Los enemigos de la libertad y amigos de la intolerancia e imposición de lo que a ellos les gusta o interesa actúan día a día, mostrando su enorme hipocresía. Eso sí, van dando lecciones de moral.
Lo último ha sido la intención de prohibir a las azafatas trabajar en el Gran Premio de España en Jerez (motociclismo). PSOE, IU y Podemos quieren prohibirles el trabajo porque dicen que es sexista, para "protegerlas".
Ellos, los que se autodefinen (siempre como eslogan, pues la realidad es bien distinta) como tolerantes, como respetuosos con las libertades civiles, con el derecho de la mujer a decidir, con la independencia económica de la mujer...a la hora de la verdad, hacen todo lo contrario. Muestran su intolerancia a los acuerdos voluntarios entre las partes, donde ambas partes salen beneficiadas, muestran represión intentando prohibir lo que a ellos arbitrariamente no les gusta, impidiendo así la libertad de la sociedad desde la política, y a la libertad de la mujer a decidir lo que quiere y le beneficia, impidiendo ganar un dinero extra (como ellas reconocen para pagarse la carrera). Desprotegen así a la mujer (nada que ver con protegerla) haciéndola más dependiente (que no independiente). Se quejan de su falta de trabajo, pero impiden miles de trabajos de la mujer en un trabajo tan honroso como cualquier otro (e infinitamente más que el de político), el de modelo. Se les llena la boca con la libertad a decidir de la mujer, pero solo cuando deciden lo que ellos quieren. No importa que ellas vean muy digno su trabajo, les guste y se sientan orgullosas de él, y lejos de sentirse un objeto, se sientan privilegiadas.
Es en definitiva, unas etiquetas vacías (el de la mujer, su defensa y la libertad), neolengua empleada como herramienta política en busca de sus objetivos (que no es otra cosa que la imposición de su forma de ver la vida para todo el mundo, menos para ellos mismos por supuesto, pues como decía Orwell en su célebre "Rebelión en la granja", "todos los animales son iguales, pero algunos animales, son más iguales que otros".
Eso sí, como siempre, que la hipocresía no falte si les beneficia electoralmente...
Jacobo Alcutén muestra las palabras en su defensa de las propias azafatas.
Artículo de 20 Minutos:
El GP de España de Motociclismo, que se disputa este fin de semana en Jerez, llega con polémica porque el Ayuntamiento de la ciudad gaditana ha solicitado formalmente, con los votos favorables de PSOE, Ganemos Jerez e IU, que no haya azafatas en el circuito al entender que se trata de un "uso sexista" del cuerpo femenino.
"Hay que proteger a la mujer del uso sexista de su imagen corporal como reclamo comercial y publicitario en todos los ámbitos", denunció la concejal socialista, Carmen Collado.
Diversas asociaciones feministas han apoyado también esa petición, que, sin embargo, cuenta con el rechazo frontal de las propias azafatas.
Claudia Fernández, sevillana de 31 años, lleva siete trabajando en el circuito y espera volver a hacerlo este fin de semana: "Esa petición nos afecta muy negativamente. Yo trabajo habitualmente como modelo y entre mis trabajos está hacer de azafata en el Gran Premio de Jerez, en el Masters de tenis de Madrid, en la Vuelta a España... Lo único que consiguen con esa petición es quitarle el trabajo a un grupo de mujeres, eso sí que me parece sexista".
Y añade que no solo trabaja en Jerez por el sueldo: "Me encanta el deporte y especialmente las motos. Este trabajo me permite vivir el ambiente de un Gran Premio de cerca y de una forma muy exclusiva. Podemos escuchar hasta las conversaciones entre los pilotos y sus mecánicos y eso es algo a lo que muy pocos tienen acceso".
Claudia, que habla en representación de sus compañeras de Jerez, asegura que están "muy orgullosas" de su trabajo y que no sienten menoscabada su dignidad: "Por supuesto que nuestra función es la de vender una imagen, pero ¿qué tiene eso de malo? Vendemos la imagen de una marca, igual que lo hacemos para catálogos de moda o anuncios. No me siento un objeto, sino una privilegiada. Y no conozco a ninguna modelo a la que no le guste su trabajo".
Las minifaldas y escotes que suelen lucir en el circuito, otro de los argumentos utilizados por sus detractores, tampoco suponen ningún problema para ella: "La vestimenta es sexy y algunas marcas nos visten más provocativas que otras, pero somos modelos y sabemos cómo llevar esa ropa. Antes de aceptar un trabajo yo siempre pregunto por el vestuario y si no me gusta, no acepto, pero personalmente siempre me ha gustado".
Subraya, además, que los políticos no deberían decidir qué hacer con sus cuerpos: "Hay demasiadas cosas por arreglar en este país como para que se metan en estas memeces. No solo somos niñas bonitas, yo estoy a punto de terminar la carrera de medicina, de hecho trabajar de azafata me ayuda a pagarme los estudios, y muchas de mis compañeras también son universitarias. Yo sé perfectamente lo que hago con mi cuerpo y con mi vida".
Habrá azafatas en el GP de España
A pesar de la petición del consistorio de Jerez, las azafatas se mantendrán este fin de semana en el Gran Premio. "Su imagen es absolutamente necesaria para las marcas y las chicas son consideradas trabajadoras del Gran Premio, igual que los mecánicos, el personal de seguridad o cualquier otro», afirmó Ignacio Sagnier, responsable de Dorna, la empresa organizadora del Mundial.
Sagnier, no obstante, se mostró abierto a estudiar otras posibilidades para el futuro, como por ejemplo la inclusión de modelos masculinos, como ya se ha hecho en otros eventos como la Fórmula 1 o el ciclismo.
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