lunes, 8 de junio de 2020

El Consejo Escolar propone un certificado sin límite de suspensos que sustituya al título de la ESO

Otro despropósito más en el ámbito de la educación. Otra muestra de que lo que prima no es la educación, sino el trámite, el tener enclaustrado a los jóvenes, cual guardería. 

El fin de la educación, que es precisamente formar e instruir a las personas, dotándoles de valores tales como la responsabilidad y el esfuerzo, que les permitan labrarse un futuro con éxito son destruidos y sometidos a principios decadentes impulsados por una perversa ideología del igualitarismo (que inequívocamente es hacia muy abajo) que lleva al desincentivo del estudio, el trabajo, el esfuerzo, la responsabilidad. 

Una sociedad a la deriva, donde los pilares que la mantienen son dilapidados constante y crecientemente, hasta hundirla.

Y estas son las consecuencias de perversas ideas dominantes hoy. 

Joséfina G. Stegmann informa de ello en el siguiente artículo. 

Artículo de ABC:

El Consejo Escolar del Estado (CEE), máximo órgano consultivo del Gobierno en materia educativa, ha elaborado un borrador con propuestas para el curso 2020-21 en la que incluye una polémica propuesta: un certificado que se obtenga independientemente de los suspensos, que sustituya el título que certifica haber superado la Educación Secundaria Obligatoria y que permita continuar los estudios.

La propuesta, a la que ha accedido ABC dice concretamente: «El Consejo Escolar del Estado propone que se otorgue al título de la ESO el carácter de una certificación para todos los alumnos y alumnas, que incluya sus respectivas calificaciones, suficientes o no, y habilite el acceso a todo el alumnado a distintas vías formativas. A las actualmente existentes debería añadirse una tercera vía de aprendizaje, posterior a la Secundaria Obligatoria (independiente, por tanto, de la actual Formación Profesional Básica) que daría futuro formativo, también, a todo el alumnado español».

El documento que incluye esta propuesta será votado el próximo 16 de junio en la Comisión Permanente del Consejo Escolar e incorpora otras ideas aportadas por los miembros de este órgano, así como las derivadas del estudio «El éxito en la educación primaria y secundaria», elaborado por el propio Consejo Escolar y de donde emana esta polémica propuesta.

En este estudio, el Consejo Escolar justifica la necesidad del certificado en que han constatado que en todos los países considerados, excepto en España, «se certifica al final de la educación secundaria baja el nivel de formación alcanzado por el alumnado; estas certificaciones ofrecen un criterio de rendimiento académico para aconsejar una determinada orientación hacia unas o otras opciones formativas en le educación secundaria alta, pero no suponen una barrera que impida a los alumnos seguir formándose, sino una información que permite la toma de decisiones a las administraciones, a los centros educativos y las familias, sobre qué vías formativas de educación secundaria alta son las más adecuadas para cada alumno y alumna, según su trayectoria académica».

«Fracaso escolar»

Además, añaden, de las vías académica y profesional, «en todos los países estudiados existe al menos una tercera que con diferentes nombres (en buena parte de los casos incluyen el concepto de “aprendizaje”) es la opción que se ofrece como alternativa a los alumnos que no están en condiciones de progresar con éxito en las dos vías convencionales».

El sindicato CSIF ya ha anunciado que votará en contra de la propuesta del Consejo Escolar «porque agravará el problema del fracaso escolar en nuestro país», señalan en una nota de prensa.

Además, advierte de que «las administraciones están intentando culpar al coronavirus de los problemas estructurales que arrastra nuestro sistema educativo desde hace décadas» y que el Consejo Escolar «pretende suplantar a las mesas de negociación e incluir medidas que van más allá de la crisis sanitaria y tienen carácter ideológico».

Por su parte, Nicolas Fernández Guisado, presidente del sindicato de docentes ANPE, ha señalado que «la expedición de título es una de las competencias exclusivas del Estado y la pérdida del mismo supondría aumentar aún más la desvertebración educativa. Por tanto, si se plantea la eliminación nos opondremos rotundamente a ello porque devaluará valorar aún más la cultura del rigor y el esfuerzo y desmotivará al alumnado y el profesorado y supondría devaluar la calidad de la enseñanza».

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