Otro fantástico ejemplo de restricción de libertades. En este caso, y tras la presión del lobbie de turno que exige al poder político que regule en su favor en contra de los intereses de otros grupos, el político de turno (en este caso del PP) decide una vez más cómo debe ser la vida y la manera de vivir y comportarse de sus súbditos, en una nueva interferencia y apropiación de la vida privada del ciudadano, cada vez menos libre de hacer cualquier cosa.
En este caso se prohibirá en Sevilla jugar al dominó o a los dados en las terrazas (que con el calor que hace llevará a multitud de jubilados (y no jubilados) a no poder jugar y seguir una tradición y menos aún donde lo venían haciendo. Tampoco se podrá comer o beber de pie junto a veladores (mesas de una sola pata características en lugares de comer de picoteo), acabando con una tradición y forma atractiva para el turismo, o rodar barriles de cerveza (o se rompe uno la espalda o no montes un bar).
Pasito a pasito hacia el totalitarismo y el control absoluto de las personas, donde el líder dice y decide todo lo que puede y no puede hacer el súbdito del partido.
Y para ello es necesario pasos pequeñitos para que no seamos conscientes, y por tanto haya un rechazo absoluto y enérgico. Medidas marginales que de por sí solas no se considera transcendente, pero que van sumándose una tras otra restringiendo las libertades individuales, sometiendo a las personas a las arbitrarias decisiones del LIDER.
La parábola de la rana es bien ilustrativa, como expone brevemente el siguiente vídeo:
Caminando pasito a pasito hacia la distopía mostrada en la célebre obra 1984, de George Orwell...
Artículo de Libertad Digital:
El Ayuntamiento de Sevilla ha aprobado este viernes en pleno la Ordenanza Contra la Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones, según la cual prohíbe jugar al dominó o a los dados en las terrazas de los bares y autoriza que las hermandades rocieras puedan lanzar cohetes de 09.00 a 23.00 horas durante la romería.
Esta nueva ordenanza, que ha sido ratificada por la mayoría del PP un año después de su traslado al pleno y rechazada por el PSOE e IULV-CA, incluye también otras normas polémicas como la prohibición de beber o comer de pie junto a los veladores, las aceleraciones innecesarias de vehículos, rodar por el suelo barriles de cerveza o disponer de aparatos de televisión en las terrazas, entre otras.
Por el contrario, queda permitido el establecimiento de bares con música y discotecas en edificios colindantes a las viviendas siempre que no compartan la misma parcela catastral, una novedad que ha causado rechazo por parte de la "Plataforma por el derecho al descanso".
En total, han sido mil las alegaciones presentadas por las agrupaciones municipales de la oposición y asociaciones de vecinos y afectados por el ruido, de las cuales un 40% han sido estimadas según el equipo de gobierno, hecho que han desmentido PSOE e IU.
La oposición ha acusado al gobierno municipal de legislar sin consenso, de retroceder con respecto a la normativa anterior y de agravar aun más un problema que lleva varios años sin solucionarse.
Además, la oposición coincide en afirmar que no hay medios suficientes para que las autoridades hagan cumplir la normativa ya que los inspectores de medio ambiente no hacen turnos de noche y la Policía carece de los instrumentos necesarios para la medición del nivel de ruido.
Por su parte, la Delegación de Medio Ambiente defiende que la normativa compatibiliza el desarrollo económico de la ciudad con el derecho al descanso de los vecinos y que dicha ordenanza se basa en la legislación autonómica.
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