempos, fue probada el 30 de octubre de 1961 en la isla Severny, en el archipiélago de Nueva Zembla, en el Mar de Barents, cerca ya del Círculo Polar Ártico. El hongo nuclear alcanzó una altitud de 65 kilómetros. La explosión fue tan colosal que fue visible a 1.000 kilómetros de distancia a pesar de estar el cielo nublado, y pudo causar quemaduras de tercer grado en un radio de 100 kilómetros de la explosión. El daño medioambiental fue enorme: la isla quedó nivelada, incluso las rocas. Hay que señalar que la URSS probó en Nueva Zembla un total de 130 armas nucleares, la mayoría de ellas con explosiones atmosféricas de alto rendimiento que contaminaron con radioactividad no sólo el territorio soviético, sino también parte de Alaska, el norte de Canadá y parte de Noruega, dejando los mares árticos con cantidades considerables de isótopos de plutonio.
  • La caza masiva de ballenas por la Unión Soviética: calificada como el delito ambiental más absurdo del siglo XX por Charles Homans en la revista Pacific Standard. Entre 1948 y 1973 los soviéticos cazaron unas 180.000 ballenas de forma ilegal, saltándose las limitaciones internacionales sobre su captura impuestas por la Comisión Ballenera Internacional, y además desperdiciando los recursos obtenidos de esa caza. Alex Tabarrok atribuyó este sinsentido a “la imposibilidad del cálculo económico racional bajo el socialismo”. Homans señaló que los balleneros soviéticos “habían sido enviados a matar ballenas por una pequeña razón aparte de decir que los habían matado. Estaban motivados por la obligación de satisfacer líneas oscuras en los planes quinquenales que impulsaron la economía soviética, que se había establecido con poca consideración por la demanda real de productos de ballenas de la Unión Soviética”. Las cifras globales, incluyendo la caza legal e ilegal, son colosales: de las 3 millones de ballenas cazadas en todo el mundo durante el siglo XX, 534.000 fueron capturadas por la URSS. En algunos casos, la caza de ballenas llevada a cabo por los soviéticos provocó daños irreparables. De las 200.000 ballenas jorobadas cazadas en todo el mundo en el siglo XX, 48.000 fueron cazadas por la URSS, que continuó con su exterminio de forma ilegal después de que se acordase el fin de la caza de esas ballenas en 1966, lo que llevó a esa especie al borde de la extinción (gracias a @jrmoyano69 por la aportación).
  • El lago tóxico de Geamana: un pueblo entero convertido en un vertedero de substancias tóxicas en la Rumanía comunista de Ceaucescu. En 1977 el régimen comunista empezó a explotar el depósito de cobre subterráneo de Rosa Poieni, oblidando a las 400 familias que vivían en el pueblo de Geamana a abandonar sus hogares. Geamana fue inundada para convertirla en un lago de residuos tóxicos procedentes de esa mina. Hoy en día lo único que se ve de Geamana es la parte alta de la torre de su antigua iglesia. El lugar tiene un aspecto horrible, con un lago de color rojizo altamente tóxico.
  • El Gran Salto Adelante: fue una de las mayores catástrofes ecológicas y humanas de toda la historia y ocurrió en la China de Mao, cuando el régimen comunista llevó a cabo una campaña para exterminar masivamente a los gorriones de ese país, declarándolos “enemigos de la revolución”. Matar masivamente a pájaros que se alimentan de insectos provocó un gran desequilibrio ecológico que desencadenó masivas plagas de langostas que arrasaron las cosechas, provocando colosales hambrunas. Además, China siguió los métodos anticientíficos de cultivo propuestos por el soviético Trofim Lysenko y respaldados por la URSS, que contribuyeron a agravar aún más las hambrunas. Como consecuencia de ello, más de 20 millones de chinos murieron de hambre.
  • Hoy en día, una dictadura comunista, China, es el país que más dióxido de carbono arroja a la atmósfera (en total, emite más que Estados Unidos, India, Rusia y Japón juntos, y más del doble que los 28 países de la Unión Europea), el que tiene el río más contaminado del mundo (el Linfen) y el que más plástico vierte a los océanos: un total de 3,53 millones de los 8,8 millones de toneladas de plástico que se vierten a los mares cada año proceden de China. El 50,5% del consumo mundial de carbón corresponde a esa dictadura comunista, que es también el productor del 46,4% de ese mineral. Sin embargo, los grupos ecologistas no protestan ante las embajadas de China, y la izquierda no clama contra el comunismo chino.
Y ahora vienen los comunistas diciendo que “el capitalismo mata el planeta”. Vaya cara más dura. Lo que pretende esta gente es que nos olvidemos de los desastres humanos y ecológicos provocados por el comunismo, y que presos del pánico provocado por sus mensajes catastrofistas, nos echemos en brazos de esos charlatanes totalitarios. Saben que en condiciones normales nadie les haría caso: por eso quieren que nos dejemos llevar por el nerviosismo y la histeria.

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