domingo, 26 de agosto de 2018

España consolida el modelo de mayor presión fiscal a las familias y autónomos

Javier G. Jorrín muestra cómo España ha consolidado (y se pretende agravarlo en mucho) el modelo de mayor presión fiscal a las familias y autónomos. 
Por supuesto, los políticos quieren gastar cada vez más (compra de votos, aumento de poder, colocación de afines, más facilidades, cuantía e incentivo para la corrupción, reparto de dinero de tercero entre lobbies y clientes políticos afines...). Y que tú, la persona de a pie, la que no vive del poder político (muchos viven pero le quitan de un bolsillo más de lo que le dan por el otro, sin saberlo) tiene siempre demasiado para el político (aunque uno no le quede casi ni para vivir, ya no digamos para ahorrar). Por ello, su solución es siempre aumentar impuestos (que siempre te lo venden que se subirán a otros, que es por tal fin bonito...) y nunca reducir el gasto (excepto temporalmente en caso de situación inminente de quiebra, y en mucha menor proporción de lo que se había subido previamente, para a la menor oportunidad volverlo a disparar). Y todo ello, pese a tener una situación de gasto (déficit) desmesurado, incontrolado, y que sigue aumentando la deuda hasta una situación muy peligrosa (y que ralentiza y reduce el crecimiento potencial de la economía), de difícil control cuando surja otra crisis (a la que se le sigue alimentando como si no hubiera un mañana). 
Luego, los responsables serán otros, los que paguen los platos serán otros y las soluciones a aplicar que te dirán serán las mismas que nos llevan al desastre. 

Artículo de El Confidencial: 
Foto: Instalaciones de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madrid. (EFE)Instalaciones de la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madrid. (EFE)
Con el estallido de la crisis se hundió la recaudación de la Agencia Tributaria en España. Las pérdidas de las empresas, la caída de los salarios, la destrucción de empleo y el parón del consumo provocaron un hundimiento de la recaudación de más de 70.000 millones de euros. Esta pérdida de recursos públicos disparó el déficit y la deuda públicos y el Gobierno tuvo que intervenir para evitar el colapso del país.
En ese momento se optó por subir los impuestos a los hogares, tanto a través del IVA como del IRPF, medida que sirvió para evitar la quiebra del país. Ahora que el país sale de la crisis, se ha consolidado el nuevo modelo de mayores impuestos a las familias. En concreto, el tipo efectivo que soportan los hogares por su renta se ha incrementado en dos puntos desde el estallido de la crisis.
Las familias soportaron un tipo del 12,5% sobre su renta bruta (tramo estatal), lo que contrasta con el 10,9% del año 2008, ejercicio en el que estalló la burbuja inmobiliaria. Así lo pone de manifiesto el Informe Anual de Recaudación publicado por la Agencia Tributaria. En el año 2017 los hogares abonaron 76.000 millones de euros en concepto de IRPF, lo que supuso un aumento del 6% respecto al año anterior.
Nunca antes las familias habían pagado tanto en concepto de IRPF, lo que muestra hasta qué punto soportan los niveles actuales de recaudación. La renta de los hogares también alcanzó su nivel más alto en 2017. Sin embargo, su renta ha crecido un 1,7% desde el estallido de la crisis y, sin embargo, el pago del IRPF se ha disparado un 17,3%.
El tipo efectivo que soportan los hogares sobre su renta bruta se ha incrementado un 1,9% cada uno de los dos últimos años, lo que muestra que la tendencia de la crisis se mantiene. A medida que las rentas son superiores, se aplican tipos nominales más elevados, ya que el IRPF es progresivo, por lo que en los próximos ejercicios podría subir más. Sin embargo, la rebaja del IRPF a las familias con menos renta aprobada en los Presupuestos Generales del Estado de 2018 podrían compensar este incremento este año.

También sube el IVA

Los hogares no solo soportan más impuestos directos. También los indirectos, que gravan el consumo, se han incrementado durante la crisis. Estos tributos afectan menos a la actividad económica por lo que son preferibles para fomentar el crecimiento, pero tienen la contrapartida de que afectan más a los más pobres. En otras palabras, su efecto sobre la distribución de la renta es negativo.
Los hogares soportaron un tipo efectivo del IVA en 2017 del 15,6%, esto es, cuatro puntos superior al que existía antes del estallido de la crisis.






Desde el año 2008, el gasto de los hogares en bienes y servicios se ha incrementado un 19,2% fruto de la recuperación económica de los últimos años y de la inflación. Sin embargo, en este periodo ha crecido mucho más rápido el pago del IVA, con un incremento del 60,5%. De este modo, las familias han soportado la recaudación para sostener el estado del bienestar.

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