domingo, 8 de septiembre de 2019

El BCE avisa: España no tiene margen ni para subir gasto ni bajar impuestos

Carlos Sánchez se hace eco de las advertencias del BCE (en la senda del recinte Consejo de la UE), y que no dice nada nuevo que no se supiera ni fuera advertido desde hace años (en multitud de artículos aquí). 

La irresponsabilidad política, que busca el rédito electoral, la amplificación del poder político a costa de la sociedad civil lleva a graves desajustes con consecuencias que luego pagan todos los ciudadanos con dramáticas situaciones. 

La situaciones es evidente. La situación de desequilibrio es manifiesta y ante la grave situación de deuda y déficit estructural, la SOLUCIÓN pasa por REDUCIR el gasto público de manera estructural para acabar con el déficit (diferencia entre gasto público e ingresos públicos) y así obtener superávit fiscal con el que reducir la ingente cantidad de deuda pública que no para de crecer hasta niveles cada vez más preocupantes (con consecuencias que se dejan notar en el crecimiento económico futuro, la productividad de la economía...). 


Pero nuestros políticos, y los votantes que apoyan la cuadratura del circulo que prometen (mienten) los políticos, hacen justo lo contrario (pues les es rentable políticamente, dados los incentivos perversos que crean, la cada vez mayor red clientelar que fabrican y la ignorancia sobre las consecuencias de lo que llevan a cabo). 

Así, lejos de reducir el gasto público, lo aumentan, aumentándolo vía mayores niveles de deuda y mayores impuestos que pesan sobre la sociedad, sin resolver ningún desequilibrio. Y cuanto más ingresan fiscalmente, lejos de acabar con el déficit, gastan y prometen gastar más, en una rueda que nunca acaba (hasta la quiebra del país, salvado por el BCE de momento, lo que lleva a seguir obrando mal sin corregir internamente los desequilibrios que crean). 

Y dada la demagogia brutal y la manipulación de los términos empleados por los políticos especialmente a la izquierda, pero con la sumisión haciendo lo mismo por parte de la derecha (gasto público = derechos, más gasto público = mejor para la sociedad, bajar impuestos es antidemocrático y demás basura puramente ideológica...), llegamos a la insostenibilidad, a la ruina del país, a al quiebra de cientos de miles de empresas, al desempleo masivo, al estancamiento de la productividad, a la minoración del poder adquisitivo de los ciudadanos, a la manipulación monetaria que crea burbujas. 

Y por supuesto, luego, tras la creación de los pertinentes chivos expiatorios, los mismos irresponsables se presentan como la solución haciendo más de los mismo (que ha llevado al desastre) acusando a los que se han obligado a restringir dichos excesos (para evitar quiebras) de causantes de dicha situación. 
No solo es inmoral, es obsceno y un insulto a la inteligencia, pero es lo que hay...

Artículo de El Confidencial: 

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi, junto al vicepresidente, Luis de Guindos. (Reuters)El presidente del BCE, Mario Draghi, junto al vicepresidente, Luis de Guindos. (Reuters)

"[...] España es el país del euro (no se tiene en cuenta a Grecia, por sus especiales circunstancias) que dispone de menos holgura para caminar en ambas direcciones. Básicamente, por una razón. Por la combinación de un nivel de deuda pública situado claramente por encima del 90% y por la existencia de un elevado déficit público de carácter estructural (sin tener en cuenta los ingresos extraordinarios derivados del ciclo económico). [...]  España, Italia, Francia y Bélgica [...] son los más vulnerables a “posibles contracciones del PIB” o a una mayor volatilidad de los mercados financieros.

La causa de esta mayor vulnerabilidad tiene que ver, fundamentalmente, con la existencia de elevados niveles de endeudamiento público, pero también con los permanentes desequilibrios fiscales que se han enquistado en sus economías y que los gobiernos no son capaces de reducir. Fundamentalmente [...] elevados déficits presupuestarios estructurales, los que van más allá que lo meramente coyuntural.

[...] la “limitada mejora observada” en los años recientes “tiende a sobreestimar los esfuerzos que realmente han realizado los gobiernos”.
[...]

Incompatibilidad

Bruselas, de hecho, recomendó a España que garantizase que la tasa de crecimiento nominal del gasto público primario neto (sin el pago de intereses) no superara el 0,6% en 2019, lo que se correspondería con un ajuste estructural anual del 0,65% del PIB. Por lo tanto, un ajuste relevante del déficit (cada décima equivale a unos 1.200 millones de euros) que parece poco compatible con un sensible aumento del gasto público, como ha propuesto el Gobierno socialista a Unidas Podemos, o con una rebaja de impuestos, como han reclamado tanto el Partido Popular como Ciudadanos.
No hay que olvidar que, según las previsiones de la primavera de 2019 de la Comisión Europea, “existe un riesgo de desviación significativa de la trayectoria de ajuste recomendada hacia el objetivo presupuestario a medio plazo en 2019”.
La única forma de cumplir esas promesas sería un fuerte crecimiento económico que hoy está descartado, habida cuenta de la ralentización del PIB que se está produciendo en la economía global, que, obviamente, contamina a España. Ralentización que hoy no se contempla en los programas que comienzan a dibujar los partidos.
El último Consejo de la UE, incluso, exigió a España, en el marco del cumplimiento de las normas comunitarias en razón de su pertenencia al euro, que adoptara las medidas necesarias a partir de 2019 para cumplir las disposiciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Es más, aconsejaba que en lugar de bajar impuestos “utilice los ingresos extraordinarios que puedan obtenerse” para reducir la deuda pública.
Lo que está sucediendo es justamente lo contrario. Al cierre del primer semestre, el déficit del Estado (sin contar otras administraciones) se situó en 10.514 millones de euros, lo que supone un incremento del 27% respecto del mismo periodo del año anterior. Este aumento del saldo negativo fue consecuencia de un crecimiento del gasto del Estado, que aumentó un 3,8%, mientras que los ingresos se mantuvieron contenidos en el 1,8%todos los datos, medidos en términos de contabilidad nacional. Este déficit equivale al 0,84% del PIB, frente al 0,68% de un año antes."

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