Más y más deuda. Este año otros 72.135 millones más, alcanzando los 294.785 millones de incremento de deuda pública solo en los últimos tres años.
Una deuda que supera ya el billón de euros. Pero esto es lo que quiere la gente al parecer y vota para que sea así y a qué partido pretende gastar más. Las consecuencias nunca importan...
Y estos son hechos. Pero al parecer, a esto se le llama "austeridad" y la situación económica es resultado de políticas de "austeridad" en una burda manipulación que se hace desde distintos ámbitos, siendo al parecer la solución gastar y endeudarse aún más (impuestos futuros mucho mayores pese al robo expropiatorio y generalizado del dinero del contribuyente que le hace el político de turno obteniendo así más recursos que gestionar, más poder e importancia y más capacidad para emplearlo en beneficio propio y de distintos grupos de interés y presión que mediante la vía política a cambio de apoyo (o de no hacer ruido) obtienen beneficios y rentas a costa del resto de la sociedad. Pero al contrario que en el mercado, no por servir o satisfacer mejor a terceros (base de su éxito, ya que de lo contrario desaparecen y quiebran) sino por imperativo legal, independientemente de sus resultados y servicios prestados.
Artículo de El Confidencial:
La espiral de la deuda no cede. Crece a menor ritmo que en los últimos años, pero aun así el endeudamiento público vuelve a pulverizar todos los récords. Hasta el extremo de que este año el Gobierno prevé que se cierre con un stock de deuda equivalente a 1,038 billones de euros incluyendo el conjunto de Administraciones. Eso quiere decir que, a lo largo de 2014, el sector público se habrá endeudado en otros 72.135 millones.
La segunda notificación que ha enviado el Gobierno español a Bruselas en relación con las cuentas públicas contiene novedades. La más importante es que reduce en 3.550 millones el stock de deuda que preveía el pasado 31 de marzo, que es cuando el Ejecutivo remitió a Eurostat la primera notificación. En cuando al déficit, reduce ahora su cuantía en 1.617 millones respecto de lo estimado inicialmente, hasta los 58.792 millones. Aun así, el crecimiento de la deuda es prácticamente exponencial. Un dato lo corrobora.
Tan sólo en estos últimos tres años (entre 2012 y 2014) y pese a los recortes del gasto público aprobados por el actual Gobierno y la subida de impuestos (IVA, IRPF, Especiales…) la deuda pública se ha incrementado en nada menos que 294.785 millones. O lo que es lo mismo, a una media de algo más de 98.200 millones de euros al año. En esta cifra se incluyen partidas no recurrentes como el rescate al sistema financiero quebrado (unos 41.000 millones que hay que devolver al Mede europeo) o el Fondo de pago a proveedores (41.814 millones en su última cuantificación).
En todo caso, eso quiere decir que, pese a que el gasto ha pasado de representar el 45,4% del PIB en 2011 al 44,3% en 2013, y la presión fiscal ha evolucionado desde el 36% del PIB al 37,5%, la bola de nieve que representa la deuda no ha dejado de crecer, empujada por los elevados déficits. No en vano, España cerró el año pasado, según los datos definitivos, con el tercer mayor desequilibrio presupuestario (un 6,8%) de la Eurozona, solamente por detrás de Grecia (12,2% del PIB) y Eslovenia (un 14,6%), aunque en este último caso por operaciones de carácter extraordinarios no recurrentes en el tiempo.
La media es del 2,9%, ya por debajo del límite fijado en el Tratado de Maastricht. Muy lejos, prácticamente la mitad, del 5,66% del PIB que prevé el Gobierno español para el año 2014, según la comunicación enviada a Bruselas.
Riqueza nacional
Para hacerse una idea de lo que significa el avance de la deuda, sólo hay que tener en cuenta que en 2010 representaba el 60,1% del PIB, mientras que en 2014 acabará, según la última previsión enviada por el Gobierno a Bruselas, en el 97,6% del índice. Y eso después de que la última actualización de la metodología con que se elabora el producto interior bruto haya elevado en 16.949 millones la riqueza nacional. De lo contrario, la ratio deuda/PIB habría rozado ya el 100% del PIB, a años luz de los niveles cercanos al 40% con que arrancó la larga crisis económica. Nada menos que 60 puntos de PIB, unos 600.000 millones de euros a precios corrientes (incorporando la inflación).
El resultado, como no puede ser de otra manera, es un crecimiento intenso de los recursos que se destinan al pago de la deuda. O expresado de forma precisa. Si en 2010 –con una prima de riesgo desbocada– el sector público tuvo que dedicar 20.248 millones a pagar intereses, el Gobierno estima que este año tendrá que destinar 35.395.
Lo más relevante, sin embargo, es que crece el servicio de la deuda pese al desplome de los tipos de interés, lo que permite al Tesoro pagar rentabilidades históricamente bajas. En concreto, en 2014 se gastarán algo más de 1.200 millones en intereses más que el año anterior. La causa de este incremento, lógicamente, tiene que ver con el volumen del endeudamiento público, que sigue creciendo.
¿Y de dónde sale el dinero que hay que dedicar ahora a pagar la deuda? Los datos enviados por el Gobierno este martes a Bruselas dan algo más que una pista. Mientras que el pago de intereses ha crecido un 75% entre 2010 y 2014, la inversión, por el contrario, se ha desplomado hasta menos de la mitad. En concreto, ha pasado en cuatro años de 50.693 millones de euros a 23.398 millones, algo que da idea del intenso proceso de ajuste que ha sufrido la economía española en este capítulo estratégico desde el punto de vista de los multiplicadores fiscales, como ha puesto de relieve el Fondo Monetario en su asamblea de otoño.
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