Elentir muestra con múltiples ejemplos qué pasaría si la Justicia aplicase las ocurrencias dictatoriales de Carmen Calvo y de la ideología del feminismo radical de izquierdas que pretenden (y van día a día) imponernos.
Artículo de Contando Estrelas:
El feminismo progre es una ideología alejada de la realidad. Para esa ideología, los hombres somos seres malvados y opresores, y las mujeres son oprimidas y dicen siempre la verdad.
Una chica extorsiona a un joven con una amenaza de denuncia por falsa violación
Ayer el diario valenciano Las Provincias publicó una noticia con este título: “Exige 1.200 euros a un amigo en Valencia para no denunciarlo falsamente por violación”. La noticia habla sobre un caso ocurrido en la ciudad del Turia, en la que una chica y dos cómplices de ésta intentaron extorsionar a un joven. Hoy en día la chantajista lo tendría muy fácil: recordemos que desde que se puso en marcha el movimiento #MeToo, se ha pisoteado la presunción de inocencia de muchos hombres acusándoles sin pruebas de delitos sexuales. ¿Cuántos extorsionadores pueden haberse aprovechado de ese ataque a uno de los derechos humanos? ¿El feminismo progre no había previsto este efecto, o sí lo había previsto y esa forma de amedrentamiento era parte de su agenda política?
La patada de Carmen Calvo al derecho a la presunción de inocencia
A ese odio movimiento, no le ha bastado con pisotearlo de hecho: el feminismo progre ha atacado sin rodeos incluso a nivel teórico a la presunción de inocencia, un derecho que nos protege de las acusaciones sin pruebas que pueda hacer cualquier persona desaprensiva para extorsionarnos o simplemente para destruir nuestra reputación. Un ejemplo del ataque a ese derecho fue esta declaración de la vicepresidenta Carmen Calvo en diciembre del año pasado:
Cito: “Proteger la libertad sexual de las mujeres implica -como ha dicho algunas de sus señorías también- primero, aceptar la verdad de lo que dicen“. Y añadió “Las mujeres tienen que ser creídas sí o sí, y siempre, con las mismas categorías procesales que cualquier otro sujeto para cualquier otro tipo de controversia o de delito que se sustancia en los procedimientos”. Es decir, que si hiciésemos caso a Carmen Calvo, en el caso que nos ocupa la Policía tendría que haber detenido al hombre extorsionado, y no a la extorsionadora, simplemente porque es una mujer y Carmen Calvo no admite la idea de que una mujer mienta (aunque se haya demostrado infinidad de veces que son capaces de mentir igual que los hombres).
Algunos ejemplos de denuncias falsas presentadas por mujeres
Podría poner muchos más ejemplos. Aquí van algunos de los últimos años, obtenidos después de una sencilla búsqueda en Google:
- En septiembre de 2014 una joven de Málaga fue condenada por una falsa denuncia de violación, después de reconocer ella misma ante la juez que ese delito, del que había acusado a cinco jóvenes, se lo había inventado.
- En enero de 2017 un hombre fue absuelto tras haber pasado más de 3 años en prisión por una falsa acusación de su mujer, que le había denunciado por violar a su hijo. Su abogada expuso así lo ocurrido en el juicio: “Fui yo, y no la acusación particular, quien tuvo que exponer las pruebas, que le exculpaban, claro”. El mundo al revés.
- En diciembre de 2017, una joven que denunció una violación en grupo en La Estrada (Pontevedra) reconoció habérsela inventado. La confesión la hizo ante la Guardia Civil después de que no haber sido capaz de identificar a ningún testigo y haber mostrado numerosas contradicciones en su relato.
- En febrero de 2018, una mujer que denunció una violación en el Camino de Santiago reconoció habérsela inventado a causa de un brote psicótico. Ya había protagonizado un hecho similar en el santuario de Fátima, en Portugal.
- En marzo de 2018, una juez archivó una denuncia de violación presentada por una mujer de Estella (Navarra) al establecer que se la había inventado. Se da la circunstancia de que el alcalde Bildu había instado a los vecinos a movilizarse en apoyo de la denunciante y grupos feministas habían convocado una concentración para protestar por la falsa violación.
- En enero de 2019, una mujer de Gijón que denunció una violación acabó reconociendo que se la había inventado ante la propia Policía.
- En enero de 2019, y también en Gijón, una mujer fue condenada por haber denunciado falsamente seis veces a su marido, a fin de cobrar un subsidio como víctima de violencia de género. La falsa denunciante incluso había ido a los medios de comunicación a acusar a su marido de malos tratos.
- En enero de 2019, un hombre fue absuelto de una falsa acusación de violación de sus dos hijos, acusación que se inventó una pediatra que ya había sido denunciada por inventarse otra acusación similar que afirmaba tener como víctima a una niña de 14 años. La pediatra se enfrenta ahora a dos procesos por denuncias falsas.
- El 26 de julio de 2019, detienen en Murcia a una menor que se inventó haber sufrido una violación en grupo. Su relato presentaba numerosas incongruencias con las declaraciones de testigos que la acompañaban y no coincidían con las grabaciones de las cámaras de seguridad. La chica acabó admitiendo que la supuesta violación nunca existió. Ahora se enfrenta a un juicio por denuncia falsa.
En junio de 2018 una denuncia por violación presentada por una joven no fue ratificada, después de conocerse que la versión de la denunciante no coincidía con las grabaciones de seguridad del lugar en el que supuestamente el hecho tuvo lugar. Además, la joven la ya había puesto cinco denuncias falsas con acusaciones similares.
Imaginad lo que sería el mundo si la ideología de Carmen Calvo fuese la norma a seguir a la hora de juzgar a un acusado por violación o por cualquier otro delito. Lo que el feminismo progre quiere no se llama igualdad ni justicia: se llama dictadura, un régimen totalitario en el que ciertas personas tengan privilegios a la hora de denunciar por el mero hecho de ser mujeres, y cualquier acusado pierda su derecho a la presunción de inocencia por el mero hecho de ser un hombre.
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