Will Heilpern recoge 10 poderosas razones que da el economista Johan Norberg para indicar porqué hoy estamos sin ningún lugar a dudas en el mejor momento de la historia.
Al respecto, es muy recomendable la lectura de su reciente obra "Progreso", donde desarrolla en profundidad toda esta tesis.
Al respecto, es muy recomendable la lectura de su reciente obra "Progreso", donde desarrolla en profundidad toda esta tesis.
Nota: Traducido del artículo original
Artículo de Business Insider:
Si sigue de cerca el ciclo de las noticias globales, se le perdonará por creer que nos estamos sumergiendo de lleno en un apocalipsis. Crisis en Siria, Irak y Ucrania; ataques terroristas en Europa y Medio Oriente; tiroteos masivos y violencia policial en los Estados Unidos; y los frecuentes desastres naturales en todas partes han dejado a muchas personas tranquilas y racionales en un estado de miedo.
Solo el 4% de los británicos y el 6% de los estadounidenses creen que el mundo está mejorando, según las encuestas de YouGov .
Pero a pesar de este sentido universal de terror, los humanos son en realidad más seguros, más ricos, más sanos, más libres, menos hambrientos y saben leer y escribir que nunca, sostiene Johan Norberg en su libro Progress, que se publica el 1 de septiembre .
Norberg, autor y conferencista en globalización económica, dice que la razón clave por la que estamos tan ansiosos sobre el estado del mundo es que estamos compartiendo información mucho más rápidamente a través de canales de noticias de 24 horas e Internet.
Cuando sucedió un desastre natural o un asesinato masivo en un país extranjero en el pasado, no lo leímos en un periódico hasta una semana después. "Para entonces estaría resuelto, se habría terminado", le dijo Norberg a Business Insider. "Estaríamos tristes por eso, pero luego pasaríamos a la página siguiente".
"Ahora podemos ver lo que sucede en vivo, no sabemos cómo terminarán las cosas", agregó. "Eso desencadena nuestros instintos de lucha o huida, nos da la sensación de que todo se está desmoronando en el mundo en este momento".
Norberg explicó que esta sensación de fatalidad está fuera de lugar. Dio 10 razones de por qué 2016 es realmente el mejor momento para estar vivo.
1. Hay mucha menos gente hambrienta en el mundo.
Una de las necesidades más básicas de la humanidad es la comida. Sin suficientes calorías en nuestros platos, todos nuestros otros deseos pierden importancia. Tan recientemente como en el siglo XVIII, el 20% de las personas de Inglaterra y Francia tenían acceso a tan pocas calorías que físicamente no podían trabajar, escribe Norberg en su libro, que hace que las personas sean cortas, raquíticas y enfermas.
Si bien la desnutrición sigue siendo un problema grave en partes de Asia, África y América Latina, hemos visto una rápida caída en el porcentaje de personas afectadas en las últimas décadas. En 1992, el 19% de la población mundial estaba desnutrida, pero esta cifra se redujo al 11% en 2016.
La proporción de personas en todo el mundo que están desnutridas ha disminuido del 50% en 1945 a solo más del 10% en 2015.
2. Más personas tienen acceso al agua potable que nunca antes.
"La comida no es suficiente para mantener la vida", dijo Norberg. "La falta de saneamiento y agua limpia históricamente ha provocado el mayor sufrimiento y la muerte prematura. Eso ya se ha solucionado".
Desde finales del siglo XIX, muchas ciudades ricas comenzaron a construir sistemas de alcantarillado y agua actualizados. Esto reduce las tasas de mortalidad en estas ciudades en más del 40%, explica Norberg en su libro. Los países más pobres no pudieron aprovechar el saneamiento efectivo hasta finales del siglo XX, pero cuando lo hicieron, el progreso fue rápido. Según Norberg, 2.600 millones de personas han tenido acceso a suministros de agua potable desde 1990.
Más del 90% de la población mundial ahora tiene acceso a agua potable.
3. Nos mantenemos vivos, en promedio, durante mucho más tiempo.
Aquellos en las personas mayores que sienten nostalgia por el pasado deberían estar agradecidos de que todavía estén vivos, según los hallazgos de Norberg.
En fecha tan reciente como 1900, la esperanza de vida mundial promedio era solo de 31. Ahora se ha disparado a 71.
"No pasó nada en la esperanza de vida durante 100,000 años y luego en 200 años lo hemos duplicado", dijo Norberg. "Continúa superando lo que esperaban todos los científicos".
La esperanza de vida se ha duplicado en los últimos 100 años.
4. La proporción de personas en extrema pobreza se ha reducido.
Mientras que Norberg admitió que la desigualdad económica ha crecido en los últimos tiempos, con un pequeño grupo de multimillonarios que poseen una mayor proporción de la riqueza mundial que nunca, en términos absolutos, todos son mucho más ricos.
En 1820, el 94% de la población mundial vivía en "pobreza extrema", según Norberg. Ahora esa cifra es menos del 11%. Además, gran parte de esa mejora se ha producido en los últimos años. Todos los días entre 1990 y 2015, 138,000 personas fueron sacadas de la pobreza extrema.
"Vivimos en un tiempo extraordinario", escribió Norberg. "Nunca antes el mundo había visto una reducción tan dramática de la pobreza".
Ahora menos del 10% de las personas viven en la pobreza extrema.
5. A pesar de lo que se siente, hay mucha menos violencia en el mundo.
Una de las afirmaciones más contraintuitivas en el libro de Norberg es que vivimos en tiempos menos violentos que nunca.
Mientras las guerras trágicas en Medio Oriente y en otros lugares se enfurecen y dominan nuestros titulares de noticias, en realidad hay menos personas muertas en estos conflictos que en las guerras de generaciones anteriores.
"Probablemente nunca hayamos vivido en una época tan pacífica como la de ahora", dijo Norberg. "Una de las razones para esto es que nos hemos movido de la cultura del 'honor', donde defendemos constantemente nuestro honor y el honor de la familia al ser violentos".
La tasa de homicidios en Europa ha descendido desde un pico de más de 40 por cada 100.000 personas en el siglo XIV, a uno por cada 100.000 en la actualidad.
6. Estamos progresando en la reducción de la contaminación y la protección del medio ambiente.
La siguiente afirmación de Norberg es quizás aún más sorprendente.
"Si nos fijamos en los principales contaminantes que nos preocuparon en la década de 1970, los que contaminan nuestros ríos y bosques, y así sucesivamente, se han reducido en un 60% desde la década de 1970", dijo. "Hemos reducido la cantidad de petróleo derramado en el océano en un 99% desde la década de 1970".
Sin embargo, el hecho de que somos más amigables con el medioambiente de lo que éramos en la década de 1970 no significa que hayamos abordado el problema del calentamiento global.
"Eso es absolutamente correcto, pero cuando se trata de contaminación industrial, es un fenómeno moderno", respondió Norberg. "No debemos olvidar que cuando creamos estos problemas a menudo resolvemos otros problemas que son peores para la humanidad".
La contaminación se ha reducido a más de la mitad en el Reino Unido desde 1970.
7. El mundo se está alfabetizando cada día más.
Un área difícil de negar en la que hemos progresado es la alfabetización. El porcentaje de personas capaces de leer y escribir se cuadruplicó del 21% en 1900 al 86% en 2015, según los datos de Norberg.
Sin embargo, en los últimos años, desde la difusión de Internet y el aumento de las redes sociales, más personas han comenzado a usar la escritura como una herramienta de comunicación que nunca antes.
"Hace solo unas pocas gens, muy pocas personas escribieron más que una letra extraña", dijo Norberg. "Ahora todos escribimos".
El porcentaje de personas que pueden leer y escribir ha aumentado del 12% a casi el 90% en los últimos 200 años.
8. La libertad individual y la democracia se han extendido.
Otra gran ganancia para la humanidad en los últimos años ha sido el aumento de la libertad y la democracia.
Si bien la esclavitud y la trata de personas aún existen en los grupos delictivos y el hampa, hace solo 200 años era legal en muchos países. El comercio mundial de esclavos comenzó a reducirse cuando fue abolido en todas las colonias británicas de 1834 y desde entonces se ha hecho "oficialmente prohibido en todas partes", dijo Norberg.
Junto a la abolición de la trata de esclavos, el mundo se ha vuelto mucho más democrático. En 1900, ningún país en el mundo dio a cada ciudadano un voto. Norberg escribe:
"Para 1950, la proporción de la población mundial que vivía en las democracias había aumentado del cero al treinta y uno por ciento, y para el año 2000, aumentó al cincuenta y ocho por ciento, según Freedom House, el organismo de control de libertades civiles".
La esclavitud legal ha pasado de ser la norma a algo inaudito desde 1800.
9. Las sociedades están más abiertas a todos los géneros, razas y orientaciones sexuales que nunca antes.
"Nos quejamos de la intolerancia cuando está ahí fuera, pero eso es porque somos más sensibles a ella", dijo Norberg. "Una de las razones por las que somos tan sensibles ahora es porque ya no es generalmente aceptable".
Los derechos de las minorías étnicas, las mujeres, los homosexuales y las personas transgénero eran casi desconocidos incluso en las democracias occidentales más libres hace 100 años, argumenta Norberg. Por ejemplo, en 1900, solo Nueva Zelanda otorgó a las mujeres el derecho al voto.
A pesar de que se ha logrado un gran progreso en dar igualdad de derechos a todas las personas, Norberg admitió que todavía queda un largo camino por recorrer.
Más de 180 países otorgan a las mujeres el voto en elecciones democráticas.
10. La próxima generación lo tendrá aún mejor.
El último motivo de Norberg de por qué 2016 es el mejor momento para estar vivo es que las cosas se ven aún más brillantes para la próxima generación.
La tasa de trabajo infantil está disminuyendo constantemente (de 168 millones en 2012 a 245 millones en 2000). A su vez, las tasas de mortalidad infantil están disminuyendo y la educación está aumentando. Además, Norberg argumenta que la cantidad de personas que poseen teléfonos inteligentes (que pronto serán tres mil millones) tendrá un profundo impacto en la amplitud de conocimiento de la gente.
Sin embargo, Norberg no ve el progreso como inevitable.
"Si las personas no entienden el progreso que hemos logrado, si no entendemos la alternativa al tipo de sociedades liberales abiertas en las que vivimos, entonces hay un gran riesgo", dijo Norberg. "Podríamos tirarlo, a cambio de la tentación de cualquier tipo de demagogo que nos prometa algo a cambio de nuestras libertades".
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