M. Llamas muestra algunos datos de unos de los chivos expiatorios de toda crisis, los ricos, mostrando las subidas fiscales llevadas a cabo por el gobierno, cuántos ricos hay y cuánto pagan a Hacienda en España, según los datos de la Agencia Tributaria.
El rico se ha convertido en la nueva cabeza de turco de la clase política, un oportuno chivo expiatorio al que culpar de la falta de recaudación fiscal e incluso de la complicada situación financiera que atraviesan numerosas familias en España, usando como argumento la desigualdad, como si la economía fuera un juego de suma cero, en donde lo que gana uno lo pierde otro.
Todos los partidos políticos en España, sin excepción, han cargado las tintas sobre las grandes fortunas, de una u otra forma. El Gobierno del PP ha disparado la fiscalidad sobre las rentas altas, hasta el punto de fijar uno de los tipos de IRPF más elevados del mundo (52% a nivel nacional y hasta 56% en algunas CCAA), al tiempo que mantiene el Impuesto de Patrimonio o el de Sucesiones y Donaciones, tasas que están extinguidas en muchos países desarrollados.
Si a ello se suma, además, la fuerte subida fiscal que ha sufrido el ahorro tras los aumentos de PSOE y PP desde el estallido de la crisis, el nuevo sablazo del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a los empresarios e inversores que se vayan de España o los distintos planes para castigar a los propietarios de vivienda, resulta evidente que la economía nacional no se ha convertido, precisamente, en un lugar idóneo para mantener y atraer capital. Más bien al contrario.
De hecho, todo apunta a que este agresivo tratamiento tributario podría incluso intensificarse en los próximos años. Así, el PSOE propone una nueva reforma fiscal para exprimir más a los ricos, mientras que Podemos aboga, directamente, por disparar casi todos los impuestos, especialmente sobre las grandes fortunas y rentas de capital, sin descartar posibles expropiaciones de empresas y activos.
¿Cuántos ricos hay y cuánto pagan?
Pero, ¿cuántos ricos hay realmente en España? Y, sobre todo, ¿cuánto pagan a Hacienda en comparación con el resto de contribuyentes? Para responder a ambas cuestiones es preciso acudir a las estadísticas de declarantes y recaudación del IRPF que, periódicamente, publica la Agencia Tributaria.
En el ejercicio 2012, por ejemplo, el número total de declarantes de IRPF rozó los 19,38 millones y al recaudación alcanzó los 67.454 millones de euros. Es decir, cada contribuyente pagó a Hacienda una media de 3.481 euros. Sin embargo, existen enormes diferencias en función del nivel de renta, tanto por el número de contribuyentes como por la progresividad del impuesto (el tipo a aplicar aumenta conforme los ingresos crecen).
Si se divide el total de contribuyentes en cuatro grandes bloques según el nivel de renta, se obtienen los siguientes datos (referidos siempre a 2012):
1. Ricos: renta anual superior a 601.000 euros
- Número de declarantes: 4.618 (el 0,024% del total).
- Recaudación: 2.561 millones de euros (3,8% del total).
- Recaudación media: 541.360 euros por declarante.
2. Rentas altas: de 60.000 a 601.000 euros
- Declarantes: 609.136 (3,1% del total).
- Recaudación: 19.282 millones de euros (28,6% del total).
- Recaudación media: 31.655 euros por declarante.
3. Rentas medias: de 12.000 a 60.000 euros
- Declarantes: 10.812.278 (55,8% del total).
- Recaudación: 44.156 millones de euros (65,5%).
- Recaudación media: 4.083 euros por declarante.
4. Rentas bajas: de 0 a 12.000 euros
- Declarantes: 7.953.452 (41,04% del total).
- Recaudación: 1.456 millones de euros (2,2%).
- Recaudación media: 183 euros por declarante
Declarantes por nivel de renta | @Absolutexe
El peso fiscal de las grandes fortunas
España, por tanto, apenas cuenta con 4.600 ricos en función de su renta (ingresos superiores a 601.000 euros al año), un número muy escaso, equivalente tan sólo al 0,024% del volumen total de contribuyentes. Pese a ello, su recaudación por IRPF asciende a 2.561 millones de euros (el 3,8% de la recaudación total por IRPF).
Es decir, una media de 541.360 euros por contribuyente. Esto significa, entre otras cosas, que cada rico aporta 160 veces más que un contribuyente medio en España (3.481 euros al año) y algo más de 130 veces que un trabajador perteneciente a la clase media. Dicho de otro modo, Hacienda recauda de estos escasos cuatro mil y pico declarantes la misma cantidad que aportan unos 627.000 contribuyentes de clase media.
Si a este grupo se suman también los contribuyentes de rentas altas, tratados también como ricos por Hacienda -soportaron un tipo marginal máximo de entre el 47% y el 52% en 2012-, las cifras son, igualmente, relevantes. Por un lado, su número sigue siendo relativamente escaso (609.136), representando apenas el 3,1% de los declarantes, pero su recaudación superó los 19.000 millones de euros (el 28,6% del total), lo que supone unos 31.600 euros por contribuyente.
De este modo, el conjunto de rentas altas y muy altas en España, pese a representar el 3,12% de los contribuyentes (613.754) aportan, ni más ni menos, que el 32,4% de la recaudación por IRPF (casi 22.000 millones de euros), un tercio del total. Es decir, su peso en este impuesto equivale a la aportación que realiza casi la mitad de los trabajadores pertenecientes a la clase media (5,35 millones de declarantes).
Mientras, el grueso de la recaudación proviene de la clase media, con rentas comprendidas entre 12.000 y 60.000 euros al año, en donde se ubica el 55,8% de los contribuyentes (más de 10,8 millones), con una recaudación total superior a 44.000 millones de euros (65,5% del total).
Por último, si a este grupo se suman las rentas bajas (7,9 millones de declarantes de menos de 12.000 euros), cuya contribución es mucho más reducida, se observa que el 96,8% de los contribuyentes aporta el 67,7% de los ingresos fiscales por IRPF.
Todo ello demuestra que, a nivel tributario, una de las vías más eficaces para incrementar la recaudación fiscal no consiste en disparar los impuestos sobre un grupo reducido de grandes fortunas, sino en promover y facilitar el surgimiento, desarrollo y atracción de riqueza para impulsar el crecimiento y la creación de empleo, al tiempo que el número de rentas alta es cada vez mayor, tal y como defienden numerosos economistas como, por ejemplo, Arthur Laffer.
En España, sin embargo, la política tributaria de PP, PSOE y ahora también de Podemos es justo la contraria.
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