lunes, 30 de mayo de 2016

La delirante trayectoria de la podemita Rosa María Artal en Twitter

Juanma del Álamo muestra y analiza la delirante trayectoria de la podemita Rosa María Artal (periodista) en Twitter.

No tiene desperdicio alguno...
Artículo de Libre Mercado:
Rosa María Artal, número dos de Podemos Zaragoza | EFE

La periodista Rosa María Artal ha sido designada número dos de la lista de Podemos en Zaragoza tras un reñidísimo proceso de elección entre el dedo índice de la mano izquierda de Iglesias y su homólogo de la mano derecha. Finalmente hubo acuerdo, un nuevo triunfo de la democracia interna de Podemos que tanto reclamaban sus seguidores en 2014 (y que ahora disfrutan en silencio).
Pero no hablemos de mansos, hablemos de gente valiente como Artal, adelantada a su tiempo. Ella es una eminente tuitera desde 2009. Veamos cómo defendía hace apenas unos días en esa red social el proceso por el que democráticamente fue elegida:
 Qué increíble lección de democracia. La verdad es que lo que más admiramos de Artal es su dominio de Twitter. Parece que controla todos los perfiles de la red social y como en alguno no vea trazas de comunismo, el bloqueo está garantizado. No necesita ni que le dirijan la palabra, simplemente ella predice con qué gente va a discutir y se adelanta para evitar ese encontronazo. Un día bloqueó a tanta gente que "bloquear" fue trending topic mundial durante horas, algo que en las oficinas de Twitter todavía no se explican.


Tal vez Artal ha pensado que es más cómodo bloquear a los trescientos millones de perfiles y luego ir desbloqueando selectivamente. En los mentideros de internet se cuenta que la Rosa de Podemos fue la segunda persona en llegar a Twitter y que lo primero que hizo fue bloquear al creador de la red social, por si acaso se dirigía a ella (rumor no confirmado).
Creemos que si Artal tuviera una máquina del tiempo, no viajaría al futuro para ver de qué avances tecnológicos disfrutamos, sino para bloquear a gente que hoy en día todavía no ha nacido, para ir ganando tiempo. Al volver al presente, lo haría satisfecha por todo el trabajo adelantado. No exageramos, vean:


 Impresionante, quinientos seguidores del doctor Rallo bloqueados manualmente del tirón, uno tras otro, como la gota malaya. Clic, clic, clic, clic… Sin piedad. Si Artal te bloquea, tú te callas y lloriqueas. Yo ni sabía que en España podía haber quinientos neoliberales. Pues existen y están todos bloqueados.
El caso es que como está bloqueada toda la redacción, familiares, vecinos, los señores que viven en el edificio de enfrente y, en definitiva, toda la ciudad, para hacer este artículo hemos tenido que crear una nueva cuenta de Twitter, que intentaremos que no deje rastro y no llame la atención de la periodista en las próximas horas. Ahora veamos algunos de sus mejores momentos en dicha red social.

Compañerismo

La dinámica Rosa María Artal siempre se ha mantenido en contacto con la primera línea del periodismo. A través de Twitter ha dedicado toda clase de críticas amistosas y constructivas a compañeros de profesión.
Recientemente tuvo un cálido intercambio de pareceres con el presentador Jorge Javier Vázquez. Por ejemplo, de Eduardo Inda y de Francisco Marhuenda ha dicho todo tipo de lindezas. Son tantas que incluso hacer un resumen ocuparía demasiado espacio. Nos quedamos con un ejemplo al azar:

 Yo sé que no, pero si no fuera porque la carrera de Artal es estelar, alguno podría pensar que se huele cierta envidia hacia otros profesionales con mayor éxito. Pero, lejos del rencor, en ocasiones Artal recuerda su pasado en los medios con nostalgia y recogimiento. Un pasado mejor, seguramente:


 Podemos comprobar, sin duda emocionados, cómo la periodista encaja con elegancia su sustitución en Televisión Española por otra persona más joven. No hay rencor en sus palabras, sino generosidad ante el hecho natural y renovador de que lo viejo debe dejar sitio a lo nuevo. Vean estas otras palabras amables hacia una compañera de profesión a la que un día se le ocurrió hablar bien de Rajoy:

 Entre mujeres periodistas hay que ayudarse en este mundo falocéntrico y heteropatriarcal. Tras contrastar las pruebas, nuestro equipo de investigación ha determinado que este afectuoso tuit va dedicado a Cristina López Schlichting (ojalá Rajoy diciéndolo en voz alta). Por supuesto, como la sílfide Artal es mujer y de izquierdas, puede decir sobre otra mujer todo lo que Alfonso Rojo no puede decir de Colau.

 ¿No es la vida maravillosa?

Posible gerontofobia

En nuestra extensa investigación, que al fin ve la luz, nos ha llamado la atención un aparente problema con la gente mayor. Parece que,según Artal, "los viejos" no votan bien o son demasiados:

Podemos es un partido que tiene problemas con el voto femenino y con el voto de gente de la edad de Artal o incluso superior. La gente mayor tarda más en subirse a la cresta de la ola de las revoluciones imaginarias y suele hacer menos caso a los vende humos.
Nos ha sorprendido la consideración de que los viejos obstaculizan, como si unos votos obstaculizan a otros. Es decir, que la mayoría de españoles no vote a Podemos es obstaculizar a los que sí votan a Podemos, pero no al revés. Es de lógica pura. Einstein decía que "el mundo no está en peligro por las malas personas, sino por aquéllas que bloquean a Podemos con su voto infecto".
Pero los problemas con la vejez apenas acaban de empezar. Veamos este sorprendente encuentro casual en una dolorosa mañana del pasado mes de diciembre:

 La señora Artal considera un acontecimiento increíble ("no os lo vais a creer") encontrarse a una mujer mayor que defiende al partido más votado de España. ¡Inaudito! ¿Qué será lo siguiente? ¿Conocer a un aficionado al fútbol seguidor del Real Madrid? ¿Hallar un español que habla castellano? ¿Descubrir un podemita que ve La Sexta? Pero esta anécdota no quedó ahí. Doce horas después, Artal seguía preocupada con el asunto:

 Si es que menuda vieja decrépita pepera justificando "el descomunal aumento de la mortalidad". Lo cierto es que España es uno de los países con mayor esperanza de vida, según la Organización Mundial de la Salud y la OCDE.

Y, además, en contra de lo que el sedado espectador medio de La Sexta pueda pensar, la esperanza de vida ha seguido creciendo desde el inicio de la crisis, siendo 2014 la primera vez en la que llegó a los 83 años, según el Instituto Nacional de Estadística. Aquí queda resumido el "descomunal aumento de la mortalidad" que defendía la prestigiosa Artal. Pero, ¿quién quiere datos pudiendo contrastar la realidad con señoras mayores que te encuentras por el mundo?
Dejemos atrás este bochornoso ridículo que apenas emborrona la lúcida trayectoria de Artal. Pero, fíjense, la periodista al día siguiente todavía seguía rumiando su impactante encuentro:

 Imaginen la cara de la periodista aguantando sus arcadas ante la señora del PP. Veinticuatro dolorosas horas y tres tuits para compartir con el mundo aquel impactante encuentro del que difícilmente se habrá recuperado a estas alturas. Pero los problemas con la gente mayor no terminan. Veamos lo que Artal le dedica a la directora del FMI, Christine Lagarde:

 "La vieja Lagarde", comenta. Este tuit nos ha desconcertado especialmente, pues Christine Lagarde es siete años más joven que Artal (¿?). Pero este tipo de atrevimientos es lo que se busca en Podemos: un luchador de sumo que llame gordo a otra persona, un Monedero que llame "corrupto" a otro político… Valentía ante todo y gente que se moje más que el capitán del Titanic.

Lo cierto es que Lagarde nunca ha dicho nada sobre que los viejos se mueran o no. Es el FMI, que ella dirige, el que ha informado sobre el aumento de la esperanza de vida (que Artal niega, para colmo) y de los futuros (y obvios) problemas que tendremos para el pago de las pensiones y el mantenimiento del llamado Estado del Bienestar.
Pero Artal, en su infinita bondad, no deja de repartir flores. También tiene para el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble:

 Hay que recordar que Schäuble en un callejón oscuro seguiría siendo un señor de 73 años sentado en una silla de ruedas. Terrorífico.

Bustamante y la mujer caballuna

Pero Artal no solamente tiene amables palabras para periodistas, políticos y economistas. Veamos, veamos:

 Los buenos deseos de Artal se han cumplido (love wins) y Echevarría sigue "con ése". Visiten nuestra sección del corazón para conocer los últimos detalles de la vida de los famosos.
Bien. Lo de Bustamante fue un episodio desagradable, pero más nos sorprendió el siguiente caso:

 Nuestro equipo de investigación ha dedicado muchas horas a intentar resolver este enigma de la mujer caballuna. Se han revisado los tuits previos, los tuits posteriores, se han contrastado fuentes, se ha reunido a testigos presenciales, hemos pasado noches en vela, pero nada, no hemos obtenido ningún resultado concluyente.

Tenemos candidatas, como Merkel (a la que no vemos especialmente caballuna), pero no podemos asegurar nada. Invitamos a nuestro querido lector a intentar aportar pruebas o pistas que nos ayuden. También pueden probar a adivinar quién es la misteriosa mujer caballuna (mermada, fea, gorda y, cómo no, vieja) dejando su (educada, por favor) respuesta en los comentarios.

Holocausto facha

Estamos tristes. La vida diaria en nuestra sociedad moderna no siempre es fácil para todos. La bienintencionada y humilde Artal sale a hacer sus labores y se encuentra con gente mayor que le asquea, según hemos visto más arriba. Pero la periodista también sufre al verse rodeada de fachas:

 Ni se puede salir a la calle, el país está infestado de fascistas. Y lo que es peor, fascistas tranquilos. Te metes en la cama y de repente a tu lado hay un hombre que no conoces: un facha. No hay quien se coma en este país una hamburguesa que no lleve restos de fascista. Hay tantos fachas que la gente ya ni los recicla. También hay gente majísima, que conste.

Me gustan esos opuestos que existen en la cabeza de esta mujer, para la que no cabe la posibilidad de un facha simpático. Cuando Artal llegue lejos en esto de la política, los niños estudiarán que en el mundo existen dos tipos de personas: fachas y gente majísima. Es un sistema simple, pero útil, que la periodista ha desarrollado y perfeccionado incluso haciendo la compra:

 Artal, que acude a los supermercados más baratos para no encontrarse ahí a la derechona rancia y terrateniente, va y se la encuentra. Entendemos que el comportamiento de la periodista en la vida real es similar al que tiene en Twitter: análisis, prejuicio, juicio y condena.

¿Cómo alguien que va a un supermercado puede saber si hay fachas? Es impresionante. ¿Cómo lo hará? ¿Por el olfato? ¿Por el gusto? ¿Tendrá algún tipo de superpoder? ¿Irá preguntando a la gente si es facha? En cualquier caso, Artal debería estar tranquila, aunque haya un montón de temibles fascistas everywhere, no durarán, ya que (en su mundo de unicornios) la mortalidad está disparada. Todo se equilibrará de manera natural.
Es duro, pero debemos terminar. La obra de Artal es inmensa y aquí no podemos abarcarla en su totalidad. Dejamos esa tarea para las universidades y los museos.
Miren, hay periodistas, pensadores y autodenominados artistas que ven que su carrera no va a ninguna parte y deciden posicionarse a favor de un hipotético nuevo régimen. Por supuesto, todos esperan tener alguna contrapartida tarde o temprano.
Artal no es así, su carrera estaba lanzada como un tren de mercancías desbocado y sin frenos. Las ventas de sus libros habían dejado de contabilizarse al haber desbordado el sistema decimal y los premios caían como fruta madura en nuestra frontera con Francia. Cuando nada parecía que podría detener su meteórica trayectoria, en un acto de infinita generosidad, la periodista ha decidido dejarlo todo para unirse a la causa podemita. Todo por el bien de España.
Hay que felicitar a Podemos por reunir, una vez más, a lo mejor que se puede encontrar en este país en cada uno de los ámbitos profesionales. Queríamos acabar esta cariñosa semblanza laudatoria con un tuit con el que estamos bastante de acuerdo (imaginen que Artal usa comas):

 Qué gran verdad, qué bonito final. Aplaudan, aplaudan.

2 comentarios:

  1. En su blog también borraba los comentarios de la gente que no es de su cuerda; eso sí, es muy demócrata.

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  2. No lo dudo.

    Y sí, es la democracia en persona. Aunque ya sabemos lo que éstos entienden por democracia popular...

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