viernes, 28 de junio de 2019

En apoyo de Francisco Serrano frente a la brutal campaña de linchamiento contra él

Elentir argumenta y reflexiona sobre el apoyo al juez Francisco Serrano (Vox), otra victima más del linchamiento social que se deriva de la actual dictadura de lo políticamente correcto, que incluye y de qué manera todo lo relacionado con la ideología de género. 

Artículo de Contando Estrelas: 
Desde hace años, en España nos hemos acostumbrado a que todo el que discrepa de la izquierda sea vilipendiado desde los medios de comunicación, a veces con mucha intensidad.
Francisco, de baja médica tras el linchamiento contra él y su familia
El último caso lo ha sufrido una excelente persona: Francisco Serrano, diputado autonómico de Vox en Andalucía. La excusa ha sido una publicación de Facebook que ya ha sido borrada y que –como él mismo ha señalado hoy– ni siquiera era de su autoría, sino que la había escrito un colaborador. A raíz de esa publicación, Francisco ha recibido todo tipo de insultos, incluso de medios supuestamente afines. El linchamiento lo ha acabado sufriendo también su familia, como él ha denunciado hoy, en la misma nota en la que ha comunicado que, como consecuencia de ello, ha cogido una baja médica para recuperarse anímicamente. Como ya le he manifestado en su página de Facebook, desde aquí le hago llegar todo mi apoyo. Personas como Francisco Serrano son muy necesarias en España. Y ante el linchamiento contra él debemos tomar conciencia de lo que está pasando en España, porque los próximos linchados podríamos ser nosotros.
Una mecánica represiva cada vez más parecida a la del comunismo
Nuestra democracia está viviendo unos momentos muy preocupantes. Hay personas que se creen con derecho a pisotear a todo aquel que no piensa como ellas, particularmente a todo aquel que no comulga con los dogmas de la ideología de género, del feminismo radical, del abortismo, del lobby LGTB y de la corrección política. La izquierda ha instalado en nuestra sociedad una dictadura ideológica que no tolera la discrepancia, y que lanza contra el discrepante primero la violencia verbal -que también es violencia, no lo olvidemos- y después las agresiones físicas. Debemos recordar que las dictaduras comunistas no tenían reparos en destruir físicamente al disidente, pero antes hacían todo lo posible por destruir su reputación. Mataban su honor para después matar su cuerpo con más facilidad. Es alarmante observar que el primer paso de esa mecánica de represión se está dando en países supuestamente democráticos. Cada vez que se produce un linchamiento como éste, nuestra democracia se empequeñece un poco más y cede terreno al totalitarismo.
Lo que quieren es que sólo puedas opinar si eres de izquierdas
Lo más llamativo es que linchamientos como el sufrido por Francisco se producen desde el entorno ideológico del mismo partido que redujo las penas a los violadores, de quienes pretenden acabar con la presunción de inocencia y de quienes atacan públicamente la independencia judicial desde el gobierno. En los últimos meses hemos visto a políticos de extrema izquierda arremetiendo sin ningún pudor contra la Justicia, e incluso reclamando el indulto a golpistas, no en función de criterios judiciales, sino por descarados motivos ideológicos. Por lo visto, la izquierda tiene el privilegio exclusivo de poner a caldo a los jueces, pero los demás no podemos opinar siquiera sobre una sentencia, aunque sea, como en el caso de Francisco, desde el punto de vista de un jurista que conoce por dentro la carrera judicial. Lo que algunos pretenden es que en España sólo puedas opinar si eres de izquierdas. Y si eres de derechas no sólo te tengas que callar, sino que además seas señalado y tratado como un enemigo del pueblo, como ocurría en la URSS.
“Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres de bien no hagan nada”
Hay que decir que si esta dictadura ideológica ha llegado tan lejos no es sólo por la acción de los totalitarios: el silencio y la inacción de quienes amamos la Libertad ha dado alas a sus enemigos declarados. La famosa cita de Edmund Burke que figura en la portada de este blog vuelve a cobrar actualidad una vez más: “Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres de bien no hagan nada”. Cada vez que pensamos que es más cómodo o convemiente callar que meterse en líos, cada vez que cedemos al miedo y decidimos mirar hacia otro lado para que el linchamiento no nos afecte ni tan siquiera de refilón, al final nos convertimos en cómplices de esa dictadura progre. Porque si reaccionásemos como es debido, esa asfixia para el pensamiento libre tendría los días contados. Pero si la comodidad o el miedo nos llevan a adoptar actitudes indignas, más indigno aún es el papel de quienes diciéndose demócratas y defensores de la Libertad, ponen por encima de ella sus intereses económicos o sus antipatías personales y se lanzan a ayudar a los linchadores. Mirar hacia otro lado por miedo o por comodidad ya es triste, pero contribuir al linchamiento a cambio de un plato de lentejas ya es algo propio de miserables.

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