Otra muestra de hipocresía. Nada cambia, pues el clientelismo político, el partidismo y el robo institucionalizado en favor de propios y afines es la consecuencia esencial del perverso sistema actual, y que cuyas consecuencias siguen empeorando, pues sus incentivos y capacidades para ello siguen aumentando.
El Estado sigue aumentando, el gasto público y el poder del político para hacer y deshacer sigue aumentando, la sociedad civil está cada vez más arrinconada y partes crecientes de la misma siguen pasando a ser dirigidas por el sector público.
Y cuanto más dinero, parcelas de decisión y capacidad arbitraria para hacer las cosas pasen por las manos del burócrata, más corrupción, más clientelismo, más lobbies, más puertas giratorias, más intervencionismo, y menos libertad y privacidad.
Artículo de OK Diario
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