jueves, 11 de junio de 2020

Si alguien prepara un golpe de Estado en España no es precisamente la oposición

Elentir analiza la indecencia del gobierno acusando de golpismo a toda herramienta institucional que simplemente hace sus labores democráticas para intentar tapar su gestión y justificar sus atropellos. 

Artículo de Contando Estrelas: 

En los últimos días, el Gobierno y sus medios afines están alimentando el bulo de un supuesto golpe de Estado en marcha, una conspiración para acabar con el Gobierno.

Lanzan falsas acusaciones contra la oposición para tapar la mala gestión del Gobierno

El propósito de ese bulo es fácil de imaginar. Debido a su pésima y negligente gestión de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, que ha afectado a España mucho más que a otros países en gran medida por la imprevisión y la tardanza del ejecutivo en tomar medidas, el Gobierno está afrontando una serie de procesos judiciales que podrían acarrearles la cárcel a algunos de sus miembros. Eso ha puesto muy nerviosos tanto al PSOE y a Podemos como a sus terminales mediáticas. Por eso en las últimas semanas se están dedicando a atacar a la Justicia, a la Guardia Civil y al forense para desprestigiarles y preparar, posiblemente, algo contra ellos.

Un estado de alarma que es en realidad «un verdadero estado de excepción»

Mientras eso ocurre, el Gobierno mantiene a España en un estado de alarma que dura ya casi tres meses, un plazo en el que Pedro Sánchez y sus ministros han recibido poderes extraordinarios que han utilizado para suspender derechos fundamentales que no pueden ser suspendidos con un estado de alarma. Y esto no es algo que diga un bloguero gallego cuya profesión no tiene que ver con el Derecho: incluso una fiscal del Tribunal Supremo ha denunciado que estamos en “un verdadero estado de excepción”. Recordemos, así mismo, que tuvo que ser la Justicia la que levantó la prohibición dictada por las delegaciones del Gobierno en Cataluña y Castilla y León contra las recientes caravanas de Vox, pues conculcaba el derecho de manifestación.

Sánchez confunde la labor de oposición con un intento de «derrocarle»

Por eso resulta especialmente indignante escuchar cosas como la acusación lanzada hoy por Pedro Sánchez contra Pablo Casado de intentar “derrocarle”, como si el hecho de que la oposición ejerciese su labor de control del Gobierno y no apoye al PSOE y a Podemos en todas sus ocurrencias fuese algo equivalente al golpismo. Y por si quedaba alguna duda de por dónde van los tiros al Gobierno, hoy el ministro de Justicia ha reconocido ante ERC que “estamos en una crisis constituyente”, y lo ha dicho en el Congreso, con luz y taquígrafos, ante los representantes de los españoles. ¿Están preparando ya un cambio de régimen por la puerta de atrás?

Lo que de verdad apesta a golpismo en España

Creo que ya va siendo hora de dar un puñetazo en la mesa y plantar cara a la chulería de este Gobierno, a sus calumnias y a su intento de incendiar la convivencia entre españoles. Si hay alguien intentando dar un golpe de Estado en España no es precisamente la oposición, ni la Guardia Civil ni los jueces, que se limitan a hacer su trabajo a pesar de las zancadillas del Gobierno para impedírselo. La labor de oposición es algo necesario en un país democrático, como lo es la independencia de la Justicia y de la Policía judicial. Lo que apesta a golpismo son los ataques desde el Gobierno contra la Monarquía y contra la independencia judicial, y sus amenazas e intentos de amordazar a la oposición. Tal vez a los socialistas y a los comunistas les parezca una manera normal de gobernar, pero no lo es en la amplia mayoría de los países democráticos, y en España tampoco debería serlo.

Tenemos un Gobierno que no encaja bien las críticas, que se ha gastado un dineral escandaloso -salido de los bolsillos de los contribuyentes- en intentar comprar el apoyo de los medios de comunicación privados, que lanza acusaciones gravísimas y calumniosas contra la oposición por limitarse a hacer su labor, y que en plena pandemia se puso a alentar una cacerolada contra la Monarquía, en un descarado intento de tapar la mala gestión del ejecutivo. Es el Gobierno el que ha buscado el apoyo de los partidos que apoyaron el golpe separatista del 1-O, e incluso pactó con los que se niegan a condenar el terrorismo de ETA -algo que debería provocarles vergüenza, si la tuviesen-, mientras se dedicaba a romper puentes con la oposición de centro-derecha, insultando, atacando e incluso amenazando a sus representantes.

Están más cómodos con fans de dictadores que con los constitucionalistas

En España estamos viviendo algo muy serio y muy preocupante: tenemos un Gobierno de ineptos que ya nos ha costado decenas de miles de vidas, que no ha pedido perdón por sus muchos errores, del que nadie ha dimitido -a pesar de que los tres partidos que están ahora en el poder pidieron responsabilidades al Gobierno de Rajoy por un solo contagio de ébola-, y que se siente más cómodo con los que odian a España y con los que admiran a dictadores y asesinos como Fidel Castro, Nicolás Maduro y el Che Guevara, que con los demócratas y constitucionalistas del PP y de Vox. Y aún tienen la jeta de hablar de golpismo. Lo dicho: ¡basta ya! Los españoles nos merecemos un Gobierno decente, y éste no lo es ni por asomo.

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