lunes, 7 de abril de 2014

¿Austeridad? La reforma de las AAPP sólo bajará el gasto público un 1,5%

Es una de las tomaduras de pelo del político al ciudadano. La de la austeridad pública.

Y menos mal que iba a ser la reforma estrella por la que más fuerte está apostando el Ejecutivo!!
Pues nada, dicha reforma de las Administraciones supondrá en el medio plazo una reducción del gasto público de en el mejor de los casos el 1,5% del PIB!!!!

No está nada mal para un país que gasta aún hoy cerca de 70.000 millones de € más de lo que ingresa pese a las mayores subidas de impuestos de la historia...pero aquí no hay un problema de gastos no, qué va! (cuando ni siquiera en el mejor año de recaudación de la época de burbuja, donde los ingresos fiscales estaban totalmente inflados y anabolizados en cerca de 50.000 millones de € se cubría el nivel de gasto actual)...


Artículo de El Economista:

"La reforma de las Administraciones supondrá en el medio plazo una reducción del gasto público de, en el mejor de los casos, un 1,5% del PIB, de acuerdo con los cálculos más recientes del Gobierno, de los que se hace eco un reciente informe del servicio de estudios de La Caixa sobre la evolución del ajuste fiscal del Gobierno.

La que afecta al sector público es una de las reformas por las que más fuerte está apostando el Ejecutivo, dado que la conduce en persona la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría quien ha buscado, además, el refrendo y la colaboración de organismos internacionales como la OCDE, para lo que considera una verdadera revolución.

Sin embargo, la iniciativa ha nacido con limitaciones, como el hecho de que su aplicación, en el caso de las comunidades autónomas, es discrecional, lo que podría explicar que su impacto real en el gasto fluctúe en una horquilla "entre el 1 y el 1,5% del PIB".

Sea cual sea el efecto final, los expertos de La Caixa consideran que, todavía, en 2016 el conjunto del desembolso de las Administraciones públicas será superior al 42% del PIB, lo que implica que se hallará en niveles muy elevados para los estándares españoles y, especialmente, para aquéllos que defiende la tradición del partido al que pertenece Mariano Rajoy.

Siguiendo a González

En efecto, ese nivel previsto de gasto público es muy semejante al 43,2% del PIB que dejó en herencia Felipe González en 1996 cuando abandonó La Moncloa. Incluso no se encuentra a mucha distancia de los registros en el entorno del 46% con los que España inició la década de los años noventa.

Pero no hace falta remontarse tan lejos en el tiempo. Actualmente y, por lo que parece, también a medio plazo, Rajoy se encuentra más cerca de José Luis Rodríguez Zapatero que de José María Aznar.

No en vano el primero de los citados llegó a situar el gasto público en el 46,3% del PIB en 2009, un ejercicio en el que hubo una recesión que el presidente socialista quiso combatir con cuantiosos planes de estímulo. La magnitud de la cifra se calibra mejor si se tiene en cuenta que su predecesor, Aznar, había logrado rebajar el desembolso de las Administraciones hasta el 38,4% en 2004.

Y, es más, el propio Rajoy se puso a sí mismo el listón muy alto dado que, en mayo de 2012, asumió el compromiso ante la Comisión Europea de reducir el gasto hasta cotas inferiores a los 38 puntos porcentuales en el entorno de 2015, lo que implicaría batir los registros de Aznar.

Para otra legislatura

Ahora, tal y como ponen de manifiesto los expertos de La Caixa, esa meta, como pronto, queda para la próxima legislatura. No en vano existen pocos factores que puedan multiplicar el efecto de la reforma de las Administraciones en la consolidación fiscal.

Es cierto que la recuperación ha comenzado y se está notando en el desempleo, y así lo reconoce el documento de la entidad financiera catalana. De hecho, prevé que las partidas destinadas a pagar el subisidio por paro desciendan en los próximos tres años "hasta situarse entre 0,7 y un punto porcentual".

Esa evolución se deberá no sólo a la creación de empleo, sino también al hecho de que cada vez más parados de larga duración han agotado su prestación y también a la circunstancia de que, con la reforma laboral, su cobro se reduce a partir del sexto mes.

Con todo, existe un factor que tira al alza del gasto y que debilita los contrapesos: "El elevado nivel en el que se mantendrá la deuda pública hará que el coste en el pago de los intereses aumente ligeramente y compense parte de los ahorros" que se derivarán de otros capítulos, de acuerdo con los expertos de La Caixa.

En efecto, el pasivo que arrastra el sector público ronda el cien por ciento del PIB, una envergadura muy grande que mitiga los descensos que está experimentando la prima de riesgo del bono español desde septiembre de 2012.

Aun contando con esos beneficios, el pago de los intereses, según los expertos consultados, "todavía puede absorber cerca de cuatro puntos del PIB", según Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía de la escuela de negocios Iese."

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