"La Marcha Negra del carbón, que desde Asturias, León y Aragón
llega esta semana a Madrid se ha convertido en una gran estafa, por falta de
información al ciudadano. Sin duda, los mineros están realizando un esfuerzo
para llegar andando a Madrid, pero las ampollas de los pies no justifican una
negocio que, en efecto, debería haber echado el cierre tiempo atrás y que ahora
se ha convertido en el arquetipo de sectores económicos mantenidos
artificialmente por subvenciones públicas que no hacen otra cosa que alargar su
agonía y paralizar el espíritu emprendedor de regiones como Asturias.
Las cifras: desde 1990 la plantilla del
carbón ha pasado de 90.000 empleados a poco más de
4.000. Por una parte, se han subvencionado las prejubilaciones,
verdadero cáncer del déficit público español. El 48% de los prejubilados lo
hicieron a los 44 años, y la mitad e ellos perciben unos 2.100 euros mensuales.
Así las cosas, el coste media de dichas prejubilaciones entre 2006-2008 para el
conjunto de los trabajadores ha salido por 433.000 euros a las arcas
públicas.
Pero lo peor no es eso, sino las subvenciones de
las que, para un negocio muerto, se benefician los empresarios de la minería.
Victorino Alonso el
gran patrón privado del carbón, que es quien anima las algaradas y la marcha
negra, ha recibido, desde 1990, 2.1O0 millones de euros en subvenciones
públicas, de un total de 5.492 millones de euros recibidos por el sector. Por
todos los conceptos y siempre desde 1990, el año en que se demostró que el
carbón nacional no tenía ningún futuro, los españoles hemos enterrado
24.000 millones de euros.
Comparemos con otras áreas subvencionadas, en la
convicción de que no se debería subvencionar ningún sector económico. Desde
luego, la banca menos que ningún otro.
Como recuerda el ministro Soria, el carbón es el
sector económico más subvencionado de todos: 655 millones de euros este año frente a los 450 millones de euros
que percibe el turismo, que representa un 12% del PIB
español. Bueno, me corrijo: el sector más subvencionado es de
las carísimas energías verdes, cuya broma nos sale por más de
5.000 millones de euros anuales. Y, en efecto si se mantienen
en la próxima reforma energética esas subvenciones, los mineros se cargarán de
razones, aunque no de razón.
Pero quizás lo peor de todo sea la anulación del
espíritu emprendedor en Asturias. Los mineros han planificado su vida en
la mina, vida laboral corta y sin alternativas. Conclusión: los fondos
para reactivar las comarcas mineras se quedan sin cubrir, especialmente aquellos
que implican, junto a la subvención pública, la aportación de capital privado.
No nos engañemos, la principal estafa de
esta marcha negra sobre Madrid, consiste en que los beneficiarios no
serán los trabajadores de sector, sino los empresarios subvencionados. Son los
sindicatos los que aparecen pero son los patronos quienes les alientan. "
Fuente: Hispanidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario