España tiene muchos menos ricos que las economías de nuestro entorno

Diego Sánchez de la Cruz muestra algunos resultados del último informe de riqueza global de Credit Suisse. 

Artículo de Libre Mercado: 

Año tras año, la publicación del informe sobre riqueza global que elabora Credit Suisse genera una agria polémica en los círculos políticos y mediáticos de izquierda. Este 2017, el estudio señala que el número de millonarios residentes en España ha aumentado de 370.000 a 428.000, lo que ha generado todo tipo de lamentos sobre el "aumento de la desigualdad".

En realidad, basta con sumergirse en el informe para ver que la situación española no refleja, en absoluto, un altísimo grado de concentración de riqueza. De hecho, si nos fijamos en el ranking de multimillonarios, solamente en Estados Unidos se detecta un nivel más alto de grandes patrimonios.

Los 428.000 españoles que hoy amasan un patrimonio millonario son apenas el 0,9% de la población. Este porcentaje contrasta, por ejemplo, con el 2,1% registrado en Italia, el 2,3% observado en Alemania, el 2,9% medido en Francia o el 3,4% contabilizado en Suecia. Por tanto, si ajustamos los datos para considerar el tamaño de la población, España tiene menos de la mitad de millonarios que Italia o Alemania y tres veces menos ricos que Francia o Suecia. De hecho, nuestro país también figura por detrás de Japón (2,1%), Canadá (2,9%), Reino Unido (3,3%), Estados Unidos (4,7%) o Australia (4,7%).

Más propietarios, menos herencias

Por otro lado, en el capítulo del estudio referido al conjunto de la población, llama la atención lo bien parada que sale España en lo tocante a la posesión de vivienda. Dependiendo del tramo de edad, el porcentaje de tenencia de propiedades inmobiliarias va del 77,7% al 90,3%. Italia, que obtiene el segundo mejor resultado, se mueve entre un 57,6% y un 82%. Por debajo figuran Reino Unido (54% a 80,8%), EEUU (41% a 75,6%), Francia (33,7% a 73,9%) o Alemania (29,5% a 62,8%).

También resulta significativo que, al contrario de lo que escuchamos, el peso de la riqueza heredada es claramente inferior en nuestro país que en otras economías desarrolladas de nuestro entorno. Lo vemos en los dos siguientes gráficos: el primero muestra el porcentaje de población que ha recibido una herencia, mientras que el segundo refleja qué parte del patrimonio corresponde a una herencia.