Es lo que hay. ?No se quiere más gasto público infinanciable? Pues la asfixia y persecución del ciudadano seguirá aumentando haciéndole totalmente dependiente del Estado y reduciendo su poder adquisitivo e independencia financiera y libertad de decisión al máximo.
Los confiscadores de bienes y rentas ajenas están desesperados, las mentiras tan repetidas, aceptadas y falsas de que con esto o aquello es suficiente, que quitándole solo a unos pocos sobra y demás mentiras electoralistas siempre se dan de bruces con la realidad, y vienen los lloros y las decepciones.
María Valero informa del último atraco a mano armada en términos impositivos.
Artículo de El Confidencial:
No es un vecino, ni dos, ni tres. Casi 2.000 habitantes de Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) han tramitado una reclamación contra Hacienda tras encontrarse con una desagradable sorpresa en su buzón. Muchos de ellos se han visto obligados a pagar 60 euros de ‘preaviso’ con multa por no declarar al Catastro reformas que jamás habían acometido, piscinas de plástico, toldos en su patio o viviendas ‘habitables’ que en realidad son almacenes repletos de escombros. El número de expedientes abiertos asciende a 4.425. “¿Quién se ha reído de quién? ¿Tú te crees que esto es una casa reformada?”, exclama Pedro Prado, visiblemente enfadado.
Y lo dice porque Peñarroya-Pueblonuevo es el municipio con mayor porcentaje de inmuebles mal declarados de toda España, aunque sus vecinos quieren demostrar que quien se ha burlado de ellos es Montoro. Casi la mitad (48,2%) de las viviendas, casas rurales, piscinas, nuevas construcciones o reformas inspeccionadas por Hacienda en ese pueblo entró en un proceso de regularización catastral en 2015 que obliga a los vecinos a desembolsar, de primeras, 60 euros que se convierten en 72 por intereses de demora. Muchos lo pagan sin pensarlo para evitar líos, pero la verdadera ‘clavada’ viene con la siguiente factura del impuesto de bienes inmuebles (IBI).
Pedro Balsera antes pagaba 150 euros al año en concepto de IBI, cifra que ascendió a 820 euros de golpe y porrazo después de que Hacienda regularizase su vivienda con efectos retroactivos a cuatro años. “Y todo por pintar una fachada de blanco. Ahora resulta que debo pagar más impuestos por una reforma. ¿Qué reforma? Nos están avasallando”, se queja este jubilado. El principal partido de oposición de Peñarroya, UDPÑ, ha ayudado a tramitar al menos 800 reclamaciones como la de Pedro. “Es un atraco en toda regla. Hay familias a las que han obligado a tributar por una perrera o pajarera como si fuera un almacén, o por un ‘doblao’ [desván] destartalado como si fuera una vivienda habitable”, explica su portavoz, Ricardo Villarreal.
(Vídeo en artículo original):
La lista de despropósitos no acaba aquí: piscinas de plástico reflejadas como construcciones de obra a ojos de Montoro, almacenes en ruinas como viviendas en uso, casas de muñecas como cabañas, canastas de juguete como instalaciones deportivas o el clásico: toldos como fincas techadas en las que se ha realizado una reforma. O si no que se lo pregunten a Antonio Monterroso, profesor jubilado y artista visual.
“Ahora pagamos 1.050 euros de IBI con cuatro años de efectos retroactivos. ¿El motivo? Nos han hecho pagar por un toldo como si fuera un cobertizo”, con la consecuente subida del valor de la vivienda. Monterroso presentó alegaciones para demostrar que el supuesto techo no es otra cosa que un toldo y le dieron la razón, a diferencia de tantos otros vecinos que se mantienen a la espera a pesar de que Hacienda subiera el valor catastral de sus inmuebles sin aparente justificación. Dicha cifra debe multiplicarse por el coeficiente de actualización (hoy del 0,96% en Peñarroya, antes del 1,03%) para calcular el importe a pagar en concepto de IBI.
En todo caso, la decisión de tocar o no los impuestos es competencia de las corporaciones locales (basándose en la ponencia de valores de Hacienda). De hecho, el anterior Gobierno municipal del PP solicitó las regularizaciones de inmuebles entre 2013 y 2014 para beneficiarse del aumento de la recaudación del IBI. Según datos aportados por UDPÑ, la recaudación de Peñarroya-Pueblonuevo fue de 1,7 millones en 2014 y será de 4,3 millones en 2016, es decir, un 153% más.
El alcalde culpa a Montoro
“La empresa subcontratada por Hacienda ha hecho un trabajo pésimo. Ha cometido muchísimos errores en el proceso de regularización, bien por hacer el trabajo de campo con prisa o con desinterés”, asegura el alcalde socialista de Peñarroya-Pueblonuevo, José Ignacio Expósito. Los mecanismos para detectar el número de inmuebles sin declarar se basan en fotos aéreas, supervisiones 'in situ', contraste de datos o imágenes de las fachadas.
Y añade que dicho procedimiento “está fuera de lugar y es injusto”, porque no se debe aplicar el mismo baremo a un territorio próspero que a una zona deprimida desde el cierre de las exportaciones mineras en 2011, con un éxodo rural galopante y una tasa de paro que roza el 35%. ¿Qué medidas ha tomado el ayuntamiento ante el aluvión de protestas? “Hemos bajado un 6,9% el IBI tras habilitar un servicio de atención al ciudadano para tratar este tema específico”, señala Expósito.
El consistorio ofrece bonificaciones para familias con bajos recursos cuya factura del IBI haya aumentado en más de 200 euros. En su día se puso en contacto con la Dirección General del Catastro para exigir que paralizase el proceso de regularización, pero la respuesta fue negativa. Los vecinos solo recuperarán su dinero si consiguen probar que el error no fue suyo.
Hacienda tiene constancia de 1.334 alegaciones en este municipio cordobés (no las "casi 2.000" que denuncian los partidos políticos) y deja claro que los ciudadanos tienen 15 días de plazo para reclamar desde que reciben la 'carta negra' en caso de que detecten algún error. "Los interesados tienen plenas garantías jurídicas", explican fuentes del ministerio a este periódico. Y añaden: el porcentaje de alegaciones es muy pequeño en relación con el número de expedientes abiertos en toda España. "Son casos excepcionales". No ocurre lo mismo en Peñarroya-Pueblonuevo.
¿Una piscina o un toldo azul?
“Hablamos de liquidaciones que pueden ascender a 3.000 euros de una tacada.. No todos pueden asumir ese coste. Muchas familias recurren al pago fraccionado, solicitan aval bancario o invierten los escasos ahorros de toda una vida”, denuncia Villarreal. Incluso se ha encontrado con vecinos desesperados que han llevado las escrituras personalmente a Hacienda para que el Estado se quede con su casa.
Tan angustiados como José Antonio Peñas, un maestro albañil en paro que también recibió la famosa ‘carta negra’ de Hacienda por unas supuestas obras que jamás realizó en una vivienda en la que ni siquiera reside. “¿Tú crees que aquí se puede vivir? Según Montoro, sí. Ni siquiera puedo pasarle la pensión a mis hijos, ¡como para pagar los materiales de una reforma!”. Más rocambolesco es el caso de su vecino, Nicolás Gutiérrez: “Me hicieron tributar por una piscina cuando era un toldo de color azul clarito”.
Unas calles más allá nos espera Felisa Gutiérrez para abrirnos las puertas de su ‘casa’: “Pasad, ¡pasad a tomar el té! Los baños están al fondo a la derecha”, comenta con sorna esta jubilada mientras nos enseña un terreno desangelado y tres muros sin pintar (en la foto de arriba). “Esto es una vivienda habitable..según Hacienda”, suspira. Solo el tiempo dirá si errores como los que han puesto en pie de guerra a todo un municipio se repiten.
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