Así, ya sabemos que efectivamente, esto es lo que se va a producir. El PP acaba de anunciar, siguiendo la propuesta electoral del PSOE y coincidiendo con el conjunto de partidos políticos (luego está el populista Podemos, que prometía subir las pensiones, bajar la edad de jubilación...mintiendo miserablemente algo irrealizable al respecto a un electorado cual niños, si bien ahora ya es partidario también de la subida impositiva), que impondrán otro impuestazo para pagar las pensiones.
La cuestión es ahogar cada vez más al sector productivo, generador de empleo y riqueza (y mayores salarios) para mantener un sistema (político clientelar que desincentiva la inversión productiva) que no es otra cosa que una estafa piramidal, y cuyos efectos se aprecian cada día más.
Se baraja por tanto llevar a cabo el impuestazo francés por el que todo el mundo (incluido parados, trabajadores y jubilados, y ahorradores) pagan mucho más (ya sea mediante retenciones de sus salarios, por lo que recibirán mucho menos cada mes, ya sea mediante retenciones de sus prestaciones o pensiones por lo que recibirán menos también) para mantener no mayores pensiones, sino pensiones que seguirán siendo menguantes.
Por lo tanto nos encontramos con una doble imposición (se deberá pagar las pensiones mediante las cotizaciones sociales y ahora también mediante otro impuesto aparte). Incluso los pensionistas pagarían parte de su pensión para recibir esa misma pensión (cobran menos en términos netos).
Toda una estafa en la que todo el arco político está confabulado, ante su negativa de instrumentalizar sistemas de capitalización como ocurre en otros países desarrollados.
Estamos hablando de que si actualmente los salarios ya se ven esquilmados un 30% para mantener pensiones ya insostenibles, deficitarias y menguantes en términos relativos, seremos expoliados en otro 5-10% mientras a su vez, éstas se verán recortadas.
El importe de la medida sería de cerca de 40.000 millones en un país con un déficit que en 2016 alcanzó el 4,33% (unos 47.900 millones de euros), y donde los partidos prometen y prometen subir muchos más impuestos y aumentar el gasto público de manera aún más disparatada.
Y no acabaría aquí, puesto que si nos desplumarán con dicho impuesto adicional, volverán a estafarnos quitando las pensiones por viudedad y orfandad de lo que hoy también se financia con la Seguridad Social, que se pagaría con cargo al presupuesto anual (gasto público vía impuestos y deuda).
Dicha estafa piramidal que son las pensiones públicas, implican que hoy el déficit anual alcanza los 16.000 millones de euros (los pensionistas reciben dicha cantidad de más de lo que cotizan los trabajadores actuales).
A 1 de noviembre, el gasto mensual en pensiones era ya de 8.857 millones, lo que supone un nuevo máximo histórico. Hace 10 años, apenas llegaba a los 5.650 millones.
"Por su parte, el número total de pensiones supera ya los 9,5 millones, de las que más de 5,8 millones corresponden a jubilación. Precisamente estos pensionistas son, por mucho, los que tienen derecho a una mayor retribución mensual: 1.069 euros. También en este punto se observa que en los últimos años se ha producido un rápido aumento. Tanto, que en 2007 la pensión media por jubilación apenas llegaba a los 766 euros, lo que supone casi un 30% menos."
Un sistema público, que ha encadenado una quiebra detrás de otra (eso sí, de manera encubierta, pues te podrían pagar un euro de pensión y justificarte así que el sistema no ha quebrado técnicamente). Como muestra de ello, en los últimos 30 años, se ha pasado de "un sistema que exigía 10 años cotizados a 37 para cobrar el 100% de la pensión; que sólo tenía en cuenta los 2 últimos años cotizados para calcular el importe de la pensión a 25; en el que la edad legal de jubilación ha subido de 65 a 67; y en donde una parte creciente de sus gastos (Sanidad, pensiones no contributivas, complementos a mínimos, etc.) se ha ido financiando vía impuestos en lugar de cotizaciones". Es decir, de promesas incumplidas una tras otra para hacerte pagar cada vez más para darte cada vez menos.
Un sistema público (y como tal controlado por los políticos y empleado como herramienta política para obtener votos, poder y control de la sociedad civil), que condena a los ciudadanos a trabajar más años y jubilarse más tarde, para cobrar lo mismo que antes, que les llevará a cobrar pensiones más bajas (en relación con la renta media y el nivel de vida del país), motivado por el declive demográfico y a pagar muchos más impuestos (que implica menos generación de riqueza, menores salarios y menos empleo, perjudicando así nuevamente a las pensiones), reduciendo así su nivel de vida presente y futuro.
Y los más perjudicados serán cómo no los trabajadores con rentas más bajas (esos a los que los políticos dicen que es por su bien), pues su menor capacidad de ahorro les priva de poder complementar sus futuras prestaciones públicas, cada vez más exiguas.
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