jueves, 7 de mayo de 2020

Qué necesitamos para una rápida recuperación ante la debacle económica que viene, análisis del plan de IU (Unidas Podemos) y ejemplos de medidas adecuadas e inadecuadas para combatir la crisis económica

Ante la actual crisis económica, que ha unido un shock de oferta a uno de demanda, es esencial tomar medidas tanto de liquidez (corto plazo) como de solvencia (medio y largo plazo). 

Nos vamos a enfrentar a una situación macroeconómica en España dantesca con un paro superior al 20%, una deuda como porcentaje del PIB cercano al 120% y un déficit superior al 10%. 

La crisis va a provocar una reestructuración sectorial enorme, cambios en la demanda y preferencia de los consumidores y cambios obligatorios en la oferta, con cierre masivo de negocios que dejarán de ser sostenibles y otros tantos que tendrán que reinventarse. 


Esto implica por diversos motivos (empezando por la propia incapacidad y solvencia del Estado) que un "rescate total" es absurdo, porque entre otras cosas implicaría la dilapidación masiva de recursos tratando de reflotar negocios que dejarán de tener sentido el día de mañana. En consecuencia por motivos de lógica, de sentido común, de racionalidad económica y de eficiencia, lo adecuado es un rescate selectivo (centrado en aquello que genera aún o va a seguir generando valor), al resultar mucho menos gravoso para la solvencia estatal y también menos distorsionador para el funcionamiento de la economía (como bien se explica en este artículo), habiéndose quedado el gobierno en un paso intermedio: 

"Se refinancia generalizadamente la liquidez del sector empresarial (pero no se lo compensa por su empobrecimiento: solo se traslada el agujero para más adelante); se protege el sistema financiero (para eso sirven en el fondo los avales); se transfiere renta indiscriminadamente a quienes pierden su empleo (sin atender a sus necesidades reales de liquidez), y se omite la caída de ingresos de todo el resto de la sociedad (de nuevo, desatendiendo su empobrecimiento y sus necesidades de liquidez). Ni se refuerzan la liquidez y la solvencia de los agentes económicos que siguen generando valor (o que volverán a generarlo en el futuro) ni se focaliza la ayuda social hacia aquellos que verdaderamente la necesiten (personas sin empleo y sin ahorros). Caro, arriesgado y distorsionador. A medio camino entre un reflotamiento total y un reflotamiento selectivo. Podría ser peor, pero también podría ser mucho mejor."

En este sentido, son positivas ciertas medidas de liquidez y de moratoria de pagos o de desempleo, pero se dejan otra pata muy importante, focalizada en la solvencia. 

Un equilibrio y plan alternativo centrado tanto en la liquidez como en la solvencia, que era detallado por Juan Ramón Rallo en este otro artículo. 

Y es que lo cierto es que se va a producir una necesaria e ineludible reasignación de trabajo y capital y que si se pretende favorecerla (para mejorar la recuperación económica, acelerarla y hacerla vigorosa y sostenible) requiere por tanto facilidades para ello. 

Y esto se consigue precisamente por un lado reduciendo los costes de transacción y reasignación de dichos recursos de capital y trabajo, es decir reduciendo las regulaciones y burocracia y liberalizando el mercado de trabajo para reducir costes de contratación. Y por otro lado reduciendo impuestos, para generar así mayor inversión y atraer no solo la inversión interna sino la externa, dotar de mayor solvencia a las empresas, facilitar su existencia y recapitalización tras el grave daño sufrido (no haciéndolas desaparecer aún en mayor medida), dotarlas de más recursos para generar actividad, contratar...lo que tiene que venir acompañado también en dichos años de recuperación de reformas de la Administración Pública, de reducción del gasto público para reducir la situación de insolvencia del Estado, evitar su quiebra, mejorar la asignación de recursos, no lastrar el crecimiento económico y al sector productivo (sobre el que se asienta reduciendo el crecimiento potencial)...

Desgraciadamente, esta segunda pata de la solvencia y la recuperación necesita y exige TODO lo contrario a lo que el gobierno está planteando ahora (mayor regulación y burocracia, mayor gasto público y subidas de impuestos, lo que reduce el ahorro interno y descapitaliza la economía, y por lo tanto reduce la inversión productiva y la productividad misma, materia prima del aumento del empleo y de los salarios en la economía). 

Por ello medidas muy contraproducente son las planteadas por Unidas Podemos, bajo la cual también se inserta Izquierda Unida, que  plantea un plan dirigido a: 

-Incrementar drásticamente impuestos: incrementar el IRPF, los impuestos al capital, al patrimonio, subirlo en sucesiones y donaciones (solo se salva su recomendación de bajar el IVA de la electricidad del 21% al 10%. 
-A incrementar el gasto público al A) incrementar los subsidios sin contraprestaciones a niveles cercanos al salario mínimo (una renta mínima en el 80% del salario mínimo), lo que la teoría y la evidencia empírica demuestran una absoluta insensatez que lleva al aumento del desempleo, de la dependencia estatal, de la economía subsidiada y no productiva, al fraude y la economía sumergida, a déficits elevados y perennes, al aumento continuo de impuestos, a la fuga de capitales...al EMPOBRECIMIENTO creciente de la sociedad.
B) aumentar arbitrariamente en un 20% y 30% gastos en sanidad y educación sin consideración alguna sobre necesidades efecitvas, capacidad, situación fiscal, eficiencia del gasto (por ejemplo está demostrado que pasando ciertos niveles de gasto mínimo en educación, que España supera con creces, más gasto no mejora el nivel educativo ni los resultados, siendo la clave de su éxito otras variables, tratadas en otros muchos artículos y en las que España, ni está ni se le espera. C) Elevar aún más las pensiones en un sistema que está quebrado, que tiene un déficit enorme cada año, que deviene en una insostenibilidad creciente por simple demografía y ante un Estado que es ahora insolvente y requerirá sí o sí un rescate de Europa D) planes de trabajo garantizados financiados con dinero público; E) Otras partidas varias de mayor gasto como gratuidad de los estudios universitarios de grado, red pública de residencias geriátricas... F)elevar aún más el  salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.200 euros al mes, en una situación de destrucción masiva del empleo, de la descapitalización de las empresas, de falta de liquidez, de rigidez laboral...es la receta perfecta para la destrucción del tejido empresarial y laboral en un país, propio por cierto de sus modelos económicos que aumentan la misera y se caracterizan por la creciente o absoluta dependencia estatal de las personas sin capacidad alguna de vivir en libertad o de manera independiente sin el férreo control y dádivas del Estado. Precisamente lo que se necesita es lo contrario para estimular la contratación, el empleo, la supervivencia empresarial, la solvencia estatal, la generación de riqueza, la inversión...
-A desandar lo ganado en reformas laborales al A) aumentar la rigidez laboral (endurecer las causas del despido), los costes de contratación y despido (es decir aumentar los costes y lastrar la reasignación de capital humano en una necesaria reestructuración empresarial que comentábamos antes), lo que aumenta el desempleo, el cierre de empresas, reduce la inversión empresarial y la deslocalización...B) establecer una duración mínima de los contratos de 12 meses (salvo campañas específicas). Esta es otra locura, que desincentiva la contratación, la apertura de empresas, la inversión empresarial, reduciendo el empleo, los salarios y el crecimiento económico (y la prosperidad). Justo además en el momento menos indicado, por la precaria situación de la mayoría del tejido productivo, con graves problemas de solvencia, y que retrasaría la recuperación sobremanera (evitando las necesarias facilidades comentadas previamente sobre el traslado de capital humano entre empresas debido a la enorme reconversión sectorial y empresarial que se va a producir). 

En definitiva un recetario directo a la quiebra, al empobrecimiento masivo, al estado subsidiario, a la dependencia estatal, al control masivo de la sociedad por parte del gobierno, a la generación continua de redes clientelares con la que mantenerse en el poder (hasta que todo implosiona como hemos comprobado tantas veces en tantos países con el mismo recetario y el mismo discurso populista y "gratuito"). 


Al contrario, lo que necesitamos en la etapa de reestructuración para reactivar el crecimiento y evitar el estancamiento son inyecciones de capital para reflotar a las empresas viables descapitalizadas y mayor flexibilidad económica para reconvertir el tejido empresarial inviable en viable o para permitir crear nuevas empresas distintas a las existentes. 

Necesitamos más ahorro interno (y externo incentivando y facilitando la inversión) y flexibilidad (libertad económica) para movilizar con los menores costes posibles los recursos para invertirlos productivamente. 

Y más ahorro interno y externo no solo a corto plazo sino también a largo plazo se consiguen con menos impuestos y menos trabas regulatorias (para incentivar y facilitar el desarrollo de la estructura productiva, en lugar de esclerotizarlo). 

Y en este sentido es positiva la única recomendación salvable de la propuesta de Unidas Podemos-IU de rebaja del IVA a la electricidad, así como las propuestas de Ayuso de rebaja de impuestos y reducción de la burocracia. Un ejemplo de lo último este sobre que Madrid suprime todas las licencias urbanísticas para reactivar cuanto antes las obras en locales y viviendas.  

Ojalá las iniciativas políticas vayan en dicho camino. Desgraciadamente, y por lo escuchado al gobierno, soy poco optimista...







No hay comentarios:

Publicar un comentario

Twittear