viernes, 5 de julio de 2013

Dramático lo de las mujeres en El Cairo. (Islam, Oriente Medio. 168)

Realmente dramático lo que ocurre en El Cairo con las mujeres, algo que se dispara en situaciones como la actual:

"Para buenistas.

En Occidente hay la costumbre generalizada de ignorar, minimizar o considerar las amenazas contra aquellos que los islamistas consideran como infieles, los judíos, cristianos, occidentales como bravuconadas de exaltados, y no son tomadas en serio.

Desgraciadamente las consecuencias son para aquellos buenistas que creen que esas declaraciones son desvaríos propagandísticos y se acercan al nido de la serpiente islamista pueden llegar a ser mordidos por los ofidios islámicos.

El estudiante universitario judío norteamericano, Andrew Driscoll Pochter, de 21 años, oriundo de Chevy Chase, Maryland, fue asesinado por un islamista en Alejandría, Egipto, el 28 de junio de 2013 cuando observaba los enfrentamientos entre partidarios y oponentes del presidente islamista, Mohamed Morsi. Pochter, una de las seis víctimas fatales que se registraron durante las manifestaciones, en el convulsionado país del Nilo, fue apuñalado en el pecho.

Los padres de Pochter precisaron que su hijo había ido a Alejandría por el verano para enseñar inglés a los niños egipcios de entre 7 y 8 años, y mejorar su manejo del idioma árabe.
La familia de Pochter expresó en un comunicado que "fue a Egipto porque se preocupaba profundamente por el Oriente Medio, y planeaba vivir y trabajar allí procurando la paz y el entendimiento". Pochter quería comenzar su tercer año en el Kenyon College de Ohio y tenía planeado estudiar en Jordania la próxima primavera. También había pasado una temporada en Marruecos.

"Andrew era un joven maravilloso que buscaba nuevas experiencias en el mundo y procuraba encontrar la forma de compartir el talento, que había aprendido", expresa la nota de sus familiares. [1]

Quien avisa no es traidor
Los islamistas advirtieron que las mujeres cristianas deben ir veladas si no quieren ser violadas. El predicador islamista Hisham el-Ashry apareció a principios del año 2013 en la televisión de Egipto en horario de máxima audiencia exigiendo a las mujeres que se cubran con el velo para su propia protección y abogó por la introducción de la policía religiosa como en Arabia Saudita. [2] Casi un centenar de agresiones sexuales se produjeron en la plaza Tahrir de El Cairo y sus alrededores en un par de días y al margen de las protestas contra el presidente Mohamed Mursi, ha informado Human Rights Watch (HRW).

La organización, con sede en Nueva York, informó de al menos 91 casos de asalto que podrían considerarse como violación desde el 28 de junio, con datos aportados por asociaciones locales de lucha contra este fenómeno, que se convirtió en un fenómeno recurrente y al margen de las manifestaciones en Egipto.

Un comunicado de HRW informó de cinco ataques contra las mujeres 28 de junio 46 el domingo 30 de junio -el día con más incidentes en las manifestaciones-, 17 el 1 de julio y 23 el día 2 de julio.

El escenario más común descrito por las víctimas es el de un grupo de jóvenes "que identifican a una mujer, la rodean y la separan de sus amigos" antes del ataque, y luego rasgan su ropa e incluso la violan. En algunos casos, la víctima fue arrastrada por el suelo para seguir siendo atacada en otro lugar.

En muchos casos, estos ataques, algunos de los cuales llegaron a durar casi una hora, terminaron en la hospitalización de la víctima. HRW informa que algunas mujeres fueron "golpeadas con cadenas de metal, palos, sillas y hasta con cuchillos".
El comunicado lamenta "la negligencia del gobierno" con este problema, que podría desembocar en una cultura de "impunidad".
Dada la magnitud del fenómeno, se han establecido grupos en El Cairo dedicados durante meses a identificar el abuso sexual y proteger a las mujeres durante las protestas. Estos ataques están en muchos casos dirigidos a periodistas extranjeras.
A falta de detenciones, los responsables de estos actos no se han podido identificar correctamente. [3]

Anteriormente la corresponsal de CBS Lara Logan fue golpeada y ultrajada sexualmente por una multitud mientras cubría el ambiente que se vivió en la Plaza Tahrir de El Cairo el día de la renuncia del ex presidente egipcio Hosni Mubarak. [4]

Según un estudio publicado en 2010 por el Centro Egipcio por los Derechos de las Mujeres (CEDM) y el UNFPA, un fondo de la ONU, casi la mitad de las egipcias declara sufrir el acoso sexual de forma diaria, y hasta un 83% lo ha experimentado alguna vez en su vida. La cifra asciende hasta el 98% en el caso de las mujeres extranjeras que viven en la capital egipcia. A pesar de que no existe un estudio comparativo, numerosas mujeres que han vivido en varios países de la región sostienen que El Cairo es la ciudad donde está lacra es más aguda.
“El acoso cuenta con alto grado de aceptación social, y por lo tanto, de impunidad. Para muchos, es una especie de demostración de hombría", asevera Rasha Hassan, una de las investigadoras que realizó el estudio del CEDM y apostilla:”Ante una situación de acoso la mayoría de mujeres opta por un silencio incómodo. Pero aquellas que alzan la voz, y reprueban al agresor su conducta, raramente encuentran el apoyo de sus conciudadanos. Tampoco cabe esperar mayor comprensión por parte de la policía, pues los informes señalan a los agentes como uno de los colectivos más propensos al acoso, junto a estudiantes o taxistas”.

El acoso sexual tan brutal que sufre la población femenina de Egipto ha motivado que se considere El Cairo la capital árabe del acoso sexual, siendo esta nauseabunda conducta muy habitual en el mundo árabe como sostienen las mujeres extranjeras que han vivido en países árabes. [5]
Si duda de lo que se le dice, puede viajar, por ejemplo, a Jordania, un país por ahora "tranquilo" y lleve una gran cruz en el pecho y verá lo que le pasará y si es más valiente hágalo en Siria, Egipto, Irak, Libia, Túnez, Argelia, Gaza.
NOTAS

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