Plazaeme analiza los cambios en la Agencia de Protección del Medio-ambiente (EPA) llevadas a cabo por Trump. Al menos de momento, es un cambio adecuado con mucho sentido.
Artículo de PlazaMoyua:
Mientras seguimos a la espera de poder ver la seriedad (o falta de) del aparente desparpajo de Trump contra el cuento verde, algunos pasos van dando. Como la criba que está habiendo en los dos consejos científicos de la Agencia de Protección del Medio-ambiente (EPA). Primero aprobaron una ley sobre la selección de los consejeros científicos de la EPA. Cuyos objetivos expresos son:
- requerir un balance entre los puntos de vista científico y técnico;
- establecer un mínimo de representación de los estados, entes locales, o gobiernos tribales;
- permitir la representación de las entidades afectadas por las actividades del consejo;
- restricciones conflictos de intereses;
- restricciones a la participación en actividades de consejo científico a los miembros del trabajo que se revisa;
- prohibición de participación a los lobistas; y
- prohibición a los que tengan financiación o contratos con la EPA.
Es muy sensato. Yo lo traduciría así a lenguaje persona.
- Todo tiene un coste, y hay que tenerlo en cuenta.
- La opinión local (de la zona afectada) también cuenta.
- Hay que mirar todos los puntos de vista, y el de la industria no es pecado.
- No puedes hacer un estudio científico y juzgarlo tu mismo en plan de yo me lo guiso y yo me lo como.
- No metas a cantamañanas de Greenpeace en el consejo científico.
- No puedes cobrar y juzgar aquello por lo que cobras. Elige.
Parece que ayer fueron suspendidos la mitad de los consejeros científicos de la EPA. Unos 200.
Funcionan con contratos que se renuevan cada X tiempo (anual, trianual) y se han limitado a no renovar algunos de los contratos.
Los expulsados, que andan llorando por Twitter, lo plantean de una forma curiosa.
Se trata, dicen los expulsados, de darle mayor influencia a los negocios y a la industria. Con la consabida cantinela kindergarten de que los que crean trabajo y riqueza necesariamente tienen una opinión perniciosa de la que se debe prescindir. Y hay que escuchar sólo a aquellos cuya opinión es tan libre como para no tener consecuencias si la cagan espantosamente. La vieja idea de la sabiduría virgen y angelical, que tantos horrores produce cada vez que se aplica.
Y añaden una crítica bastante rara. Asegurando que se trata de un brindis al sol, porque los consejos científicos de la EPA ya tenían toda la diversidad que se puede desear. Incluyendo la diversidad de pensamiento. Pero si ese es el caso, al turista de la calle se le ocurre que siendo brindis al sol no merece la pena hablar mucho del asunto. Y que si están poniendo el grito en el cielo, inundando Twitter de protesta, debe ser porque no se trata de un brindis al sol. O acaso estamos ante una lógica especial de los científicos de la EPA. Una lógica virgen … ¡de normas lógicas!
Sea como sea, parece que hay unos cuantos culos pateados en la EPA. Y si se cumple el espíritu de la nueva ley, no tiene mala pinta. Pero políticos y espíritu tampoco es una pareja que case bien con frecuencia.
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Fuentes
Congreso USA:
Huffington Post
Twitter, varios (hacer clic en ellos).
Agradecimientos
A Luis, por la noticia:
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