Al segundo hay que criticarlo, por supuesto, y al primero también. Lo hipócrita es que un enchufado critique a otro por hacer lo mismo que tú y critique a un país de enchufismo, cuando eso es el día a día de la casta universitaria pública (en detrimento de los que lo valen).
Artículo de Contando Estrelas:
Hoy La Sexta ha invitado a Íñigo Errejón, dirigente de Podemos que disfrutó de un “enchufe” en la Universidad de Málaga: una beca concedida por un amigo, convocada con un perfil ajustado al suyo, cubierta mediante un concurso al que sólo se presentó él, y cuyas condiciones incumplió sal no acudir a Málaga como exigía el contrato, y cobrando 1.825 euros mensuales, en gran medida, presentando trabajos hechos antes de la concesión de la beca.
Después de que la Universidad de Málaga le abriese un expediente y le suspendiese de empleo y sueldo por el citado caso, cabía preguntarse de qué podía hablar este señor en plató de televisión. Pues bien: Errejón ha tenido la tremenda cara de decir que éste es el país de “tengo un amigo que tiene un amigo”, a modo de queja. Lo ha dicho, eso sí, en referencia al “pequeño Nicolás”. Sobre su propio caso, lo que ha dicho el dirigente de Podemos es que lo “único” que hizo mal fue “no entregar un papel”. “Fue un despiste”, añadió.
En esos momentos la cuenta de Twitter de Podemos publicaba citas de la entrevista a Errejón tan significativas como éstas:
No le falta razón cuando se refiere a los grandes partidos y a sus fundaciones como “un medio de ascenso social”. La fundación del PP no es ajena a esa cultura del nepotismo. Resulta muy cínico que critique esa cultura del enchufe alguien que se ha beneficiado de ella de una forma descarada. Es muy cínico que hable de trabajo y esfuerzo un señor que cobraba 1.825 euros al mes sin pasar por su puesto de trabajo y presentando escritos hechos con anterioridad a la concesión de su beca. Y es también muy cínico que Podemos adopte una actitud indignada ante la FAES y el pequeño Nicolás, después de echar mano de victimismo y conspiranoias para hacer frente a sus escándalos. Que Podemos haya enviado a Errejón a un programa de TV para atacar al pequeño Nicolás no es más que la escenificación de la casta de los partidos recibiendo críticas de la casta de las universidades públicas, ésas en las que han medrado dirigentes de Podemos como Errejón, Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero. Y si ahora reaccionan con tanto cinismo y falta de autocrítica cuando se empiezan a destapar sus primeros escándalos, ¿qué nos garantiza que esta nueva casta de Podemos, tan alérgica a las dimisiones como la otra casta, no siga los pasos de ésta o incluso los empeore cercenando la libertad de información? Porque esto es exactamente lo que ha pasado en Venezuela, a cuyo régimen chavista asesoraba Pablo Iglesias y que a día de hoy es el país más corrupto de Hispanoamérica.
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