Una nueva mentira del Gobierno hecha realidad. Primero negaron y hasta se enfadaron con quien propusiera un nuevo impuesto al ahorro (lo más perseguido por un político, pues su deseo es hacerse con cualquier recurso que haya para gastarlo en sí mismo y en su beneficio electoral, que no de la sociedad en su conjunto).
Lo crearon al 0% con las excusas pertinentes, y ahora ya lo aplica de forma generalizada para expropiar más recursos del ciudadano para que lo malgaste no en lo que quiera y necesite cada ciudadano sino en lo que a él le convenga (como pagar las enormes deudas que tiene o consumir aquella que le es más necesario...) sino en lo que el político de turno quiera (lobbies, empleados propios, corrupción, ellos mismos, amigos y familiares, pago de favores, compra de votos, gasto absurdo e innecesario que da empleo a unos de manera ineficiente para quitárselo a otros...).
Más y más impuestos para seguir la fiesta del gasto creciente robando más recursos al ciudadano, reduciendo su poder adquisitivo y cargándose las clases medias medida a medida.
Pero nunca es con afán recaudatorio, claro, y siempre es por tu bien...
Artículo de Expansión:
El Gobierno aprobó este viernes un decreto-ley de impulso económico que fija en el 0,03% el impuesto a los depósitos bancarios en el conjunto de España.
Se trata de un tributo, que deben pagar las entidades financieras, con el que contaban algunas comunidades autónomas y que el Ejecutivo extendió a todo el territorio español en 2013, pero que hasta ahora contaba con un tipo del 0%, ya que se creó con el único fin de garantizar la unidad de mercado y evitar que cada comunidad autónoma pudiera tener una tasa propia.
Así lo adelantó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que ha dado luz verde a este decreto-ley y a otros normas de carácter económico para, según la ministra, impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo.
El Ministerio de Hacienda creó este nuevo tributo a partir del 1 de enero de 2013 para que los depósitos de los bancos recibieran un tratamiento tributario homogéneo.
Según anunció entonces el Gobierno, el tipo de este impuesto sería muy moderado y no tendría un fin recaudatorio, sino únicamente compensatorio, ya que la ley de financiación autonómica obliga a resarcir a las comunidades autónomas que lo tenían y cuya vigencia quedó anulada a partir de la existencia del impuesto estatal.
Las tres comunidades a compensar son Andalucía, Canarias y Extremadura, que son las que lo tenían vigente antes del 1 de diciembre de 2012. Después lo implantaron Cataluña y Asturias.
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